El club cuenta con unos 500.000 euros para asumir la ficha de la última incorporación y por esa razón no puede optar a un 'nueve' La salida de Pere Martí o Cuadrado permitiría duplicar la cifra
Conviene no distraerse ni hacerse líos. A día de hoy, con el dinero del que dispone, el Málaga sólo busca un jugador para cerrar su plantilla y, como adelantó el sábado este periódico, se trata de un medio punta polivalente y que debe destacar por su velocidad. Esa es la realidad. Cualquier otra opción pasa por ver incrementada la cantidad disponible con la salida de algún miembro de la plantilla.
El Málaga tiene fijada una cifra para los emolumentos de su primera plantilla y es sagrada. De ahí no pasará. En otros tiempos el entrenador, Juan Ramón Muñiz, también ejercía de director deportivo y llevaba consigo una libreta en la que apuntaba las cantidades ya pactadas para no superar el límite. Ahora la situación apenas ha variado. Si entonces, hace dos años, el asturiano rendía cuentas ante los administradores concursales, ahora todo está sujeto a la supervisión de uno de ellos, Daniel Pastor, responsable del control presupuestario. El presidente, Fernando Sanz, buscó esta fórmula para evitar decisiones alocadas y sin sentido, muy propias de los últimos días dentro del plazo para fichajes y que podían poner en riesgo la viabilidad del club.
La inversión realizada hasta el momento se acerca al límite fijado. A día de hoy existe un remanente de unos 500.000 euros para asumir la ficha de una última incorporación. Esta es la razón de que el Málaga tenga descartada la apuesta por un delantero centro. Los goles hay que pagarlos, y un buen 'nueve' suele estar en cifras muy altas. En la mayoría de los casos los jugadores ofrecidos son absolutamente inaccesibles. Sanz fue tajante el viernes, durante la presentación del centrocampista tunecino Benachour, y expuso que el cupo de puntas estaba cubierto. Lo más fácil habría sido marear la perdiz, pero él sabe hasta dónde puede llegar el club en estos momentos.
Muy cauto
El Málaga busca en el mercado un medio punta dinámico y es evidente que con la cantidad disponible debe mostrarse muy cauto. Sus movimientos tienen que estar marcados forzosamente por el sigilo para evitar que se encarezca el producto o que otro club se inmiscuya en la operación y se lleve el gato al agua. Pero además no se puede errar en el tiro. Hay que acertar en esa última pieza para compensar las carencias existentes en el plantel a juicio de los técnicos de la entidad.
En cualquier caso, el Málaga también guarda otra baza y pasa por la posibilidad de que algunos jugadores dejen la plantilla. Los nombres que saltan a la palestra son Cuadrado y Pere Martí. Este último tiene una oferta del Murcia, club que quiere contar con él para liderar el centro del campo, y únicamente existe la discrepancia respecto a la duración del contrato. Le ofrecen dos temporadas y otra por objetivos, pero él exige tres garantizadas.
El caso del central salmantino es distinto. Tiene contrato en vigor y le gustaría concluir su contrato, pero sabe que la llegada de Stepanov y la indiscutible titularidad de Weligton pueden dejarlo todo el año sin jugar. Su salida pasaría por una oferta interesante tanto en la duración como en el apartado económico. El Málaga tiene claro que deberá prescindir de un central y, si Cuadrado finalmente continúa, cedería a Alcalá.
La diferencia entre que salga Cuadrado y que lo haga Alcalá equivale a disponer de unos 250.000 euros, lo que percibe de más el primero en comparación con el segundo. Si a esta cifra se le suma la ficha de Pere Martí -que pasaría a pagarla el Murcia- el Málaga contaría con aproximadamente otro medio millón de euros para invertir. Y sólo entonces se plantearía intentar la contratación de un segundo jugador, aunque habría que analizar las necesidades y también si existen opciones interesantes en el mercado.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-08-17/malaga-solo-tiene-dinero-20090817.html