Los clubes que poseen sus derechos y su agente ven difícil que siga en el Málaga si apenas dispone de minutos
Adriano suele hablar a diario con su representante en España, Manuel Pericet, pero su futuro se dilucida a varias bandas. Por un lado, el Internacional de Porto Alegre y el ADAP, propietarios de sus derechos (el segundo club, en una proporción mayor); por otro, el Málaga, con una economía de guerra y, en tercer lugar, el jugador, cada día que pasa más deseoso de seguir en el conjunto de La Rosaleda, a pesar de que no ha tenido los minutos deseados para ponerse en el escaparate. «Mi intención es quedarme en Europa. Sé que está difícil, pero mi preferencia es el Málaga, y más ahora que empiezo a entrar en el esquema del equipo... Pero hay otras cosas que hablar».
El atacante brasileño se refiere a la escasa confianza que le ha dado Tapia. Ahora cree más que nunca en sus posibilidades, pero le gustaría verse «en una temporada completa, desde el comienzo hasta el final de la misma». Al jugador paulista, de Interlagos, donde se asienta el circuito de Fórmula 1, no se le caen los anillos por reconocer que le está costando su adaptación a Europa. «El equipo estaba bien cuando llegué, pero siempre he tratado de trabajar para buscar mi sitio. Intento hacerlo lo mejor posible», afirma.
En Brasil el fútbol es lento y el corte alto de la hierba y la sequedad del piso tampoco ayudan a que se desarrolle con más celeridad. «A mí me gusta encarar, pero ya veo que la idea de juego aquí se basa más en el concepto de tocar rápido y devolver», confiesa. Quizás ahí reside su mayor dificultad, aunque Tapia le pidió el domingo a Adriano que encarase con el balón. En ese aspecto, aunque desde la lejanía Eliseu y Adriano parecen dos gotas de agua, el brasileño, sin la velocidad explosiva del luso, sí tiene más tendencia al regate ante su par.
Competencia
Sin embargo, la presencia en la plantilla de Baha, Adrián y Luque, sumada a Fernando y a la recuperación de Salva a comienzos de la segunda vuelta, han sido demasiada competencia. El atacante maño, un 'nueve' puro, le adelantó por la derecha en las preferencias de Tapia, justo cuando el brasileño arrancaba.
El bagaje de Adriano se reduce a cinco ratos. Nunca mejor dicho. En dos partidos -el 3-2 en Bilbao y el 6-0 en Barcelona- pasó casi inadvertido, pero en los otros tres encuentros siempre dejó detalles. «Con los dos con los que estoy más contento son los dos últimos», se sincera. En efecto, más allá del penalti forzado el domingo, que originó la victoria contra el Racing, frente al Deportivo dispuso de dos buenas oportunidades para marcar, aunque en la última se le anticipó Salva para rematar en peor posición. Tampoco estuvo a un nivel flojo en su debut, contra el Atlético de Madrid.
Pero en general Adriano ha pagado el pato de la aclimatación. Llegó en enero, cuando el torneo en Brasil hacía casi un mes que había acabado. Aunque físicamente pudo tardar menos de lo previsto en ponerse a punto, no había casi hueco para entrar en el equipo. Si bien se emplea a fondo en los entrenamientos, han sido varias las ocasiones en las que ni siquiera fue convocado. «Aquí no hay tiempo para pensar. En Brasil tienes muchos más espacios».
