Carlos Cariño | 24/12/2009
El año 2009 se nos escapa de las manos. ¿Qué balance se puede hacer?
En lo deportivo, si exceptuamos estos últimos tres meses en los que estamos sufriendo demasiado, es bastante positivo. Estamos a sólo un punto de salir de los puestos de descenso y en octavos de final de la Copa del Rey que es algo que pocas veces se ha conseguido en la historia del club. En lo económico el equipo poco a poco se va saneando que es el objetivo inicial que nos trazamos cuando asumimos la gestión del club en 2006.
2006. Ahí sí que estaba mal el Málaga.
¡Peor que mal! La situación actual es idílica comparada con aquella. El club estaba en bancarrota y a punto de bajar a Segunda B y, por consiguiente, desaparecer. Hicimos un plan basado en tres puntos: en primer lugar el saneamiento del club; en segundo lugar la Ciudad Deportiva y en el tercero, el ascenso a Primera.
Vayamos por partes.
El primer punto se explicó en la Junta General de Accionistas. Presentamos un presupuesto de 25,7 millones de euros con un superávit de 234.000 euros. Hemos conseguido además afrontar seis millones más de la deuda, por lo que ahora nos queda por pagar 14 millones en cuatro años para que el club esté limpio de deuda. Pero es fundamental que nos mantengamos en Primera.
¿Y la Ciudad Deportiva?
Son unos terrenos que el Ayuntamiento cede a la Diputación y que están a la espera de que el PGOU dé el visto bueno para que pueda cristalizar y también de una permuta de terrenos de El Viso por la Universidad.
¿Esperaba terminar en puesto de descenso el año 2009?
Pues si le digo la verdad, no. Cuando hicimos la plantilla todo el mundo decía que era mejor y más completa que la de la temporada pasada. Hicimos un esfuerzo importante para traer a Luque, a Duda, a otros 12 jugadores y para que no se marcharan jugadores como Apoño o Jesús Gámez que los quería media Liga. Ganamos el primer partido al Atlético de Madrid y ya daban por hecho que nos metíamos en Europa del tirón.
Pero, pierden en Riazor...
Sí por un gol que nos marca Filipe Luis desde su casa y una ocasión que Baha no mete. La derrota contra el Racing nos hizo daño porque el equipo no mereció perder pero cometimos un error atrás que nos costó el partido, hasta el extremo de que entramos en una dinámica negativa.
Y se empezó a cuestionar al entrenador, Juan Ramón Muñiz.
De mi boca nunca habrán escuchado que hayamos cuestionado al entrenador o que le diéramos un ultimátum. En la semana que jugamos contra el Sevilla, que era un sábado a las diez de la noche me hicieron esa pregunta en El Larguero y yo respondí: "Esa pregunta formúlenmela a las 12 de la noche, después de ese partido".
¿Y qué pasó?
Pues que el míster salió reforzado. No por mí, sino por la imagen que dio el equipo. Mereció ganar a un gran equipo como es el Sevilla.
Y apostando por la cantera. Iván González es todo un descubrimiento.
Es que Muñiz siempre ha sido valiente a la hora de sacar jugadores de los equipos inferiores que después se convierten en el mejor patrimonio del club. Lo hizo en su primera etapa con el Málaga, con el Racing y este año han debutado seis jugadores del Atlético Malagueño. Y en los dos últimos partidos, en el once inicial había siete malagueños. Nuestro deseo es que el míster siga muchos años con nosotros porque será señal de que el Málaga va bien.
¿Cómo está afrontando la búsqueda de refuerzos en este mercado de invierno que se abrirá el 2 de enero?
Es evidente que el club tiene que hacer un esfuerzo. Nos hemos pasado en 700.000 euros lo presupuestado en la plantilla, fichajes y sueldos. Tenemos que buscar fórmulas económicas a base de imaginación e ingenio para encontrar vías de financiar la llegada de los jugadores que tengan que venir.
Para que haya entradas, tiene que haber salidas.
A lo mejor hay jugadores que no se encuentran a gusto y quieren salir.
¿Iban Cuadrado, Stepanov y Edinho?
Eso es lo que se ha publicado. No puedo decir nada.
¿Y Eliseu?
Sabemos que él quiere venir, que no está contento en el Lazio y que su familia echa de menos Málaga.
¿Y Abreu, Sosa y Miku?
También son opciones que están ahí.
El otro día era el hombre más feliz del mundo durante el acto de puesta de largo del Museo del Málaga.
¡Es que el Museo es para flipar! Una maravilla. Un gran trabajo auspiciado por la Fundación y que va a estar ahí, para los malagueños, para toda la vida. Cuando la gente vea esto, serán más del Málaga y menos del Real Madrid o del Barcelona. Fue uno de mis momentos más emocionantes desde que llegué al Málaga en 1999.
Albert Luque nos comentó no hace mucho que le hacía mucha ilusión jugar la final de Copa y que el equipo se iba a salvar.
¡Eso lo firmamos todos! Seguir en Primera es el objetivo. Pero si encima nos metemos en la final de Copa, seria impresionante.
¿Y qué nos puede decir del papel de la afición?
Increíble. Ya vieron cómo levantó al equipo contra el Mallorca.
