Joaquín Sánchez
´Mi pasión desde que era chiquitito es el toreo´
El extremo portuense señala que influyó en su llegada Antonio Fernández, el director deportivo, con el que le une una gran amistad
Joaquín es, sin duda, uno de los jugadores más carismáticos de la plantilla. La Opinión
MIGUEL GÁMEZJoaquín Sánchez Rodríguez (El Puerto de Santa María, 21/07/81) desplega arte a raudales tanto dentro como fuera del terreno de juego. El gaditano, espontáneo y sencillo como pocos futbolistas, muestra la faceta más auténtica del típico andaluz: baila sevillanas, disfruta con el flamenco y los toros, cuenta chistes, le gusta mucho la Feria y la Semana Santa y es un enamorado de una tierra con un clima privilegiado. En Málaga comienza su segunda etapa, la de la madurez futbolística.
Tenía usted muchas ganas de volver a Andalucía, ¿verdad?
Volver, y sobre todo a un equipo como el Málaga, con todo lo que supone ahora mismo: el proyecto, la ilusión de la afición y poder hacer que disfrute después de tantos años de sufrimiento.
¿Qué destaca de nuestra tierra, a la que todos deseamos volver cuando estamos fuera?
(Risas). Yo creo que todos lo sabemos. En nuestra tierra se vive muy bien, se añora. Afortunadamente, he estado en un equipo muy importante cinco años y he podido crecer como futbolista y sentirme a gusto. No tengo nada que reprocharle al Valencia. Me he sentido futbolista y respetado, pero cuando te llega una ocasión como ésta, con el proyecto encima de la mesa, como andaluz no me lo pensé dos veces. Poder estar en tu tierra, con tu gente y sabiendo cómo se vive aquí, pues eso tira mucho.
Gaditano, que ha jugado en Sevilla y ahora lo hará en el Málaga, al que le gusta cantar y con sentido del humor. ¿Es el típico andaluz?
Sí, por los cuatro costados. Siempre he tenido un carácter transparente, extrovertido. Me gusta rodearme de la gente, tener una sonrisa en la boca, que los que tengo a mi lado disfruten. Y afortunadamente, en Andalucía y en el Málaga es lo que se respira.
Pero ¿es andaluz en todos los sentidos? Por ejemplo, ¿baila sevillanas?, ¿le gusta el flamenco?
Bailo sevillanas. Y canto, pero canto muy mal, pero me gusta tanto que me arranco.
Ha cantado con Andy & Lucas.
Sí, son muy amigos míos. Estuvimos grabando el villancico por Navidad, que es «aflamencao». Y no sólo tengo amigos del cante, también del flamenco.
¿Y los toros?
Claro que sí. Cuando digo que soy andaluz por los cuatro costados, no miento. Tengo esa vocación.
¿Y el gazpacho?
Bueno, el gazpacho, según... Me gusta «concentrao», fuerte. Como esté un poquito suave, ya no me gusta.
¿Y la Feria y la Semana Santa?
La Feria, sí. Y la Semana Santa, pero me gusta verla en mi casa. Me trago las procesiones en casa. Me gusta salir un día con mi mujer y con mis hijas, ir a la calle, pero un día. Me gusta mucho verlo por la tele.
¿A quién se le ocurrió la idea de que usted contara un chiste en la presentación?
Pues mira, no tenía nada previsto, pero me lo pidieron y después de estar con 15.000 espectadores, no podía echarme atrás. Había que echarle valor y tirar «pa alante». Y yo, «encantao». Es de esas cosas por las que uno se siente privilegiado. Me lo pidió el presentador (Salva Reina, «Chuki»).
¿Esperaba un recibimiento así en La Rosaleda?
Yo esperaba un recibimiento como el que estaba viendo, con la ilusión de la gente. Esperaba gente, pero no tanta. No esperaba tanta euforia. Y la gente entregada. «Joaquín, Joaquín». Sólo por eso merece la pena estar en este Málaga»
El chiste fue muy bueno. Y, con el arte que tiene, se metió a la gente en el bolsillo, como se suele decir.