Allí jugó preferentemente en la banda derecha o en la izquierda. De lo que menos, de delantero de área. En el Málaga siempre ha jugado en punta como primera o segunda referencia. El problema es que nunca dispuso de muchos minutos. Admite que le puede la ansiedad: «Jugando veinte minutos tienes más presión para tener que hacer algo, y cuando entras todos los jugadores están con el ritmo del partido y tú tienes que meterte en él pronto». Pero es al Málaga al que le toca ahora mover ficha.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-12/adriano-ahora-empiezo-entrar-20090512.html
Adriano suele hablar a diario con su representante en España, Manuel Pericet, pero su futuro se dilucida a varias bandas. Por un lado, el Internacional de Porto Alegre y el ADAP, propietarios de sus derechos (el segundo club, en una proporción mayor); por otro, el Málaga, con una economía de guerra y, en tercer lugar, el jugador, cada día que pasa más deseoso de seguir en el conjunto de La Rosaleda, a pesar de que no ha tenido los minutos deseados para ponerse en el escaparate. «Mi intención es quedarme en Europa. Sé que está difícil, pero mi preferencia es el Málaga, y más ahora que empiezo a entrar en el esquema del equipo... Pero hay otras cosas que hablar».
El atacante brasileño se refiere a la escasa confianza que le ha dado Tapia. Ahora cree más que nunca en sus posibilidades, pero le gustaría verse «en una temporada completa, desde el comienzo hasta el final de la misma». Al jugador paulista, de Interlagos, donde se asienta el circuito de Fórmula 1, no se le caen los anillos por reconocer que le está costando su adaptación a Europa. «El equipo estaba bien cuando llegué, pero siempre he tratado de trabajar para buscar mi sitio. Intento hacerlo lo mejor posible», afirma.
En Brasil el fútbol es lento y el corte alto de la hierba y la sequedad del piso tampoco ayudan a que se desarrolle con más celeridad. «A mí me gusta encarar, pero ya veo que la idea de juego aquí se basa más en el concepto de tocar rápido y devolver», confiesa. Quizás ahí reside su mayor dificultad, aunque Tapia le pidió el domingo a Adriano que encarase con el balón. En ese aspecto, aunque desde la lejanía Eliseu y Adriano parecen dos gotas de agua, el brasileño, sin la velocidad explosiva del luso, sí tiene más tendencia al regate ante su par.
Competencia
Sin embargo, la presencia en la plantilla de Baha, Adrián y Luque, sumada a Fernando y a la recuperación de Salva a comienzos de la segunda vuelta, han sido demasiada competencia. El atacante maño, un 'nueve' puro, le adelantó por la derecha en las preferencias de Tapia, justo cuando el brasileño arrancaba.
El bagaje de Adriano se reduce a cinco ratos. Nunca mejor dicho. En dos partidos -el 3-2 en Bilbao y el 6-0 en Barcelona- pasó casi inadvertido, pero en los otros tres encuentros siempre dejó detalles. «Con los dos con los que estoy más contento son los dos últimos», se sincera. En efecto, más allá del penalti forzado el domingo, que originó la victoria contra el Racing, frente al Deportivo dispuso de dos buenas oportunidades para marcar, aunque en la última se le anticipó Salva para rematar en peor posición. Tampoco estuvo a un nivel flojo en su debut, contra el Atlético de Madrid.
Pero en general Adriano ha pagado el pato de la aclimatación. Llegó en enero, cuando el torneo en Brasil hacía casi un mes que había acabado. Aunque físicamente pudo tardar menos de lo previsto en ponerse a punto, no había casi hueco para entrar en el equipo. Si bien se emplea a fondo en los entrenamientos, han sido varias las ocasiones en las que ni siquiera fue convocado. «Aquí no hay tiempo para pensar. En Brasil tienes muchos más espacios».
Allí jugó preferentemente en la banda derecha o en la izquierda. De lo que menos, de delantero de área. En el Málaga siempre ha jugado en punta como primera o segunda referencia. El problema es que nunca dispuso de muchos minutos. Admite que le puede la ansiedad: «Jugando veinte minutos tienes más presión para tener que hacer algo, y cuando entras todos los jugadores están con el ritmo del partido y tú tienes que meterte en él pronto». Pero es al Málaga al que le toca ahora mover ficha.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-12/adriano-ahora-empiezo-entrar-20090512.html