El Málaga asume que este año deberá gastarse dinero
La crisis no sólo afecta ya a los blanquiazules • El club espera ingresar antes por Apoño y Gámez • Weligton fue el último futbolista por el que Sanz pagó un traspaso
"Lo que no vamos a hacer es tirar el dinero. La experiencia me dice que es mejor no precipitarse. Ya nos ha pasado lo de conseguir traer a alguien por la mitad de precio de lo que nos pedía apenas un mes antes". El que así se expresaba en estas mismas páginas, hace ahora justo un mes, no era otro que Fernando Sanz, presidente del Málaga.
Justificaba de ese modo el dirigente la falta de movimientos en el mercado veraniego a la espera de la llegada de las rebajas de julio e incluso de agosto. Sin embargo, lo que ha sido una filosofía de mercado impecable en las dos últimas temporadas, con refuerzos prácticamente a coste cero y llegando con mucha antelación al equipo, este año está costando mucho más el poderla repetir.
Sí que es cierto que los Xavi Torres, Munúa y Mtiliga han llegado gratis, sin que el Málaga haya debido desembolsar ninguna cantidad por sus derechos a sus clubes de origen. Pero estos tres fichajes han sido la excepción. Y todo porque el éxito de los de La Rosaleda, sin querer vivir por encima de sus posibilidades, es el que buscan también la mitad de los conjuntos de Primera división.
La crisis, salvo en el caso muy puntual del Real Madrid, está afectando a todos por igual. Y los clubes modestos, lógicamente, no quieren arriesgarse en un mercado en el que nadie quiere inyectar liquidez. Por ello, todos esperan a encontrar jugadores buenos, bonitos y… gratis. La competencia en ese nivel ha aumentado por lo que la opción de esperar hasta el final para encontrar un mirlo blanco en forma de descarte o cesión de un grande es un enorme riesgo porque no hay jugadores de calidad para todos. Y si los hay, se los llevará finalmente el mejor postor.
Una constante en el mercado
De ahí que en el Málaga, que este jueves lleva a cabo los primeros controles médicos a los jugadores antes de comenzar, a partir del día 13, la primera fase de pretemporada, se estén encontrando con muchas dificultades para reforzar al equipo de cara a la próxima campaña. Como les ocurre al Almería, Valladolid, Xerez, Racing o incluso, a otro nivel, a Sevilla, Atlético o Barcelona, por poner varios ejemplos.
Es una especie de Guerra Fría, de pulso entre los equipos que luego lucharán por objetivos similares para ver quién es el primero que pierde la paciencia y sale al mercado. De ahí que, sin querer "tirar el dinero", como señalaba Sanz, en el Málaga se hayan dado cuenta de que este año sí que tendrán que aflojar el bolsillo para traer algún refuerzo.
El último jugador por el que los costasoleños invirtieron dinero fue el brasileño Weligton. Quinientos mil fueron los euros que pagaron en La Rosaleda al Grasshoppers para hacerse con el central. Una cantidad inferior se gastó el Málaga para recuperar a Miguel Ángel y para conseguir la cesión de Adrián López.
Teniendo en cuenta las vicisitudes del mercado y la obligación de abonar tres millones de euros a un fichaje llamado Hacienda, en el Málaga esperan que algunos, como el Sevilla o el Villarreal, se lancen de manera definitiva a por Gámez y Apoño. Entre la contraprestación de jugadores que recibiría más el montante sobrante, reforzar al equipo sería una realidad más cercana.
http://www.marca.com/2009/07/06/futbol/equipos/malaga/1246898683.html