A rugir y no rezarEl Málaga CF debe imponer un fuerte ritmo frente al Athletic, que suma tres partidos sin ganarA La Catedral se puede ir de dos maneras: a rezar para que Fernando Llorente no tenga su día en uno de los infinitos centros al área que le envían desde las alas Susaeta, De Marcos o Muniain (que Dios pille confesados a Weligton y Mathijsen) o a rugir con garra, que es lo que hace el Athletic Club de Bilbao en cada partido, como si fuera el último en el vetusto pero sentimental San Mamés. Y es que la próxima temporada el equipo vizcaíno podría estar jugando ya a 300 metros, en el Nuevo San Mamés.
El Málaga CF, que llega a su segundo choque consecutivo de las cuatro de la tarde después de haber hecho los deberes en el anterior (frente al Mallorca, 3-1) y que ha recuperado la sonrisa del triunfo, tiene ante sí a un rival que está en horas altas después de haberse metido en la final de la Copa del Rey, aunque esta semana perdiera ante el Lokomotiv de Moscú por la mínima en la Liga Europa (2-1) y sume tres partidos sin conocer la victoria (dos de Liga).
Cansancio del Athletic. Precisamente, el cansancio que pueda acusar el cuadro vizcaíno en la segunda parte tras el durísimo encuentro jugado el pasado jueves en la capital rusa, es una de las esperanzas del bloque blanquiazul si llega vivo a ese periodo, es decir, con un resultado que permita pensar en sacar algo positivo. Todo ello, pensando en que Bielsa no haga rotaciones, algo por lo que se caracteriza.
Históricamente, al Málaga CF se la ha dado bien La Catedral, donde ha conseguido dos victorias y cuatro empates en diez partidos. Pero este Athletic no tiene nada que ver con los de campañas precedentes. Marcelo Bielsa le ha hecho un lavado de cara al Athletic y no lo conoce ni la madre que lo parió. El Málaga CF también es otro, aunque la exigente afición albiceleste pida resultados a corto plazo al contar el club de Martiricos con el tercer mayor presupuesto de esta Liga.
Baja de Javi Martínez. La baja sensible de Javi Martínez condiciona la defensa del conjunto vizcaíno. Manuel Pellegrini no se queda atrás, ya que a las ausencias hoy de Jesús Gámez y Demichelis (cumplirá su segundo partido por sanción) además de la de Julio Baptista, se une que el técnico malaguista apenas haya podido contar durante la semana con Toulalan e Isco, ambos aquejados de sendos procesos virales.
No obstante, finalmente ambos se han recuperado y son de la partida para formar parte de un centro del campo que debe llevar la voz cantante, ya sea a ritmo de ghospel, de saeta o de cántico gregoriano. La cuestión es mandar en el choque, imprimir un fuerte ritmo desde el arranque para que el Athletic lo acuse con el paso de los minutos y, sobre todo, aprovechar algunas de las ocasiones que se presenten frente a una zaga que, a pesar de no tener a Javi Martínez, se muestra muy eficaz tanto en defensa como en ataque (ojo al juego a balón parado).
Como era de prever, una vez más se quedaron fuera de la lista los dos más jóvenes y canteranos del equipo, Juanmi Jiménez y Francisco Portillo, y Pellegrini deberá hacer un descarte más de última hora, con muchas papeletas para Buonanotte.
Sin defensas en el banquillo. Poco a poco, Pellegrini consigue que el aficionado recite de memoria el once inicial, ya con Recio junto a Jeremy Toulalan, y con Sebas Fernández y Rondón en ataque, si bien las lesiones y sanciones impiden una continuidad al bloque que pretende el técnico chileno. Por primera vez en lo que va de Liga, el Málaga CF podría no tener a ningún defensa nato en el banquillo, aunque tanto Ignacio Camacho (que vuelve a la lista junto a Duda) como Eliseu Pereira pueden adaptarse a los puestos de central y lateral izquierdo, respectivamente.
Ni el cansancio ni las bajas del Athletic servirán si el equipo malagueño no imprime carácter, muestra una gran concentración defensiva a uno de los conjuntos que mejor partido le saca al juego aéreo, y demuestra que esa reacción de la última jornada no es harina de un solo día.
Será un bonito duelo entre dos técnicos sudamericanos de prestigio que se tienen mucho respeto y que servirá para ver quién le gana el planteamiento táctico a quién. Será, al mismo tiempo, una buena oportunidad para lograr distancia de por medio respecto a un rival directo en la pugna por entrar en Europa, ya que el Athletic tiene un punto menos en la tabla clasificatoria.
Y será el momento de comprobar si Joaquín Sánchez, uno de los jugadores fijos en el esquema de juego de Manuel Pellegrini, tiene ritmo de competición una vez recuperado de la lesión y tras el partido de entrenamiento que jugó ante el Spartak de Moscú y en el que dio un pase de gol.
La Catedral de San Mamés. Ese magnífico escenario donde muchos equipos recuperan sensaciones (a veces, tras un bache de resultados), donde el fútbol es una liturgia, donde «Pichichi» vigila desde Tribuna la eficacia de sus homólogos, en este caso Rondón y Llorente. Donde se vive el fútbol con pasión. ¡Vamos Málaga!
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