El nuevo director deportivo del Málaga atendió a La Opinión de Málaga en las oficinas de La Rosaleda
MÁLAGA El nuevo director deportivo del Málaga es un hombre de fútbol que disfruta hablando de fútbol. Aterriza en la capital costasoleña con una carrera dilatada y pese a tener el currículum lleno de éxitos espera logar aquí uno de sus retos más importantes. Sin embargo, la realidad es bien distinta al sueño del futuro. Y el Málaga CF de hoy está lejos de ser grande.
¿Cómo surgió la opción de venir al Málaga?
Surge en verano. Estaba en pleno Mundial y era una opción que en principio no contemplaba. Pero fue a través de un intermediario, sin nadie del club. Prácticamente pasé página. Pero cuando volví a España me volvieron a llamar y me plantearon un proyecto interesante. Pero no era una cosa fácil abandonar la Federación. Pero tras mucho pensarlo y tras varias reuniones, opté por venir.
Ha estado en el Sevilla, Xerez, Valencia y la Federación Española ¿Cuál ha sido la etapa que más le ha llenado anteriormente?
Sin duda por la magnitud de lo conseguido, la selección. Un Mundial es lo máximo que tanto un jugador como un técnico puede aspirar a conseguir. Por mi trayectoria profesional, el Sevilla me marcó muchísimo porque fueron mis inicios. Llegué a un club prácticamente en quiebra técnica, por hacer y acabamos ganando títulos.
Asegura que era muy difícil decirle no a la Federación. Sin embargo, aquí se encuentra. ¿Le atraía más el trabajo diario de un club de Primera o el proyecto de este nuevo Málaga es un caramelo irrechazable?
Es una mezcla de todo. Yo lo tomo como un reto personal importante. Tal y como me presentan el proyecto, el club tiene un margen de crecimiento muy importante. La parcela deportiva va a jugar un papel fundamental. Y me veo capacitado para llevarla a cabo y ellos también lo han entendido así. Tenemos tiempo suficiente para hacer cosas importantes. Decir no a la Federación obedece fundamentalmente a que entiendo que el proyecto que nació este verano aún se puede reconducir para hacer grandes cosas. Soy un hombre de retos. Cuando estaba en el Sevilla ganando títulos me fuí al Xerez a Segunda. Y ahora tras ganar un Mundial me voy a un equipo de Primera que cuando firmé mi contrato estaba el último de la clasificación. No es ningún problema y soy consecuente con lo que he hecho.
¿Encuentra alguna similitud en los proyectos que estuvo anteriormente con el de ahora en el Málaga?
Cada uno tiene sus características, pero quizás por la capacidad de crecimiento, quizás la del Málaga, a priori parezca mayor que la del Sevilla y quizás por ello se parezcan. Se está cimentando la estructura básica para hacer un proyecto importante. Pero lo anterior no debe de servir para hacer un paralelismo. Sí para tenerlo como referencia y para aportar lo mejor de cada sitio.
¿Se ha traído de la Federación el kit de bombero?
El kit de bombero siempre lo llevamos los directores deportivos con nosotros. Es normal que en un club como el Málaga haya que algún que otro incendio que apagar.
Hacía falta la figura de un director deportivo aquí en Málaga, pero ¿qué se espera de Antonio Fernández a partir de ahora?
Lo que se espera no lo puedo decir yo. Pero sí lo que puedo ofrecer, que es muchísimo trabajo y muchas horas de dedicación y tratar de controlar todo el fútbol posible para que el margen de error sea pequeño. En estos cargos nos pagan para tomar decisiones. Muchas veces son antisociales, pero son en beneficio del club. Las tomaremos en el momento oportuno si hay que hacerlas.
El pasado fin de semana viajó con el equipo a Palma de Mallorca. ¿Tiene previsto desplazarse con la plantilla a menudo?
Creo que este primer viaje era importante para mostrar la figura del director deportivo. Por la cercanía con el técnico que está recién aterrizado. Porque el jugador se sienta arropado, si alguno tiene alguna sugerencia, inquietud o problema. Que pueda comprobar que la figura del director deportivo es cercana. Ahora, al principio por las circunstancias, quizás sea mucho más importante estar con los jugadores y técnicos que estar por ahí viendo partidos.
