Sin las urgencias que genera una jornada liguera, Juan Ramón Muñiz (Gijón, 1968) dialoga abiertamente con MARCA sobre la situación de su equipo, los errores que deben pulirse y el futuro que visiona el asturiano para la entidad blanquiazul. En un marco como el estadio de atletismo Ciudad de Málaga, Muñiz acepta el reto de entrar “holgados” en la línea de meta.
PREGUNTA. ¿Cómo valora la situación actual del equipo?
RESPUESTA. Hay juego, hay orden, capacidad de trabajo y sólo falta el resultado. Si tuviéramos tres puntos más estaríamos muy satisfechos con el equipo, con la clasificación y con el trabajo. Pasa una vez en la vida que con el juego que están haciendo no llevemos más puntos. Tenemos que estar tranquilos.
P. ¿Cómo respira el vestuario?
R. Bien, muy bien. Es un vestuario que sabe lo que hay, sabe lo dura que es la Primera y conoce la igualdad que hay y que va a haber. Al final, el que quede bien clasificado es porque habrá sabido superar tanto los momentos difíciles como los buenos cuando se ganen dos partidos seguidos. Tenemos que tener la cabeza en su sitio.
P. Queda claro dónde se está fallando.
R. Hemos perdido varios puntos en jugadas de estrategia y eso es una pena porque con atención y actitud se resuelve. Tenemos que ajustar alguna cosilla más. No podemos perder puntos a lo tonto porque se echarán luego de menos.
P. ¿Hasta qué punto depende del entrenador corregir los errores en las áreas?
R. Todo pasa por nosotros. Tenemos que detectar el error y poner soluciones. Se tiene que solucionar en la mayor brevedad posible. El equipo está dando un nivel muy aceptable, al margen de esos dos o tres errores puntuales. Por eso hay que mantener la tranquilidad. Tenemos que conseguir que esas jugadas sean en beneficio nuestro.
P. Tras cuatro derrotas y un empate las dudas son normales. ¿Se zanja todo ganando al Almería?
R. Esto está empezando. Del décimo para abajo estamos en un pañuelo y lo vamos a estar en la jornada 35. Hay que estar lo más arriba posible y saber que los partidos determinantes que se van a jugar hay que ganarlos con esos detalles que ahora nos están haciendo perder.
P. No se le ve preocupado.
R. Estaría preocupado si no tuviésemos ocasiones de gol, si nos ganaran de cuatro o si el dominio del rival fuese aplastante, pero no es así. El equipo mantiene un nivel similar al rival y eso quiere decir que vamos a estar en el grupo de esos equipos como el Espanyol o el Racing.
P. Lo normal es que el fútbol le termine dando victorias.
R. Creo que sí. Tienen que llegar. Cuando trabajas bien y tienes ocasiones, los resultados tienen que llegar. Hay pequeños detalles que van a cambiar y lograremos la victoria que nos permita estar tranquilos y seguir creyendo en nuestro trabajo. Cuando llego los lunes a entrenar veo a un equipo fuerte de moral y eso ayuda muchísimo.
P. Estos días de parón y descanso, ¿invitan a la reflexión?
R. Sirve para relativizar todo, para recuperar a la gente que está tocada y para tranquilizar un poco el ambiente. Para hacer esa jornada de convivencia y preparar el choque que nos viene en casa, donde tenemos que demostrar que somos un equipo que va a hacer las cosas bien.
P. Viendo lo atípico de los últimos días, ¿le ha salido la vena psicóloga a Muñiz?
R. Creo que es importante en estos momentos. Si me apuras puede ser más importante que un momento de trabajo. Nos ha permitido estar juntos en un entorno distinto para no hablar de fútbol.
P. Usted defiende que mientras más se parezca un vestuario a una familia mejor.
R. Es fundamental. Hay equipos que son muy buenos y por culpa de no tener una buena sintonía bajan. Nosotros tenemos que intentar que el vestuario vaya a lo mismo y eso es primordial.
P. ¿Qué tiempo estima necesario para poder ver la mejor versión de los nuevos?
R. Ojalá sea con la mayor velocidad posible. Los jugadores se van adaptando poco a poco. En el fútbol se necesita un periodo de acoplamiento y hay jugadores que han vivido en el hotel hasta hace días. Los jugadores necesitan un espacio, pero el fútbol no tiene mucho tiempo y no puedes pedirlo porque el domingo llega un partido y, si lo pierdes, ese partido ya no vuelve.
