El Málaga es un club incómodo en las estructuras del trasnochado fútbol español. Ni la Federación ni los 'grandes' quieren que nadie interrumpa su festín, el mismo que comparten los clubes de siempre. Todo se lo reparten los Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia y pocos más, y eso de que llegue un equipo que siempre fue modesto, que nunca pegó un puñetazo encima de la mesa y que nunca puso en entredicho a nada ni a nadie les molesta una enormidad. Vamos, que les jode, con perdón. Ya lo 'disfrutamos' la pasada temporada, que no nos fuimos a Segunda porque teníamos un gran equipo y un gran entrenador (¿se acuerdan de arbitrajes como el de Valencia con el famoso Rubinos?)... Y esta temporada, cuando el Málaga 'del jeque' está haciendo las cosas mejor que casi todos, que acaricia la tercera plaza con la yema de los dedos, los de siempre se mueven incómodos en la habitación de sus decisiones donde se lo reparten todo para ellos. «¿Qué se habrán creído estos del sur?».
Llegó el Málaga al Bernabéu y empató. Llegó el Valencia a La Rosaleda y se le ganó. Fue al Nou Camp, y... El fútbol español está hipnotizado por el Barcelona y su gurú, Pep Guardiola. Todo lo hacen bien, son santos, son vírgenes, son pulcros, son generosos, son ejemplares, son maravillosos... Es el mundo feliz de lo blaugrana. Lo que nadie dice es que Guardiola disputa la mayoría de los partidos con 12 jugadores, como anoche, cuando el famoso Pep, en su despedida gloriosa, contó con el beneplácito de la 'casa' para alinear a uno más, que además sería decisivo a la postre, porque gracias a él subieron al marcador los tres primeros goles locales, que de otra forma jamás hubieran podido hacerlo. Estuvo 'maravilloso' Turienzo, el colegiado, que le hizo 'la ola' a Messi para que consiga el 'pichichi', ¡por Dios, porque cómo va a conseguir el galardón otro que no sea jugador del Barcelona!... Y Turienzo dio el primer gol a Puyol en fuera de juego y después pitó dos penaltis que no fueron... Con 3-1, el aspirante Málaga C. F. a poco podía aspirar, solo a aguantar el tipo y que no se lesionara nadie más o que Turienzo no creyera que alguien lo miraba mal y lo hubiera expulsado.
Anoche no se podía hacer nada frente a toda la organización que le daba el homenaje a Pep, pero solo consiguieron que más que nunca me sienta orgulloso de ser malaguista, aunque me acostara sintiendo vergüenza e indignación por el arbitraje de Turienzo.
PEDRO LUIS GÓMEZ
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2012-05-03/juega-doce-20120503.html