Entre los porteros ofrecidos figura Doni, también del Roma, pero el sueldo del brasileño juega en contra El club hará un gran esfuerzo para incorporar a jugadores como Baptista, que cuentan con una ficha elevada y hasta ahora prohibitiva

El Málaga apunta muy alto en los fichajes. Como adelantaba en su edición de ayer este periódico, el club ha variado el planteamiento inicial y buscará para este mercado invernal incorporaciones que luego tendrám continuidad en el proyecto que arrancaría el 1 de julio de 2011, no jugadores con fecha de caducidad a la conclusión del primer semestre del próximo año. En este sentido, los objetivos que se ha marcado la nueva dirección deportiva, con Antonio Fernández a la cabeza, destacan en particular por una cuestión: su elevada ficha.

Hasta ahora el Málaga tenía restringidos los sueldos. La barrera de los 600.000 euros en concepto de ficha era tabú en la etapa de Fernando Sanz, porque el presidente tenía más que asumido que cualquier exceso descuadraba las cuentas, ponía en riesgo el pago anual correspondiente al convenio de acreedores y, consiguientemente, implicaba un nuevo obstáculo en el reto de sanear la entidad. Solo en situaciones excepcionales dio el visto bueno a un contrato más elevado de la cuenta (como ejemplos, los casos de Duda y Luque).

El cambio en la propiedad apenas varió esta situación. Pese a que diversas asesorías hicieron su agosto (y su julio) a expensas del grupo encabezado por el jeque Abdullah Al-Thani, no sucedió igual en materia deportiva. La razón estriba en que el entonces entrenador y máximo responsable deportivo, Jesualdo Ferreira, le aconsejó desde el principio al máximo ejecutivo del grupo NAS, Abdullah Ghubn -a la postre, vicepresidente y consejero delegado- la necesidad de no apostar por futbolistas con emolumentos muy altos para evitar así una fractura en el vestuario. La desigualdad en los sueldos acaba por derivar en celos y en una sensible pérdida en la cohesión de la plantilla. Ejemplos sobran en el fútbol actual.

Sin experimentos

El objetivo de Ferreira se cumplió, en gran medida porque los futbolistas que llegaron no eran estrellas de primer nivel pese a que el club tuvo que desembolsar cantidades muy por encima del teórico precio del mercado. Sin embargo, esa situación va a cambiar radicalmente en las próximas semanas. Al-Thani y Ghubn no quieren experimentos -entre otras razones, porque conlleva un enorme riesgo deportivo- y así se lo han hecho llegar al nuevo director deportivo, Antonio Fernández. Dicho de otro modo, puede picar más, mucho más alto.

Lógicamente, a partir de ahí el abanico se amplía. No cabe duda de que con dinero siempre es más fácil fichar. Pero esa es la teoría. Luego, en la práctica, las dificultades se disparan notoriamente. El mercado invernal es muy complicado, porque no basta con una buena oferta económica (tanto al jugador como al club). Es habitual que el club comprador encuentre un sinfín de obstáculos para cerrar una operación en los meses de diciembre y enero, porque el vendedor tiene unos objetivos fijados para el final de la temporada y con la pérdida de un futbolista importante corre el riesgo de verse en una evidente inferioridad respecto a sus rivales.

Salto de calidad

De este modo, el Málaga tiene que bucear en el mercado y obligatoriamente para dar el ansiado salto de calidad se ve obligado a buscar jugadores que cuenten con una ficha elevada y hasta ahora prohibitiva. La lista que maneja el Málaga es muy amplia y en ella figura el ex jugador del Sevilla y del Real Madrid Baptista, amigo personal de Fernández, persona clave en su carrera y con el que habla cada diez días. Su posible llegada pasa obligatoriamente por la disposición del brasileño a rebajar en parte su sueldo, ya que está en torno a cuatro millones de euros.

Precisamente entre los porteros ofrecidos se encuentra un compatriota de 'La bestia' -como se le bautizó en la capital hispalense al medio centro-, Doni. Podría tratarse de un futbolista muy interesante, porque si bien ahora está en el ostracismo en el Roma (a la sombra de otro brasileño, Julio Sergio, y el rumano Lobont) hace cuatro años lo quisieron el Milan, el Inter y el Manchester United. En este caso el sueldo también juega en contra. Es evidente que su club lo tiene arrinconado para darle salida, pero para el Málaga sería un esfuerzo descomunal. Aun así, la prensa italiana ya ha elucubrado con la posibilidad de que ambos vistan juntos muy pronto la elástica blanquiazul.

Desde que SUR adelantó el 13 de noviembre que en la lista inicial de objetivos figuraba un portero no han cesado de llegar ofrecimientos, tanto del mercado nacional como del internacional. Entre ellos figuran, por ejemplo, Asenjo (aunque lo frena el hecho de que esté recién salido de una lesión) o Almunia (que no juega en el Arsenal, aunque fue una propuesta informal que ni siquiera se ha contemplado). Los agentes no paran de bombardear por fax, por correo electrónico o a los teléfonos de Antonio Fernández y sus ayudantes, Miguel Ángel Rondán, y Alfonso Serrano. En principio, salvo sorpresa, el descartado sería Galatto, precisamente brasileño y con pasaporte italiano. Como Doni.