Al fin, Wawrinka resumió así su felicidad: "No sé bien qué decir... llevaba mucho tiempo intentando conseguir llegar a una final de Grand Slam, lo he conseguido y estoy feliz. Mi entrenador, Magnus Norman, me ha hecho progresar enormemente a base de trabajo duro y me ha hecho crecer a la hora de luchar. Jugué realmente agresivo, lo que es muy imporante contra Berdych para tomar ventaja de salida en todos los peloteos. Serví muy bien. Estaba concentrado en pegar bien a la pelota. Sería sensacional poderme enfrentar en la final del domingo a Roger Federer, el mejor jugador de siempre, y en una final enteramente suiza. Para Federer, jugar la final sería algo normal. Para mí, no.
A las 09:30 horas del viernes en España, Roger Federer se enfrentará en la segunda semifinal a Rafael Nadal, que no llevará en la mano izquierda los mismos vendajes que tanto le molestaron ante Dimitrov en cuartos. Con la mano mejorada, Rafa saldrá a jugar con una protección más ligera. En caso de que Federer se impusiera a Nadal, se trataría de la primera vez en la historia del tenis que dos jugadores suizos se medirían frente a frente en una final de torneo de Grand Slam.