Xavi Torres confía en que su humildad en el trabajo le lleve a contar con muchos minutos en Liga
"Es la primera vez que sé que voy a quedarme en un equipo de Primera División". Con esa declaración de intenciones, Xavi Torres deja clara la motivación con la que ha aterrizado en este proyecto. Aunque tiene el lujo de ser uno de los pocos refuerzos hechos realidad, estos días más bien parece camuflarse entre la docena de jóvenes a la que ha recurrido Muñiz ante la falta de fondo de armario. Él sabe resumir su particular situación con una frase que deja fuera de dudas sus intenciones: "He podido jugar en el mejor equipo del mundo, pero por el momento no soy nadie en Primera División".
Pero, realmente, sí es algo más. Para el club, la representación de la esperanza, la de hallar un mediocentro tan hábil para frenar a un adversario como para abrir el juego a las bandas. Ese es su reto, para inhibidor. ¿Miedo? A nadie. Vengo de entrenarme con Yayá Touré, con Sergio Busquets... Tengo respeto por mis compañeros, no miedo. Intentaré ponérselo difícil al entrenador para ver quién es el que juega cada fin de semana".
En el Málaga ya no tendrá a Pep Guardiola para proseguir su particular proceso de adaptación al balón. Lo echará de menos por el máster futbolístico que vivió con él, aunque arde en deseos por comprobar las buenas referencias que le han dado de Juan Ramón Muñiz. "Lo que me enseñó Pep ninguno me lo podría haber enseñado. Le tengo un respeto y un cariño enorme. Aún no he hablado a solas con Muñiz, pero es normal. Habrá que adaptarse a lo que él quiera, a lo que le guste. Me habló de él mi ex compañero Jonatan Pereira, que me dijo que le gustan mucho las cosas claras, es de ideas fijas y sabe mucho de fútbol. Por lo que yo he visto, se nota que tiene experiencia y que sabe lo que se hace", manifiesta.
A falta de conocer a muchos de sus nuevos compañeros y bucear mejor por la metodología de Muñiz, Xavi Torres tiene tiempo para conocer otras cosas. Por ejemplo, el históricamente mejor secreto blanquiazul, su vestuario. "Me ha impresionado el lado humano. Te piensas que, al venir a un club de Primera División, todo va a ser más lejano, pero qué va. En el Barcelona también me pasó lo mismo".
Y, claro, rodeado de tanto joven, también le ha dado tiempo para establecer un primer juicio acerca de su nivel futbolístico. De todos ellos, destaca a David González. Aunque juega con ventaja: ya lo conoce de Can Barça. "Él estaba en el filial y yo un año por debajo. Allí nos conocemos todos. Habíamos coincidido en partidos. Es un jugador que me recuerda a Kaká. Es muy joven y tiene muchos detalles. Seguro que acabará en el primer equipo", explica. Edu Ramos y Manu, los grandes abanderados de la cantera en el primer equipo, también le han convencido: "Son muy buenos jugadores".
Por ahora, sus únicas malas noticas en la ciudad son "el calor y las agujetas". Ha instalado su residencia en la zona del Martín Carpena, habitual reducto de jugadores de la primera plantilla. Y ya empieza a comprobar todo lo bueno que le habían contado de Málaga. "Se vive bien y el club es muy familiar. Estoy seguro de que me adaptaré pronto y, tras los cuatro años que tengo de contrato, seguro que luego no querré irme". Parece buen tipo. Igual esta misma semana, durante la Peace Cup, ya se le puede conocer mejor futbolísticamente.
http://www.malagahoy.es/article/deportes/474334/quotjugue/mejor/club/mundo/pero/aun/no/soy/nadie/primeraquot.html
"Es la primera vez que sé que voy a quedarme en un equipo de Primera División". Con esa declaración de intenciones, Xavi Torres deja clara la motivación con la que ha aterrizado en este proyecto. Aunque tiene el lujo de ser uno de los pocos refuerzos hechos realidad, estos días más bien parece camuflarse entre la docena de jóvenes a la que ha recurrido Muñiz ante la falta de fondo de armario. Él sabe resumir su particular situación con una frase que deja fuera de dudas sus intenciones: "He podido jugar en el mejor equipo del mundo, pero por el momento no soy nadie en Primera División".
Pero, realmente, sí es algo más. Para el club, la representación de la esperanza, la de hallar un mediocentro tan hábil para frenar a un adversario como para abrir el juego a las bandas. Ese es su reto, para inhibidor. ¿Miedo? A nadie. Vengo de entrenarme con Yayá Touré, con Sergio Busquets... Tengo respeto por mis compañeros, no miedo. Intentaré ponérselo difícil al entrenador para ver quién es el que juega cada fin de semana".
En el Málaga ya no tendrá a Pep Guardiola para proseguir su particular proceso de adaptación al balón. Lo echará de menos por el máster futbolístico que vivió con él, aunque arde en deseos por comprobar las buenas referencias que le han dado de Juan Ramón Muñiz. "Lo que me enseñó Pep ninguno me lo podría haber enseñado. Le tengo un respeto y un cariño enorme. Aún no he hablado a solas con Muñiz, pero es normal. Habrá que adaptarse a lo que él quiera, a lo que le guste. Me habló de él mi ex compañero Jonatan Pereira, que me dijo que le gustan mucho las cosas claras, es de ideas fijas y sabe mucho de fútbol. Por lo que yo he visto, se nota que tiene experiencia y que sabe lo que se hace", manifiesta.
A falta de conocer a muchos de sus nuevos compañeros y bucear mejor por la metodología de Muñiz, Xavi Torres tiene tiempo para conocer otras cosas. Por ejemplo, el históricamente mejor secreto blanquiazul, su vestuario. "Me ha impresionado el lado humano. Te piensas que, al venir a un club de Primera División, todo va a ser más lejano, pero qué va. En el Barcelona también me pasó lo mismo".
Y, claro, rodeado de tanto joven, también le ha dado tiempo para establecer un primer juicio acerca de su nivel futbolístico. De todos ellos, destaca a David González. Aunque juega con ventaja: ya lo conoce de Can Barça. "Él estaba en el filial y yo un año por debajo. Allí nos conocemos todos. Habíamos coincidido en partidos. Es un jugador que me recuerda a Kaká. Es muy joven y tiene muchos detalles. Seguro que acabará en el primer equipo", explica. Edu Ramos y Manu, los grandes abanderados de la cantera en el primer equipo, también le han convencido: "Son muy buenos jugadores".
Por ahora, sus únicas malas noticas en la ciudad son "el calor y las agujetas". Ha instalado su residencia en la zona del Martín Carpena, habitual reducto de jugadores de la primera plantilla. Y ya empieza a comprobar todo lo bueno que le habían contado de Málaga. "Se vive bien y el club es muy familiar. Estoy seguro de que me adaptaré pronto y, tras los cuatro años que tengo de contrato, seguro que luego no querré irme". Parece buen tipo. Igual esta misma semana, durante la Peace Cup, ya se le puede conocer mejor futbolísticamente.
http://www.malagahoy.es/article/deportes/474334/quotjugue/mejor/club/mundo/pero/aun/no/soy/nadie/primeraquot.html