Un equipo que está habitualmente en descenso suele dar la sensación de que no es un competitivo, que le superan todos los factores externos. El Málaga, al menos en los últimos partidos, por lo menos da la sensación que no está muerto y que es competitivo, aunque no acompañen los resultados...
Sí, el equipo es competitivo. De todas formas, cuando un equipo está en puesto de descenso es difícil extraer cosas positivas, que también las tiene. Pero para eso estamos. No sólo para extraerlas, sino también para potenciarlas.
Háblenos un poco de Alfonso Serrano, ¿cómo es como profesional? ¿Había trabajado antes con él?
Nos conocemos desde hace 12 años. Cuando comenzamos en esto, Alfonso estuvo en varios equipos como jugador, pero se retiró por un problema físico. Lleva 10 ó 12 temporadas consecutivas en la elite del fútbol sin parar. Tiene muchos contactos de jugadores y representantes y de gente que rodea al mundo del fútbol. Para mí era una pieza importante que me va a ayudar mucho en el día a día en el club. No habíamos trabajado juntos en ningún club. Pero mirándonos nos entendemos.
Tanto Pellegrini como usted han afirmado públicamente que por el momento no se mira al mercado invernal. ¿Lo hacen porque temen que algunos jugadores puedan bajar los brazos o que se vean fuera del equipo?
Queda tiempo para que abra el mercado. Y tampoco podemos dejarnos llevar por las últimas sensaciones que nos dejen el último partido o el último entrenamiento. Tenemos que ser coherentes para tener la máxima información posible en el menor tiempo posible. Si el mercado abriera mañana, posiblemente habríamos acelerado ese proceso.
Se habla mucho del futuro del Málaga como un club grande. Pero, ¿no es un error pensar en ello cuando el Málaga está ahora mismo en una situación tan delicada?
Yo a día de hoy, lo del Málaga grande lo veo muy lejos. Real, pero muy lejos. Por lo que hay que ser consecuente. Y lo consecuente es que el Málaga está en puesto de descenso, que tiene diez puntos y que ha encajado 27 goles. Hay muchas pasos que corregir. El primer paso el mantener la categoría este año con dignidad y como sea. El año que viene hay que pensar en dar un saltito de calidad. Y poco a poco. Pero hablar de un Málaga grande es un poco erróneo.
Las estadísticas reflejan que sólo un 10 por ciento de los jugadores firmados en el mercado invernal suelen triunfal. ¿Cuál es el perfil que se busca para un jugador en el mercado de invierno?
Es que, a día de hoy no tenemos del todo claro la situación. Pero en el supuesto caso de que llegue alguien, tiene que ser un jugador que llegue con experiencia para jugar y que nos saque las castañas del fuego, por hablar claro. No hemos definido ni perfiles ni número de altas, de bajas ni nada. Estamos en esa fase que estamos mirando mucho fútbol. Filtrando posiciones para cuando el entrenador pueda pedir algo.
Esta situación tiene culpables que ya no están en el club. Pero, ¿es sólo por culpa de una mala planificación en los fichajes?
Yo no creo que haya que buscar culpables. La situación es la que es y los que hemos llegado ahora sabemos a lo que venimos. Sería una pérdida de tiempo pensar quién vino, cómo vino o demás. No se puede perder el tiempo en eso y sí en ver cuál es la solución que nos ofrece el panorama futbolístico para revertir la situación.
En el mercado veraniego dio la sensación de que el Málaga pagaba un precio quizás fuera de mercado por determinados jugadores. ¿Ese error puede ser común cuando un club llega con la cartera llena?
Yo siempre he tenido muy poco dinero para firmar jugadores. Tampoco es que sea una norma. Siempre hay que intentar conseguir el mejor precio del mejor futbolista. Y buscar un equilibrio. Y no dejarte llevar por el precio. Hay que optimizar los recursos.
¿Fue también un error marcarse como objetivo acabar entre los diez primeros?
