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| Y aun así, hace falta sangre nueva |
| Opinión - Opinión |
| Domingo, 20 de Diciembre de 2009 23:29 |
| Por Serguei Brovtsyn Escribo estas líneas aún con la alegría del segundo triunfo de la temporada recorriéndome el cuerpo. De hecho, esto se escribe solo. No hace falta exprimirse la cabeza para expresar un sentimiento que reconocerá sin dificultad todo malaguista. Es el alivio. La tregua en unas fechas en las que hace falta más que nunca una tranquila vuelta a casa. Una salida de La Rosaleda en la que lo único que te haga tiritar sea el frío. Al final, se ha conseguido. En el último cartucho del año, el Málaga encontró lo que no era capaz de encontrar en casi cuatro meses de competición. No se ganaba desde agosto. Y se comprueba en el termómetro y en la clasificación. Yo ví de cerca las caras de los futbolistas blanquiazules cuando salían del vestuario con los tres puntos en el bolsillo. Así tiene que pintarse la felicidad. Por eso, una vez más, se me han despejado las dudas del compromiso que tiene este grupo para con la tarea que se le ha encomendado esta temporada. Las brazadas, con más o menos sentido, van en la misma dirección. Unas Navidades sin esos tres puntos le parecían al equipo una tortura y los futbolistas estaban dispuestos a donar su sangre a cambio de la victoria. Y aun así, hace falta más. Sangre nueva para terminar de lanzar a este equipo hacia arriba. El Málaga necesita fichar como el comer. El gol, a pesar de que ante el Mallorca se lograron dos, es un bien escaso. Se lo reparten a cuentagotas los atacantes malaguistas. Si meten Fernando y Forestieri, hay que dar por sentado que Obinna le dará una patada al suelo y que Baha ni se acercará al marco rival. No se habla aquí de responsabilidad, ni compromiso. Sino de gol. Igual que de la velocidad u otras carencias que no deberían volver a mencionarse cuando al fin se puede disfrutar un poquito. Sólo espero que esta última victoria no le nuble las ideas a nadie. Este equipo ha demostrado tener corazón para bombear hasta decir basta. Pero hay que echarle más combustible. |
Jose Antonio
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