JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA El despacho de Francisca Castellano, secretaria del Decanato de la capital y de la Junta Electoral de Zona, amanece repleto de papeles cada día desde hace 15 jornadas. Su trabajo se ha multiplicado, al igual que el de sus compañeros, hasta tal punto que es imposible encontrar a tres personas para que el próximo domingo formen parte de las mesas electorales.
A todo el mundo se le ocurre una excusa convincente, o eso creen ellos, para eludir su responsabilidad para con las elecciones europeas del domingo. Según datos de la Junta Electoral de Zona, en Málaga y los 23 municipios que forman parte de la misma habrá 996 mesas (con casi 9.000 componentes). Del total de personas citadas, 1.200 (el 13%) han presentado un recurso contra su nombramiento. De ellos, sólo se ha estimado un 20%.
Hay barrios en los que las mesas sólo tienen un componente, como ocurre en Olías. Allí, la Policía Local y un funcionario llevan varios días intentando ´cazar´ a dos vecinos para que acuda al colegio electoral el domingo y ayude a sus conciudadanos a cumplir con el derecho a votar.
"La Junta Electoral de Zona está desbordada por la avalancha de excusas presentadas. No se había conocido nunca una situación así", explica Castellano. En las últimas elecciones, las generales, se presentaron entre 600 y 700 excusas, por lo que la cifra se ha duplicado en sólo un año.
Cada mesa está formada por un presidente y dos vocales, con dos suplentes por puesto. Es decir, hay nueve personas que han de presentarse el domingo a las 8.00 horas en el colegio. Y, de no acudir, pueden incurrir en un delito electoral castigado con multas que oscilan entre los 180 y los 1.800 euros. Los diferentes ayuntamientos (23 dependen de la Junta de Zona) efectúan un sorteo y se elige a esos nueve ciudadanos. Si los citados fallan, los consistorios eligen a otras nueve personas. "Tenemos mesas en las que han fallado los 18, entre excusas presentadas y domicilios que no se han localizado", relata Castellano con resignación.
Nadie sabe explicar el por qué de esta desidia. La primera razón que se arguye es que las elecciones europeas tienen menos tirón que las locales o las generales. De hecho, la abstención puede pulverizar este domingo la cosechada en anteriores comicios.
Excusas. También se apunta que, con el buen tiempo, es más difícil que una persona quiera pasar doce horas metiendo papeletas en una urna. Ni los 61 euros que cobra cada vocal parece surtir un efecto estimulante para la asistencia a las mesas electorales.
"Esta cita electoral es menos complicada que las anteriores, porque sólo hay una urna", ironiza la secretaria de la Junta de Zona.
Si de aquí al domingo la situación no mejora, los que madruguen se tendrán que hacer cargo del desaguisado, ya que los primeros que acudan a votar se podrían encontrar con la saludable obligación de formar parte de la mesa electoral. Todo un premio.
Cada uno de los vocales nombrados tiene siete días para alegar lo que considere conveniente. La Junta Electoral de Zona, formada por tres jueces y dos abogados de prestigio, contesta en un breve plazo y su decisión no puede ser recurrida. Esto suele causar malestar entre los ciudadanos.
Así, se han denegado, por ejemplo, excusas tales como la asistencia a bodas, bautizos y comuniones, salvo que, en el primer caso, se sea el novio o la novia (o familiares directos de los mismos). También se le ha dicho que no a los autónomos que alegan que el domingo deben trabajar, a los quiosqueros, dueños de asadores de pollos o pasteleros que aducen que ese día es uno "de los que más caja hacen".
Incluso, se le ha llegado a decir que no a varias personas que tenían previsto un viaje, aun cuando han llegado a presentar el billete del mismo. Aquellos que están enfermos, salvo que su afección sea grave, tampoco se libran. Ya sabe, si está nombrado y no acude, puede hacer frente a una cuantiosa multa, además de faltar a la fiesta de la democracia.
A todo el mundo se le ocurre una excusa convincente, o eso creen ellos, para eludir su responsabilidad para con las elecciones europeas del domingo. Según datos de la Junta Electoral de Zona, en Málaga y los 23 municipios que forman parte de la misma habrá 996 mesas (con casi 9.000 componentes). Del total de personas citadas, 1.200 (el 13%) han presentado un recurso contra su nombramiento. De ellos, sólo se ha estimado un 20%.
Hay barrios en los que las mesas sólo tienen un componente, como ocurre en Olías. Allí, la Policía Local y un funcionario llevan varios días intentando ´cazar´ a dos vecinos para que acuda al colegio electoral el domingo y ayude a sus conciudadanos a cumplir con el derecho a votar.
"La Junta Electoral de Zona está desbordada por la avalancha de excusas presentadas. No se había conocido nunca una situación así", explica Castellano. En las últimas elecciones, las generales, se presentaron entre 600 y 700 excusas, por lo que la cifra se ha duplicado en sólo un año.
Cada mesa está formada por un presidente y dos vocales, con dos suplentes por puesto. Es decir, hay nueve personas que han de presentarse el domingo a las 8.00 horas en el colegio. Y, de no acudir, pueden incurrir en un delito electoral castigado con multas que oscilan entre los 180 y los 1.800 euros. Los diferentes ayuntamientos (23 dependen de la Junta de Zona) efectúan un sorteo y se elige a esos nueve ciudadanos. Si los citados fallan, los consistorios eligen a otras nueve personas. "Tenemos mesas en las que han fallado los 18, entre excusas presentadas y domicilios que no se han localizado", relata Castellano con resignación.
Nadie sabe explicar el por qué de esta desidia. La primera razón que se arguye es que las elecciones europeas tienen menos tirón que las locales o las generales. De hecho, la abstención puede pulverizar este domingo la cosechada en anteriores comicios.
Excusas. También se apunta que, con el buen tiempo, es más difícil que una persona quiera pasar doce horas metiendo papeletas en una urna. Ni los 61 euros que cobra cada vocal parece surtir un efecto estimulante para la asistencia a las mesas electorales.
"Esta cita electoral es menos complicada que las anteriores, porque sólo hay una urna", ironiza la secretaria de la Junta de Zona.
Si de aquí al domingo la situación no mejora, los que madruguen se tendrán que hacer cargo del desaguisado, ya que los primeros que acudan a votar se podrían encontrar con la saludable obligación de formar parte de la mesa electoral. Todo un premio.
Cada uno de los vocales nombrados tiene siete días para alegar lo que considere conveniente. La Junta Electoral de Zona, formada por tres jueces y dos abogados de prestigio, contesta en un breve plazo y su decisión no puede ser recurrida. Esto suele causar malestar entre los ciudadanos.
Así, se han denegado, por ejemplo, excusas tales como la asistencia a bodas, bautizos y comuniones, salvo que, en el primer caso, se sea el novio o la novia (o familiares directos de los mismos). También se le ha dicho que no a los autónomos que alegan que el domingo deben trabajar, a los quiosqueros, dueños de asadores de pollos o pasteleros que aducen que ese día es uno "de los que más caja hacen".
Incluso, se le ha llegado a decir que no a varias personas que tenían previsto un viaje, aun cuando han llegado a presentar el billete del mismo. Aquellos que están enfermos, salvo que su afección sea grave, tampoco se libran. Ya sabe, si está nombrado y no acude, puede hacer frente a una cuantiosa multa, además de faltar a la fiesta de la democracia.