El nuevo dueño pone en marcha un plan de rediseño del estadio que comenzó por el césped y acabará con una nueva estética de la instalación
La Rosaleda será otra en pocos meses. Según ha sabido este periódico, el nuevo propietario del Málaga tiene ya en marcha un ambicioso plan para mejorar la imagen y las condiciones del estadio por dentro y por fuera. Pretende rediseñar la instalación para hacerla más atractiva y funcional. El objetivo se centra en que se asemeje a otros grandes campos españoles.
Nada más llegar los gestores de confianza del jeque al club hablaron de la necesidad de hacer algunas modificaciones de cierto calado en las instalaciones, todas las que utiliza el club. Para ello consultaron con los propietarios, las instituciones, que les dieron vía libre para estas mejoras. Lo que sí queda casi descartado de entrada es la posibilidad de que se amplíe el aforo del estadio, pues técnicamente es muy complicado. No se descarta a largo plazo, si bien es poco probable que se pueda desarrollar una opción que también sería excesivamente costosa.
Los cambios vienen dados, por una parte, por pura necesidad. Los gestores anteriores del club ya sabían que el césped del campo principal de La Rosaleda debería cambiarse, pues en temporadas anteriores su situación era pésima en ciertas fases del campeonato. Pero los nuevos dueños pensaron lo mismo y, sobre todo, lo recomendó el entrenador, Jesualdo Ferreira. A partir de entonces, pese a que el club estaba en un momento de transición, se estudiaron ofertas y comenzaron los trabajos. También se incluyó el estadio de atletismo, que es donde desarrollará los entrenamientos habituales el equipo.
Amplias reformas
Pero las reformas estructurales no quedaron reducidas a la hierba. También se programaron actuaciones en los vestuarios, tanto en el estadio de Martiricos como en el de atletismo, y en las oficinas, que serán ampliadas de una forma importante. Estas actuaciones todavía no han comenzado.
Pero lo más espectacular y llamativo para los aficionados no se centrará en estos cambios, sino en el embellecimiento general de la instalación, tanto en el interior como en el exterior. No ha sido anunciada ninguna actuación concreta, si bien este periódico ha conocido algunas de ellas. Para empezar, el estadio será pintado de una forma atractiva. En pocos días, además, serán colocados los nuevos banquillos, más parecidos a los que se encuentran en los estadios de los clubes grandes. De hecho, estas obras ya han comenzado, como se puede apreciar en la imagen que ilustra esta información.
Pero lo más impactante estará en el exterior del campo. Se desconoce cuál será la fórmula elegida para cambiar la imagen del estadio, si bien podría ser mediante el acristalamiento, lo que rompería con la actual imagen tradicional de La Rosaleda. Serán, en cualquier caso, un conjunto de medidas completo y perfectamente armonizado. Lo que no se conoce son los plazos, pues ahora se está procediendo a ejecutar aquellas modificaciones que afectan a la plantilla. Estas son las imprescindibles para que el equipo comience el campeonato sin alteraciones.