Posteado Miér 13 Feb 2013 - 8:48
Albert Miralles (Barcelona, 1982) ha jugado en Badalona, Inca, Ourense, Bolonia, Rimini, Roseto, Cantú, Valencia, San Sebastián, Biella y, ahora, en Berlín. Además, fue drafteado por los Heat de Miami. Debutó en la Euroliga de manera testimonial con 19 años con el Virtus de Bolonia y una década después decidió aceptar la oferta del Alba para saldar una deuda pendiente. Mañana recibe el equipo berlinés al Unicaja, será el tercer duelo de la temporada. Miralles conoce bien al vestuario del Unicaja. Define a Sergi Vidal como "mi hermano", habla maravillas de Panko, con el que estuvo dos años en Donosti, y pondera la figura de Fran Vázquez, al que conoce desde que eran imberbes.
-Tercer duelo de la temporada con el Unicaja.
-Sí, es algo raro medirte tantas veces con un equipo que no es de la Liga del país. A mí siempre me gusta jugar contra equipos españoles y, en particular, con el Unicaja. Es un partido importante, pero más para ellos que para el Alba, pienso.
-¿Albergan aún esperanzas de estar en el Top 8?
-Tenemos que ser realistas, hemos perdido cinco de seis partidos y ya estar en el Top 16 fue un éxito para el Alba. Es muy complicado. Pero ello no obsta para que peleemos por la victoria a muerte. Debemos honrar a nuestro club y a la competición que jugamos.
-¿Ha cambiado mucho el Alba respecto al doble duelo de la primera fase?
-Sí. Hemos atravesado una mala racha en Liga [el Alba es quinto, con un balance de 13-7]. Y la baja de Vule [Avdalovic], que se rompió justamente contra el Unicaja aquí en Berlín, es capital para nosotros. Era nuestro base, nuestro líder. También se rompió al inicio de la temporada Nathan Peavy para todo el año. Dos bajas para toda la temporada de dos titulares, no me había pasado antes.
-Aquí en Málaga hay bastante decepción con el equipo. No se fue a la Copa, se sigue fuera del play off y en la Euroliga se está en el alambre.
-Desde fuera, que el Unicaja no esté en la Copa extraña bastante y entiendo que no haya gustado. Pero conozco a mucha gente en ese vestuario y sé que están heridos. Los jugadores son de altísimo nivel y el entrenador igual. Seguro que le dan la vuelta a la tortilla. Yo le diría a la gente de Málaga que le dieran un voto de confianza al entrenador y la plantilla. Comprendo perfectamente que se pidan resultados, pero hay que tener en cuenta que hay 10 jugadores nuevos y un entrenador que ha aterrizado en la Liga ACB.
-¿Qué le llamó la atención de los dos duelos de la primera fase, en los que ganó el Unicaja?
-Siempre me ha gustado el sistema de Repesa, cómo juegan sus equipos. Me enfrenté muchas veces en mis años en Italia a él y aquella Fortitudo que tenía y a la que hizo campeona y llevó a la Final Four era una delicia. En estos 10 días sin competir seguro que han mejorado. Es imposible hacerlo durante la semana con este calendario. Cuando te toca jugar viernes y domingo es una tortura.
-Repesa se ha quejado bastante de esa situación.
-Igual es buena idea para la difusión o la asistencia de público, pero todos los equipos lo notamos, se sufre bastante. El Madrid, que está espectacular en la ACB, no está tan sobrado en la Euroliga, por ejemplo. Es complicado ser constante y en todos los países se está notando ese cambio de calendario. No es usarlo como excusa, es simplemente una realidad.
-Y del Unicaja como plantilla, ¿qué le llamó la atención?
-Sabéis que Sergi Vidal es como mi hermano, jugamos juntos en la cantera de la Penya [organizan juntos incluso un campus veraniego]. Con Panko estuve dos años en San Sebastián y sólo puedo hablar maravillas sobre él. El talento de Marcus Williams llama la atención... Pero al final es un equipo lo que manda, si gana o pierde. Seguro que estos días sin jugar y entrenando les habrán valido para aclararse mentalmente y trabajar aspectos del juego que no se pueden corregir durante la competición.
-Oiga, ¿qué tal Sasha Obradovic como entrenador?
-Escuela serbia, muy duro. Su filosofía es el trabajo y el esfuerzo diario. Como jugador ganó todo lo posible y con su comportamiento es un ejemplo diario. Es un ganador, sabe cómo ganar y cómo exprimir a sus jugadores. Básicamente porque él también se deja la piel en cada entrenamiento.
-¿Sigue acudiendo el público de forma masiva al O2?
-No sé muy bien las razones, pero viene más público en la Liga de Alemania que en la Euroliga. Aunque cuando han llegado grandes equipos continentales ha habido bastante gente también.
-Se habla de que Liga de Alemania es una potencia emergente y a no mucho tardar dominante.
-Sinceramente, me ha impresionado. Venía advertido, pero la organización es extremada. Es la forma de ser de los alemanes, está todo superestructurado. Es una competición de 10. Económicamente no hay un club con deuda, todo está saneado, no hay un impago. Y lo que más llama te sorprende y gusta es que todos, todos, los pabellones en los que juegas están llenos. Sin excepción. Se trabaja muy bien el márketing.
-Tiene 30 años y ha jugado en 11 clubes. ¿Se considera un aventurero?
-Sí, lo soy. Nunca tuve problemas para adaptarme. Por circunstancias tuve que salir joven de España [se acogió al decreto 1.006 con el Joventut y le costó un largo pleito hasta obtener la libertad. Ningún club de ACB decidió ficharle en primera instancia], pero viví muchas experiencias de las que no me arrepiento. Quiero volver a España, pero no sé cuándo. Debuté con 19 años con la Virtus en Euroliga, pero quería jugarla de verdad. Tuve buenas ofertas de la ACB, pero ninguna de Euroliga. Y cogí la del Alba.
-A Fran Vázquez le conoce desde joven. ¿Por qué cree que no alcanza su mejor nivel en Málaga aún?
-Ganamos en Lituania una medalla de plata en el Europeo sub 20 cuando nadie lo esperaba. Para mí fue inolvidable, seguro que para él también. Le conozco desde chaval. Fran es un pívot muy versátil y su crecimiento irá parejo al del equipo. Cuando un grupo no gana los jugadores parecen peores de lo que realmente son. El Unicaja es un equipazo y al final se acabará viendo, no lo dudo.