¿Y si jugamos siempre fuera...?
PEDRO LUIS GÓMEZ | .-
Esta pregunta se la hacían anoche miles de malagueños tras ver la exhibición del equipo de Ferreira en Getafe, aún muy superior a la de Zaragoza aunque se consiguieran tres goles menos. Dos partidos en casa, dos derrotas. Dos partidos fuera, dos victorias. Pues eso, ¿por qué no somos siempre los visitantes? No sería una mala oferta de los nuevos responsables malacitanos a los adversarios, quienes seguramente rechazarían 'el regalo envenenado'.
Porque este Málaga, hasta ahora, cuando dispone de espacios es intratable. Desarboló al Getafe por completo. Un Getafe, no lo olvidemos, que es un muy buen equipo y que gusta de jugar al fútbol porque tiene buenos peloteros, pero que se mostró impotente ante el vendaval de los malaguistas, quienes ya en el primer tiempo merecieron irse al descanso con un par de goles de diferencia.
El fútbol es una caja de sorpresas, pero tal como jugaba el Málaga el 0-0 era cuestión tiempo, y así fue. Rondón, un extraordinario jugador, lo mismo que Quincy y Eliseu, que traía en jaque a sus marcadores, aprovechó una gran jugada y marcó el 0-1 que posteriormente amarraría Apoño con un penalti (¡aleluya, aleluya, nos han pitado un penalti a favor...!) tras jugadón de Eliseu. Lo que pudo venir después fue la repera, porque el 0-2 llegó con la guinda de la expulsión de Rafa, algo que equilibraría un Jesús Gámez que sigue totalmente descentrado. Pero tampoco hacía falta más.
Los malaguistas se exhibieron ante todos y ofrecieron la primera victoria en directo a Abdullah Al-Thani, el jeque propietario del club, quien marchó en AVE a Madrid para estar en Getafe junto a Abdullah Ghubn, y que a buen seguro disfrutó como todos los seguidores blanquiazules.
Con el difícil calendario que nos ha tocado en este comienzo liguero, contar con seis puntos a estas alturas de la película es una cifra más que estimable, que invita al optimismo moderado y, sobre todo, a la esperanza. Sobre todo, porque ayer el equipo presionó mucho más, y con Rubén como hallazgo final mantuvo al final su meta a cero.
Porque este Málaga, hasta ahora, cuando dispone de espacios es intratable. Desarboló al Getafe por completo. Un Getafe, no lo olvidemos, que es un muy buen equipo y que gusta de jugar al fútbol porque tiene buenos peloteros, pero que se mostró impotente ante el vendaval de los malaguistas, quienes ya en el primer tiempo merecieron irse al descanso con un par de goles de diferencia.
El fútbol es una caja de sorpresas, pero tal como jugaba el Málaga el 0-0 era cuestión tiempo, y así fue. Rondón, un extraordinario jugador, lo mismo que Quincy y Eliseu, que traía en jaque a sus marcadores, aprovechó una gran jugada y marcó el 0-1 que posteriormente amarraría Apoño con un penalti (¡aleluya, aleluya, nos han pitado un penalti a favor...!) tras jugadón de Eliseu. Lo que pudo venir después fue la repera, porque el 0-2 llegó con la guinda de la expulsión de Rafa, algo que equilibraría un Jesús Gámez que sigue totalmente descentrado. Pero tampoco hacía falta más.
Los malaguistas se exhibieron ante todos y ofrecieron la primera victoria en directo a Abdullah Al-Thani, el jeque propietario del club, quien marchó en AVE a Madrid para estar en Getafe junto a Abdullah Ghubn, y que a buen seguro disfrutó como todos los seguidores blanquiazules.
Con el difícil calendario que nos ha tocado en este comienzo liguero, contar con seis puntos a estas alturas de la película es una cifra más que estimable, que invita al optimismo moderado y, sobre todo, a la esperanza. Sobre todo, porque ayer el equipo presionó mucho más, y con Rubén como hallazgo final mantuvo al final su meta a cero.