P. ¿Esto se conseguirá en un par de semanas más, en un mes o más tiempo?
R. Esperemos que sólo sea una semana más (risas).
P. Hace unas semanas hizo un símil. Dijo que se habían recorrido 500 metros de un maratón. Aprovechando el escenario en el que estamos, ¿en qué posición llegará el Málaga a la línea de meta?
R. Ya se han corrido 1.000 metros (risas). Esperemos que en una posición holgada y tranquila. No podemos permitirnos el lujo de llegar de los últimos a la meta. Tenemos que intentar aprovechar la ventaja enorme que tenemos. Contamos con un apoyo importantísimo, una ciudad que apoya, que conoce las dificultades del club. Esa tranquilidad, el apoyo y el trabajo que tenemos nos harán cubrir objetivos.
P. A nivel personal, ¿cómo está viviendo su segunda etapa como entrenador del Málaga?
R. Estoy tranquilo, porque el trabajo de los jugadores me da tranquilidad. Estoy feliz, porque siempre que vengo a Málaga soy feliz. Lógicamente, tengo ganas de conseguir resultados, objetivos, de que todo el mundo esté satisfecho. Como Málaga no hay ningún sitio.
P. ¿Se ve muchos años aquí?
R. Seguro, o entrenando o viviendo. Estaría encantado de poder seguir. Me siento muy identificado con el club. Es un club que me dio la oportunidad de debutar en Primera, que volvió a confiar en mí y que me dio dos años para lograr los objetivos. Es un club al que le estoy muy agradecido. Ojalá pueda estar muchos años y vivir los momentos buenos que le van a llegar. En dos años ha sufrido una transformación importante y quiero ver cómo este club llega a niveles altos porque tiene ciudad para poder estar.
P. Tal y como está el fútbol, para los entrenadores es una gozada que le ofrezcan dos años para poder trabajar.
R. Sí, y además notando la confianza. La relación con el presidente es extraordinaria y él ha confiado en este proyecto. Tenemos la obligación de devolver esa confianza con esfuerzo, trabajo y resultados. Y de poner otra piedra más en este futuro Málaga. Se ha dejado un pasado, estamos en otra realidad y va a llegar un futuro en el que a todos nos gustará estar aquí.
PREGUNTA. ¿Cómo valora la situación actual del equipo?
RESPUESTA. Hay juego, hay orden, capacidad de trabajo y sólo falta el resultado. Si tuviéramos tres puntos más estaríamos muy satisfechos con el equipo, con la clasificación y con el trabajo. Pasa una vez en la vida que con el juego que están haciendo no llevemos más puntos. Tenemos que estar tranquilos.
P. ¿Cómo respira el vestuario?
R. Bien, muy bien. Es un vestuario que sabe lo que hay, sabe lo dura que es la Primera y conoce la igualdad que hay y que va a haber. Al final, el que quede bien clasificado es porque habrá sabido superar tanto los momentos difíciles como los buenos cuando se ganen dos partidos seguidos. Tenemos que tener la cabeza en su sitio.
P. Queda claro dónde se está fallando.
R. Hemos perdido varios puntos en jugadas de estrategia y eso es una pena porque con atención y actitud se resuelve. Tenemos que ajustar alguna cosilla más. No podemos perder puntos a lo tonto porque se echarán luego de menos.
P. ¿Hasta qué punto depende del entrenador corregir los errores en las áreas?
R. Todo pasa por nosotros. Tenemos que detectar el error y poner soluciones. Se tiene que solucionar en la mayor brevedad posible. El equipo está dando un nivel muy aceptable, al margen de esos dos o tres errores puntuales. Por eso hay que mantener la tranquilidad. Tenemos que conseguir que esas jugadas sean en beneficio nuestro.
P. Tras cuatro derrotas y un empate las dudas son normales. ¿Se zanja todo ganando al Almería?
R. Esto está empezando. Del décimo para abajo estamos en un pañuelo y lo vamos a estar en la jornada 35. Hay que estar lo más arriba posible y saber que los partidos determinantes que se van a jugar hay que ganarlos con esos detalles que ahora nos están haciendo perder.