Eso intenté. La verdad es que fue algo improvisado y magnífico. Es de las cosas que te llevas el día de mañana.
¿Hasta qué punto ha influido Antonio Fernández en su llegada al Málaga CF?
Ha influido en todo. Antonio me traslada que al cuerpo técnico y a todo su equipo le haría ilusión que yo viniera al Málaga. Desde el primer momento, el apoyo, la confianza...
A Antonio lo conoce desde hace mucho tiempo, ¿verdad?
Sí, Antonio también es de mi tierra, de Jerez, de la tierra del cante. Fue bailaor. Es de los nuestros, como yo digo.
Cuénteme, ¿cómo es Joaquín a partir del minuto 90? No las características futbolísticas, sino en su casa?
Llevo seis años casado. Tengo dos niñas: una de cuatro años que se llama Daniela, y otra de nueve, que se llama Salma. Joaquín es muy normal. Un chiquillo. Me gusta bromear, contar chistes y estar con mis amigos.
¿Y cocina?
No, la verdad es que no se me da muy bien. Lo reconozco. Me gusta comer bien y estar rodeado de gente con la que yo me sienta a gusto. Soy tranquilo y casero.
¿Hace tareas en casa?
No. Me gusta estar mucho con mis niñas, jugar con ellas. Por suerte, mi mujer, que es sevillana, es una «fenómena» en todo eso. Somos una familia muy normal y muy andaluza.
¿Es usted manitas, de los que arreglan un enchufe o hace un mueble?
Me cuesta. Soy un flojo en ese sentido. Si tengo que ponerme, me pongo, no soy torpe, pero me cuesta.
¿Qué otras aficiones tiene?
Tengo una vocación desde chiquitito, que es el toreo. Me gusta mucho el mundo del toro. Este año voy a ir a La Malagueta. Ya estoy estudiando el cartel de la Feria. Soy mucho de Morantes, de Manzanares, de Jesulín de Ubrique. Tengo un buen amigo, que se llama Jesuli de Torrecera, Padilla... Tengo también amigos ganaderos. Disfrutaré este año en La Malagueta. Y, como deporte, también me gusta mucho el tenis. Juego a las cartas.
¿Con qué jugador de la plantilla tiene más feeling?
Con Sergio Sánchez. Tiene un carácter parecido al mío. Es catalán de nacimiento, pero toda su familia es andaluza. Ya conocía a Julio (Baptista) de haberme enfrentado a él. Y, después con todos. Gámez es buen chaval, Apoño...
¿Cuál ha sido el mejor momento de su carrera?
Los cinco años que estuve en el Betis, en los que gané la Copa del Rey y jugué la Champions. Fue todo espectacular. Ahora estoy en una segunda etapa, con más madurez y tranquilidad.
¿Y el peor momento?
El que estuvimos luchando por no descender con el Valencia, hasta que llegó Koeman. Fue un momento difícil, hace tres temporadas. Fue jodido, porque además no jugaba.
Usted fue protagonista del mayor «robo del siglo» para el fútbol español, en el Mundial de Corea en cuartos de final (dio el pase de un gol legal e injustamente anulado por supuestamente haber pasado la línea de fondo).
Pues sí. Había un grupo muy bueno, con futbolistas contrastados. Si hubiéramos ganado a Corea, nos habríamos metido en la final. Seguro. Jugaron con la ilusión de un equipo y de todo un país. Mi pase..., pero no puedes hacer nada.
Un deseo para esta campaña.
Que esa ilusión que tiene la afición del Málaga se lo podamos devolver con creces. Los años anteriores, con todo lo que han sufrido, no han dejado de estar con el equipo. Lo hemos visto todos. Se ha hecho un equipo para estar arriba, pero hay que ir paso a paso, partido a partido.