RAFAEL M. GUERRA Jasmin Repesa siente la presión. Nadie en el club le ha dicho que si pierde el domingo en Badalona tiene abierta la puerta de salida de par en par. Pero él bien sabe que la cuenta atrás ha comenzado y que de lo que ocurra ante el Joventut dependerá en buena medida su futuro. La victoria le dará un margen de confianza, ante el Efes y el Lagun Aro, y le permitirá hacer una concentración en el descanso por la Copa. La derrota es, prácticamente, una condena. Así que en la doble sesión de entrenamientos del lunes ya se enfocó el trabajo para preparar el encuentro en el Olímpico de Badalona. Y ayer por la tarde, Repesa decidió que ni Andy Panko ni Kosta Perovic viajarán a Moscú, por precaución.
Panko, con un golpe en la cadera, tiene una contusión en la cresta ilíaca y una pequeña rotura de fibras, y se le va a reservar junto a Perovic, que aún está renqueante tras caer a plomo sobre su hombro izquierdo en el encuentro de Euroliga frente al Panathinaikos. Se quedan en Málaga, junto al preparador físico del filial, Diego Vázquez, lal fisioterapeuta del Unicaja, María López.
Si fuera necesario, tanto Perovic como Panko podrían forzar la máquina y jugar en Moscú. Pero el encuentro marcado en rojo en el calendario verde es el de Badalona. Una pena, porque ambos son jugadores muy importantes, que no los hay por duplicado en la plantilla malagueña. Hay pocos pívots altos de siete pies en el baloncesto europeo como Krstic y Kaun, similares a Perovic. Sin el cajista, Repesa pierde a un hombre único, capaz de poder lidiar con los dos pívots. Al igual que Panko, cuyas características son muy similares a las de Khryapa, una de las estrellas del cuadro ruso: «cuatro» abierto, rápido y con tiro.
Pero la prioridad es Badalona. Perder en Moscú entra dentro de la normalidad. Es incluso lógico caer allí. Pero lo de Badalona es una «final» en toda regla en la que el entrenador cajista se juega su continuidad, por lo que ha decidido priorizar uno de los dos encuentros de esta semana. Algo que, hasta la fecha, no había sucedido.
Repesa tendrá una plantilla mucho más corta, con una rotación más reducida, especialmente en el juego interior, donde sólo hay tres hombres: Zoric, Vázquez y Lima. Una de las deficiencias del plantel es un alero alto, que pudiera ayudar en el puesto de «cuatro» de forma ocasional, como lo hacía Jiménez. Y por ahí va a sufrir el equipo.
En el exterior, la rotación será igual, ya que todos los hombres están sanos, aunque Repesa repartirá mucho los minutos para que nadie llegue a Badalona, sólo 48 horas después, exhausto.