El año 2009 se nos escapa de las manos. ¿Qué balance se puede hacer?
En lo deportivo, si exceptuamos estos últimos tres meses en los que estamos sufriendo demasiado, es bastante positivo. Estamos a sólo un punto de salir de los puestos de descenso y en octavos de final de la Copa del Rey que es algo que pocas veces se ha conseguido en la historia del club. En lo económico el equipo poco a poco se va saneando que es el objetivo inicial que nos trazamos cuando asumimos la gestión del club en 2006.
2006. Ahí sí que estaba mal el Málaga.
¡Peor que mal! La situación actual es idílica comparada con aquella. El club estaba en bancarrota y a punto de bajar a Segunda B y, por consiguiente, desaparecer. Hicimos un plan basado en tres puntos: en primer lugar el saneamiento del club; en segundo lugar la Ciudad Deportiva y en el tercero, el ascenso a Primera.
Vayamos por partes.
El primer punto se explicó en la Junta General de Accionistas. Presentamos un presupuesto de 25,7 millones de euros con un superávit de 234.000 euros. Hemos conseguido además afrontar seis millones más de la deuda, por lo que ahora nos queda por pagar 14 millones en cuatro años para que el club esté limpio de deuda. Pero es fundamental que nos mantengamos en Primera.
¿Y la Ciudad Deportiva?
Son unos terrenos que el Ayuntamiento cede a la Diputación y que están a la espera de que el PGOU dé el visto bueno para que pueda cristalizar y también de una permuta de terrenos de El Viso por la Universidad.
¿Esperaba terminar en puesto de descenso el año 2009?
Pues si le digo la verdad, no. Cuando hicimos la plantilla todo el mundo decía que era mejor y más completa que la de la temporada pasada. Hicimos un esfuerzo importante para traer a Luque, a Duda, a otros 12 jugadores y para que no se marcharan jugadores como Apoño o Jesús Gámez que los quería media Liga. Ganamos el primer partido al Atlético de Madrid y ya daban por hecho que nos metíamos en Europa del tirón.
Pero, pierden en Riazor...
Sí por un gol que nos marca Filipe Luis desde su casa y una ocasión que Baha no mete. La derrota contra el Racing nos hizo daño porque el equipo no mereció perder pero cometimos un error atrás que nos costó el partido, hasta el extremo de que entramos en una dinámica negativa.
Y se empezó a cuestionar al entrenador, Juan Ramón Muñiz.
De mi boca nunca habrán escuchado que hayamos cuestionado al entrenador o que le diéramos un ultimátum. En la semana que jugamos contra el Sevilla, que era un sábado a las diez de la noche me hicieron esa pregunta en El Larguero y yo respondí: "Esa pregunta formúlenmela a las 12 de la noche, después de ese partido".
¿Y qué pasó?
Pues que el míster salió reforzado. No por mí, sino por la imagen que dio el equipo. Mereció ganar a un gran equipo como es el Sevilla.
Y apostando por la cantera. Iván González es todo un descubrimiento.
Es que Muñiz siempre ha sido valiente a la hora de sacar jugadores de los equipos inferiores que después se convierten en el mejor patrimonio del club. Lo hizo en su primera etapa con el Málaga, con el Racing y este año han debutado seis jugadores del Atlético Malagueño. Y en los dos últimos partidos, en el once inicial había siete malagueños. Nuestro deseo es que el míster siga muchos años con nosotros porque será señal de que el Málaga va bien.
¿Cómo está afrontando la búsqueda de refuerzos en este mercado de invierno que se abrirá el 2 de enero?
Es evidente que el club tiene que hacer un esfuerzo. Nos hemos pasado en 700.000 euros lo presupuestado en la plantilla, fichajes y sueldos. Tenemos que buscar fórmulas económicas a base de imaginación e ingenio para encontrar vías de financiar la llegada de los jugadores que tengan que venir.
Para que haya entradas, tiene que haber salidas.
A lo mejor hay jugadores que no se encuentran a gusto y quieren salir.
¿Iban Cuadrado, Stepanov y Edinho?
Eso es lo que se ha publicado. No puedo decir nada.
¿Y Eliseu?
Sabemos que él quiere venir, que no está contento en el Lazio y que su familia echa de menos Málaga.
¿Y Abreu, Sosa y Miku?
También son opciones que están ahí.
El otro día era el hombre más feliz del mundo durante el acto de puesta de largo del Museo del Málaga.
¡Es que el Museo es para flipar! Una maravilla. Un gran trabajo auspiciado por la Fundación y que va a estar ahí, para los malagueños, para toda la vida. Cuando la gente vea esto, serán más del Málaga y menos del Real Madrid o del Barcelona. Fue uno de mis momentos más emocionantes desde que llegué al Málaga en 1999.
Albert Luque nos comentó no hace mucho que le hacía mucha ilusión jugar la final de Copa y que el equipo se iba a salvar.
¡Eso lo firmamos todos! Seguir en Primera es el objetivo. Pero si encima nos metemos en la final de Copa, seria impresionante.
¿Y qué nos puede decir del papel de la afición?
Increíble. Ya vieron cómo levantó al equipo contra el Mallorca.