Este tío llegó, subió los sueldos un 40 %, pintó la Rosaleda, hizo obras, habló de presupuestos ilimitados, y pagó 70 kilos en fichajes con su vicepresidente en Málaga durante los dos veranos que se cerraron los principales fichajes. Para mi fue un fanfarrón que se hartó del juguetito al ver lo que costaba cada año mantener eso, aunque debería haberlo previsto, si fuera un empresario de verdad, no un multimillonario de "papá" que nació rico y no le ha costado nada conseguir lo que tiene.
Volviendo a los fichajes, yo sigo sin entender el tema de Ibrahim, ¿ para qué queremos a este jugador ahora ? Que centren los esfuerzos en un organizador que permita al equipo no perder tantos balones, y un punta o mediapunta con gol, porque el único que tenemos está castigado o misteriosamente lesionado