JOSÉ CRIADO. MÁLAGA El peligro cercano vuelve a colarse por la rendija de la puerta de La Rosaleda para este partido liguero. No proviene del Mallorca, pese a que sea un rival a tener en cuenta y que puede comprometer mucho el juego malaguista. La amenaza es el día en el que se disputará el encuentro contra los bermellones y que ha creado toda una maldición digna de estudio: mañana sábado 16 de abril a las 18.00 horas.
De un tiempo a esta parte, para el Málaga se ha convertido en todo un calvario jugar en sábado. La fortuna, por llamarlo de alguna forma, ha sido esquiva en los enfrentamientos que los malaguistas han disputado en el penúltimo día de la semana y el balance no puede ser más desolador con sólo una victoria en 26 partidos jugados desde que el Málaga regresó a la elite.
El conjunto blanquiazul tiene el dudoso honor de ser el equipo que más duelos no ha conseguido ganar en sábado. Y es que los últimos 20 encuentros disputados en la tarde sabatina, el Málaga no ha cosechado la victoria. Tanto es así que el último y único triunfo se remonta al pasado 11 de abril de 2009, hace poco más de dos años en El Madrigal contra el Villarreal del precisamente ahora técnico del Málaga, Manuel Pellegrini y con Antonio Tapia en el banquillo blanquiazul.
Aquella victoria, que contó con los goles de Duda y Eliseu, es el único registro positivo del Málaga en un sábado desde que subió de Segunda División. Desde entonces, derrotas y empates.
Es evidente que jugar el sábado supone todo un problema para el Málaga. En estos 26 partidos adelantados del clásico día del fútbol, el domingo, el equipo malaguista ha cosechado 16 derrotas y 9 empates. Además, jugar bajo el calor de La Rosaleda tampoco es un factor determinante para alterar el resultado final ya que en 14 ocasiones que han jugado en Martiricos, no ha habido el premio final de la victoria. Ni por esas.
Incluso existe un precedente similar al enfrentamiento que se disputa mañana en la Costa del Sol. El pasado sábado 18 de abril de 2009, el Mallorca visitó La Rosaleda al igual que lo hará mañana. El resultado final fue de 1-1 con goles de Apoño por parte de los locales y de Juan Arango por los mallorquines. Evidentemente, la maldición tuvo su efecto negativo en el equipo malaguista.
Esta temporada, el Málaga ya ha disputado hasta seis partidos en sábado con un balance de cinco derrotas y un empate. El problema, por lo tanto, no tiene aparente solución pese a intentarlo una y otra vez.
Los últimos choques
Los últimos encuentros disputados en la tarde o noche sabatina fueron el 4-3 contra el Valencia en Mestalla, donde el colegiado Rubinos Pérez hizo de las suyas y evitó un premio mayor del Málaga en la ciudad del Turia; y el 1-2 del Zaragoza en Martiricos una jornada después, que fue el principio de la debacle blanquiazul en esta segunda vuelta. El gol de Sinama Pongolle en el ocaso del partido contra los maños supuso todo un jarro de agua fría para el malaguismo.
Desde entonces, el Málaga no ha vuelto a jugar en sábado. Con buen tino, el conjunto de Pellegrini ha conseguido regatear a su día negro de la semana, aunque tampoco haya tenido demasiado premio en el resto de jornadas. Ahora, sin embargo, el calendario devuelve al Málaga al sábado.
Sin embargo, en esta ocasión ha sido el club de Martiricos el que solicitó adelantar el encuentro de esta jornada a la tarde del sábado. Y es que el temor a que coincidiera el fútbol con algunas de las procesiones más importantes de la ciudad en Semana Santa obligó al club a solicitar a la LFP adelantar el encuentro, olvidando la maldición que persigue al equipo en estos casos.
Aún así, es el momento de acabar con esta maldición y de espantar todos los fantasmas posibles. Este sábado sí será de fiesta.