P. No se le ve preocupado.
R. Estaría preocupado si no tuviésemos ocasiones de gol, si nos ganaran de cuatro o si el dominio del rival fuese aplastante, pero no es así. El equipo mantiene un nivel similar al rival y eso quiere decir que vamos a estar en el grupo de esos equipos como el Espanyol o el Racing.
P. Lo normal es que el fútbol le termine dando victorias.
R. Creo que sí. Tienen que llegar. Cuando trabajas bien y tienes ocasiones, los resultados tienen que llegar. Hay pequeños detalles que van a cambiar y lograremos la victoria que nos permita estar tranquilos y seguir creyendo en nuestro trabajo. Cuando llego los lunes a entrenar veo a un equipo fuerte de moral y eso ayuda muchísimo.
P. Estos días de parón y descanso, ¿invitan a la reflexión?
R. Sirve para relativizar todo, para recuperar a la gente que está tocada y para tranquilizar un poco el ambiente. Para hacer esa jornada de convivencia y preparar el choque que nos viene en casa, donde tenemos que demostrar que somos un equipo que va a hacer las cosas bien.
P. Viendo lo atípico de los últimos días, ¿le ha salido la vena psicóloga a Muñiz?
R. Creo que es importante en estos momentos. Si me apuras puede ser más importante que un momento de trabajo. Nos ha permitido estar juntos en un entorno distinto para no hablar de fútbol.
P. Usted defiende que mientras más se parezca un vestuario a una familia mejor.
R. Es fundamental. Hay equipos que son muy buenos y por culpa de no tener una buena sintonía bajan. Nosotros tenemos que intentar que el vestuario vaya a lo mismo y eso es primordial.
P. ¿Qué tiempo estima necesario para poder ver la mejor versión de los nuevos?
R. Ojalá sea con la mayor velocidad posible. Los jugadores se van adaptando poco a poco. En el fútbol se necesita un periodo de acoplamiento y hay jugadores que han vivido en el hotel hasta hace días. Los jugadores necesitan un espacio, pero el fútbol no tiene mucho tiempo y no puedes pedirlo porque el domingo llega un partido y, si lo pierdes, ese partido ya no vuelve.
P. ¿Esto se conseguirá en un par de semanas más, en un mes o más tiempo?
R. Esperemos que sólo sea una semana más (risas).
P. Hace unas semanas hizo un símil. Dijo que se habían recorrido 500 metros de un maratón. Aprovechando el escenario en el que estamos, ¿en qué posición llegará el Málaga a la línea de meta?
R. Ya se han corrido 1.000 metros (risas). Esperemos que en una posición holgada y tranquila. No podemos permitirnos el lujo de llegar de los últimos a la meta. Tenemos que intentar aprovechar la ventaja enorme que tenemos. Contamos con un apoyo importantísimo, una ciudad que apoya, que conoce las dificultades del club. Esa tranquilidad, el apoyo y el trabajo que tenemos nos harán cubrir objetivos.
P. A nivel personal, ¿cómo está viviendo su segunda etapa como entrenador del Málaga?
R. Estoy tranquilo, porque el trabajo de los jugadores me da tranquilidad. Estoy feliz, porque siempre que vengo a Málaga soy feliz. Lógicamente, tengo ganas de conseguir resultados, objetivos, de que todo el mundo esté satisfecho. Como Málaga no hay ningún sitio.
P. ¿Se ve muchos años aquí?
R. Seguro, o entrenando o viviendo. Estaría encantado de poder seguir. Me siento muy identificado con el club. Es un club que me dio la oportunidad de debutar en Primera, que volvió a confiar en mí y que me dio dos años para lograr los objetivos. Es un club al que le estoy muy agradecido. Ojalá pueda estar muchos años y vivir los momentos buenos que le van a llegar. En dos años ha sufrido una transformación importante y quiero ver cómo este club llega a niveles altos porque tiene ciudad para poder estar.
P. Tal y como está el fútbol, para los entrenadores es una gozada que le ofrezcan dos años para poder trabajar.
R. Sí, y además notando la confianza. La relación con el presidente es extraordinaria y él ha confiado en este proyecto. Tenemos la obligación de devolver esa confianza con esfuerzo, trabajo y resultados. Y de poner otra piedra más en este futuro Málaga. Se ha dejado un pasado, estamos en otra realidad y va a llegar un futuro en el que a todos nos gustará estar aquí.