La llegada de Mario Husillos desde Argentina inicia hoy las negociaciones con los jugadores para ver si aceptan las nuevas condiciones del club o si se buscan destino - El primer paso será rubricar la renovación del director deportivo, aún no cerrada
El Málaga está obligado a reinventarse, a comenzar un proyecto prácticamente desde cero. Pero antes debe dejar bien encauzado el cambio de ciclo. Con la marcha de Manuel Pellegrini confirmada, muchos jugadores han aclarado su futuro deportivo para bien o para mal. Pero ahora queda negociarlo con el club en los despachos.
Es ahí, entre bambalinas, donde se jugará el partido más importante de la entidad de Martiricos estos días. El club tiene previsto comenzar a dialogar con los jugadores que tienen su futuro en el aire y con los que tienen una nómina elevada. Es un secreto a voces que la nueva realidad malaguista pasa por rebajar la masa salarial de la plantilla, y para ello debe renegociar contratos.
El primer paso en La Rosaleda debería pasar por la rúbrica del nuevo contrato del director deportivo, el cerebro gris del Málaga que se avecina, que finaliza su vínculo y que aún no tiene certificada su continuidad. Husillos ha establecido unas condiciones deportivas para seguir al frente de la dirección deportiva. Ambas partes tienen que sentarse a negociar los términos, pero de nuevo el proyecto deportivo es el muro que separa el pacto final.
La exigencia del director deportivo y de su grupo de trabajo es que el club haga un esfuerzo por mantener un grueso de jugadores con los que cimentar el nuevo Málaga. Y a partir de ahí construir un proyecto con aspiraciones más limitadas, pero igual de ilusionante. La respuesta del club, que previsiblemente será positiva, debería llegar cuanto antes para comenzar a planificar la plantilla blanquiazul con todas las garantías.
Con todo, Mario Husillos aterrizó ayer desde Argentina tras unos días de intenso trabajo, de reuniones y de contactos. La agenda ya está al día y sólo falta conocer los puestos a cubrir y el presupuesto aproximado para comenzar a negociar fichajes con vistas al curso 2013/14.
Pero como siempre suele suceder en estos casos, antes de entrar hay que dejar salir. Muchos jugadores están viviendo su última semana en la Costa del Sol. El sábado, tras el duelo con el Barcelona en el Camp Nou, comenzará el periodo vacacional para un núcleo importante. Se acaba el fútbol y también el trabajo diario en el Málaga CF. Otros seguirán en activo, pero se marcharán a sus países de origen para atender compromisos internacionales. Lo cierto es que la espantada puede ser masiva e incluso completa.
Muchos jugadores quieren tener su futuro solucionado o encauzado antes del sábado, por lo que las negociaciones se iniciarán cuanto antes, para evitar prisas de última hora.
No habrá grandes sorpresas cuando jugadores y dirigentes se sienten sobre la mesa. En cierta medida, cada uno sabe lo que se va a encontrar y hasta donde puede llegar en el ofrecimiento final.
El futuro del grueso de la actual plantilla es sumamente incierto. Hasta nueve jugadores acaban contrato o cesión. A hombres como Demichelis se le ofrecerá un contrato a la baja, lejos de sus emolumentos actuales. Otros como Onyewu, Lugano y Piazón se marcharán sin opción a continuidad. El club estudia las continuidad de Antunes –mediante el pago de una cláusula de 1,25 millones de euros–, Iturra y Pedro Morales. E incluso Santa Cruz también ha cuajado un buen final de campaña, pero lejos de su salario completo –ha estado cedido por el City–. Saviola es una incógnita, aunque su ficha es elevada.
En cuanto a los que tienen contrato en vigor, hay jugadores como Baptista, Toulalan, Joaquín o Kameni que tienen una ficha anquilosada en el pasado. Excepto Joaquín, que lo tiene atado con la Fiorentina, el club renegociará los contratos a la baja con ellos y otros más. Tras esas reuniones se sabrá si su futuro es blanquiazul o si están en el mercado para venderlos al mejor postor.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2013/05/29/malaga-comienza-reinventarse/591545.html