Está obligado a reaccionar tras sumar la cuarta derrota seguida en La Rosaleda Se medirá de forma sucesiva a ocho rivales de similar potencial y cerrará el ciclo antes de las vacaciones navideñas frente al Atlético

Llega la hora de la verdad para el Málaga. Ahora deberá medir su potencial ante equipos de similares características de una forma consecutiva. Tendrá que ofrecer su potencial real para buscar el camino de la reacción. Será una etapa larga de ocho partidos contra rivales de 'su liga'. El ciclo concluirá con un noveno encuentro, en La Rosaleda, contra el Atlético de Madrid antes de las vacaciones navideñas. Para entonces se habrán consumido dieciséis jornadas, cerca de la mitad de la Liga.

El cambio de rumbo del equipo debe llegar de una forma inmediata tras sumar la cuarta derrota en casa. Después del duro arranque del campeonato en su campo (ante el Valencia, Sevilla, Villarreal y Real Madrid), con un equipo que debe conjuntarse y adaptarse a un nuevo cuerpo técnico, llegará a partir del domingo en Pamplona el periodo más determinante de la primera vuelta del campeonato. Después de casi dos meses de competición, el equipo tiene la oportunidad de resarcirse para buscar una racha positiva que le ofrezca más confianza y moral.

Los propietarios consideran que todos los rivales son iguales, sin distinción entre los grandes y los más modestos. Pero el conjunto de Jesualdo Ferreira todavía cuenta con el beneficio de la duda. Ha perdido todos sus encuentros en casa, pero, salvo el último, el público nunca se marchó especialmente decepcionado, pues apreciaba ciertos detalles que permitían pensar que la mejoría iba a ser progresiva. Lejos de La Rosaleda, sin embargo, lleva dos victorias y un empate. Estos resultados eran impensables para el equipo de Martiricos.

El problema al que se enfrenta a partir de ahora el Málaga estriba en que la mencionada duda deberá resolverse en pocas semanas. Es imprescindible saber si el equipo es capaz de mantener el mismo nivel a domicilio y, a la vez, puede superar a rivales de menor nivel que los cuatro primeros en su casa.

El primer examen será el domingo en el Reyno de Navarra (17.00 horas, bajo la modalidad televisiva de pagar por ver). Osasuna reúne los requisitos imprescindibles para poner a prueba a los malaguistas. Será imprescindible una gran intensidad y ambición, algo que quizás pudo faltar contra el Madrid. Un triunfo aportaría una gran tranquilidad para seguir trabajando en busca de la ansiada compenetración y mejora. Una derrota, por contra, añadiría presión e incertidumbre.

Más partidos a domicilio

Hasta el mencionado partido contra el Atlético, el último antes de la Navidad, el equipo blanquiazul deberá enfrentarse en La Rosaleda a la Real Sociedad, Levante y Racing. Curiosamente, en este periodo analizado, incluyendo el partido del domingo, deberá disputar nada menos que cinco encuentros fuera de su estadio. Este dato podría favorecerle por las características de su juego. Lejos de Martiricos, el conjunto malagueño tendrá que enfrentarse a Osasuna, Espanyol, Deportivo, Mallorca (estos dos seguidos) y Hércules. Las opciones en estos cinco casos están abiertas, siempre que el Málaga mantenga su carácter y determinación de partidos atrás.

La situación actual, a un punto del descenso, no supone ningún contratiempo especial para el equipo. Las posibilidades de vencer al Real Madrid eran pequeñas para un conjunto en construcción, si bien aparecieron nuevas dudas por la facilidad con la que logró la goleada el conjunto blanco. Esto provocará que se observe con más detenimiento el próximo ciclo del equipo, si bien no parece que puedan aparecer problemas que impida la esperada reacción a partir de ahora.