Quizás fue un poco por la ilusión. El exceso de ilusión. Pero no gastarse más dinero te va a hacer tener más éxito. La situación es bien distinta
¿Hasta qué punto va a jugar la cantera un papel preponderante en el Málaga del futuro?
Lo principal para la cantera es tener una Ciudad Deportiva. No puede entrenar cada equipo en un sitio diferente. A la hora de enseñar una metodología, el desarrollo del futbolista como persona y como jugador, de hacer propuestas de un tipo de entrenamiento conforme a un sistema de juego... Todo eso se hace con una buena Ciudad Deportiva. Ésa es la base en la que se tiene que sustentar la cantera del Málaga. Sé que va por buen camino, pero hay que esperar. Me dicen que con un poco de suerte, para el año que viene ya se podría estar.
Sin entrar en nombres, ¿cree usted que 17 millones fue un precio excesivo que pagó el Málaga el verano pasado para reforzarse?
Si haces un estudio de mercado de lo que se ha pagado en el resto de confecciones de plantilla de Primera División, evidentemente es un coste bastante alto teniendo en cuenta que el equipo está en puesto de descenso. Pero eso es mirar atrás. Ahora hay que mirar adelante. Y si entendemos que hemos cometido errores, hay que poner soluciones.
¿Qué le diría a la afición como máximo responsable deportivo para tranquilizarla?
A la afición le diría que siguiera apoyando al equipo y por otra parte le quiero transmitir un mensaje de tranquilidad porque vamos a trabajar a tope. Estoy totalmente convencido de que esta situación la vamos a revertir y que el Málaga estará donde se merece.
La cúpula del club aseguró tras el mercado veraniego que a partir de enero comenzaría el plan A. ¿Tienen previsto fichar algún crack a corto plazo?
A día de hoy hay que mantener la tranquilidad. Yo hablaba con el club antes de firmar y les hacía ver que lo caro no es sinónimo de bueno. Creo que no puede haber demasiados altibajos en el vestuario entre unos jugadores y otros. El vestuario lo componen 22 ó 25 jugadores. Tiene que haber una armonía. Y no puede llegar un megacrack que cobre diez veces más que el resto. Creo que hay que ir creciendo poco a poco.
Casero, familiar y cocinero pero con el fútbol como estilo de vida
«No soy un friki del fútbol». Antonio Fernández gana en las distancias cortas. Asegura sin miedo pese a parecer un loco que el fútbol le apasiona. Casi podría tratarse de una obsesión o una enfermedad de la que no existe medicina. «No tengo tiempo libre», apunta regateando a las preguntas a su vida personal. Antonio Fernández es un técnico con alma de futbolista. Como buen futbolero, apuntaba maneras. Zurdo, fino y ofensivo, Fernández quería ser estrella. Pero tres inoportunas lesiones de rodilla a los 19 años recondujeron su carrera a los despachos. Tras su éxito en el Sevilla se marchó a Xerez, Valencia y la Federación. Pero su etapa en Las Rozas le dio una tregua en su vida. «Mi trabajo en la Federación no era tan estresante y tenía tiempo para hacer otras cosas. Tenía que hacer la información del rival y el seguimiento de nuestros jugadores. El tiempo lo repartía con mi familia, sobre todo, y a perfeccionar los idiomas, los amigos y hacer más deportes» Y aprendió a perfeccionar sus artes culinarios. Sin embargo, esa vida forma parte del pasado. De Málaga asegura conocer sólo La Rosaleda, el Estadio de Atletismo y el Hotel Guadalmar. «No tengo casa ni me preocupa. Me están haciendo un filtro gente que conoce la zona». Le gusta la música, el teatro y el cine. «Tengo buenos amigos dentro del mundo de la música, de los actores y del toreo». El cantante y compositor David de María puede dar buena fe de ello, ya que promocionó su carrera en sus inicios cuando apenas tenía 15 ó 16 años y formaba parte de un grupo llamado ´Kelliam 71´. «Es como si fuera mi hermano y me aconsejó venir a Málaga».
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