Manuel Pellegrini fue presentado ayer como nuevo técnico del Málaga. Firmó hasta 2013, algo que no habría hecho si hubiese mandado a su nuevo equipo a Segunda en la última jornada de la Liga pasada. El chileno viajó con el equipo a Barcelona, pero Rafa Gil se sentará en el banquillo.

¿Cuál es su primera impresión del club al que acaba de llegar?
Mi impresión es que hay mucha ilusión por un proyecto que queremos que crezca en el futuro. Día tras día nos iremos conociendo y veremos en qué se puede mejorar.

¿Qué le ha seducido de este proyecto y cuál es la firma que le va a imprimir?
Lo que más me sedujo es la intención de hacerlo a largo plazo, con una nueva directiva con ilusión por crecer con el club. Tiene mucho futuro, técnicamente es algo atractivo, y ya veremos cuál es la mejor manera de hacerlo crecer. En cuanto al sistema, a mí ya me conocen bastante en España, han visto cómo juegan mis equipos. Aunque tampoco pretendo ser tan inflexible para no cambiar de acuerdo a los jugadores que hay.

Le llegaron a ofrecer cinco temporadas...
Fue lo que más me sedujo, era una prueba de que se hacía un proyecto a largo plazo. Pero preferí conocernos en tres años y los otros dos ganármelos, así hay más libertad para no acomodarse. Es bueno valorar el trabajo en el tercer año y que las partes quieran seguir desarrollando el proyecto juntas.

¿Ve similitudes de este Málaga con el Villarreal?
En Villarreal había gente que llevaba mucho tiempo en el fútbol español, un proyecto en desarrollo antes de llegar yo. Por suerte tuvimos la fortuna, capacidad y responsabilidad para dar un salto mayor en la parte deportiva, pero ya era un proyecto sólido. Esto es distinto, con una nueva directiva, pero con un potencial de club y una ciudad importante. Ojalá aquí también se viva algo parecido.

¿Qué recuerdo guarda de su última visita a La Rosaleda?
Fue un partido en el que los dos equipos nos jugábamos mucho, el Real Madrid la Liga y el Málaga la permanencia. Cuando se supo el resultado del Barça al descanso, el partido decayó en intensidad. En aquel momento lamenté el empate, ahora me alegro (risas).

¿Ha hablado ya con su nuevo vestuario?
Brevemente, no quería interrumpir a Rafael (Gil), ya que hay un partido muy importante contra el Espanyol en el que ojalá podamos sumar puntos. Ya tendremos contacto el domingo en el entrenamiento de por la tarde.

¿Cómo ha visto anímicamente a los jugadores?
Es difícil dar un diagnóstico con tan pocas horas, veremos en qué estado están los jugadores ahora mismo y cómo se puede levantar su ánimo.

¿Qué objetivos le ha pedido la directiva blanquiazul?No hemos hablado de retos ni exigencias. A ver dónde podemos llegar. Tener expectativas sin una realidad es para marearse, es importante demostrarlo domingo a domingo.

Pero aquí se hablaba de quedar entre los 10 primeros...
Siempre se aspira a quedar en lo más alto, pero basándonos en el trabajo diario. Llego con la ilusión de demostrar todo lo que puedo. Siempre estuve en la zona alta y es un desafío. Pero partimos de cero.

¿Y aspira a avanzar en la Copa del Rey?
Primero queremos eliminar al Hércules. En enero, ya veremos qué expectativas hay.

Del Real Madrid al Málaga, la exigencia disminuye.Para mí, la exigencia es personal. No creo que la responsabilidad sea mayor en el Real Madrid o en el Villarreal.

Allí no consiguió ganar ningún título.
No tengo ningún ánimo de revancha con nadie. Ni quiero comparaciones. Me hubiera gustado mucho ganar algún título con el Real Madrid, pero no pudimos ante un gran Barça. Este es un desafío distinto.

¿Ha pedido fichajes?Iremos viendo día a día qué hace falta, qué plantel hay y qué se necesita para mejorarlo. No hemos mirado ni nombres, ni puestos, ni nacionalidades.

Se le colocaba hasta en la selección de Chile.
Sería una pena que Bielsa se fuese de la selección. No creo que yo fuera una alternativa.

El nuevo propietario del Málaga no se anduvo por las ramas. El sheikh Al-Thani (también presidente del equipo) o mejor dicho, su asistente Abdullah Ghubn (vicepresidente para todo) despidió fulminantemente al entrenador Jesualdo Ferreira y a sus tres ayudantes, los también portugueses José Gomes, Nuno Espíritu Santo y Rui Silva. Lejos de amilanarse por afrontar una liquidación que les saldrá por unos siete millones de euros, ha fichado a Manuel Pellegrini, ex entrenador del Real Madrid. Otros tres años y seis millones más.

Visto de manera matemática, es un golpe en la mesa para contradecir a quienes aseguran que estos dueños del Málaga son unos tiesos que no pagan a nadie. Al fin y al cabo, han fulminado al tercer entrenador mejor pagado de España (1,7 millones de euros por campaña) y han conseguido que Pellegrini eligiera Málaga antes que Liverpool o la selección de Chile. Y se ha desatado la locura. Nadie en Málaga ha mencionado, en esta semana 'pellegrinesca' que el equipo, pese a sus más de 70 millones de presupuesto y sus 17 millones en fichajes está en descenso. Hay ilusión. Enorme ¿Demasiado bonito? ¿Idílico? Por lo menos, es para reflexionar.