Muñiz dejó cerrada hace semanas su llegada como cedido, pero el club ha llegado a tantear quedárselo en propiedad
SERGIO CORTÉS.-
Eliseu iba a ser el primer fichaje con Muñiz y también va a serlo con su sustituto, Jesualdo Ferreira. El año pasado el portugués fue traspasado al Lazio italiano el mismo día que el técnico asturiano firmaba su desvinculación del Racing. Este entendió las ambiciones del extremo portugués, así como la importancia de la operación para el Málaga, que se aseguraba un ingreso de un millón de euros.
Cantidades definidas
Muñiz no tardó en conversar con Eliseu en primavera, consciente además de la fuerte presión que el jugador soportaba de su mujer y sus hijos, ansiosos por residir en Málaga. Es más, el asturiano cerró la incorporación del futbolista -y así se lo trasladó a Fernando Sanz- en unas condiciones inmejorables para el club: abonarle la misma ficha que debía percibir en el Lazio, pagar 250.000 euros por la cesión (cuando el club romano aún le debe medio millón al Málaga) y una opción de compra por un valor de dos millones y medio de euros.
Todo eso sucedió hace tres semanas, cuando Muñiz tenia plenos poderes. Como quiera que se trata de un jugador al que se le puede considerar 'de la casa', a Ferreira le pareció lógico que las gestiones las retomara Sandro. El regreso de Eliseu aún no se ha oficializado, porque el Málaga ha tanteado la posibilidad de que el luso llegue en propiedad, por una cantidad mínima al margen de perdonar el medio millón que todavía tiene pendiente de pago el Lazio.