Antonio Tapia frena los riesgos de la euforia que puedan desatar los últimos buenos resultados
La liberación de euforia que puede suponer la dinámica de buenos resultados en la que sigue inmerso el Málaga no preocupa en absoluto a Antonio Tapia, que no cree que ello contagie al vestuario ni que se distorsione la meta de la permanencia. El de Baena conoce perfectamente el mundo en el que se mueve, por eso ayer tiró de memoria para recordar qué pasa cuando trabajo y objetivos no van de la mano.
"Hay equipos que hablaban de UEFA y ahora están abajo de la tabla, incluso entrenadores que en las primeras jornadas comentaban la opción de poder ir a Europa y ahora están cuestionados o incluso ya no están en el banquillo", recordó el preparador malaguista.
Con ello, Tapia no quiso adolecer de falta de ambición, sino prevenir posibles riesgos innecesarios cuando aún faltan unas seis victorias para tener la permanencia en los bolsillos. "Yo soy ambicioso y realista", precisó el mandatario blanquiazul.
Precisamente, el próximo rival, el Betis, ejemplifica a la perfección esa situación. Los verdiblancos llegaron a estar muy cerca de los puestos nobles y, tras caer por 3-2 en Valencia en un partido que apuntaba a victoria visitante, comenzaron a caer puestos en la tabla hasta su actual momento, que les aloja como decimoquinto, a sólo cuatro puntos del descenso. "Esa clasificación del Betis puede ser un arma de doble filo, puesto que ellos necesitan los puntos y después de una mala racha no van a dar ningún tipo de facilidad. Si queremos ganar tenemos que asumir riesgos e intentaremos ponérselo difícil al Betis", manifestó el cordobés afincado en Málaga.
Con todo lo expuesto, la expectativa de Antonio Tapia para el próximo encuentro pasa por recuperar los valores con los que el equipo ha afrontado sus últimas salidas: trabajo y ambición. "Todos los partidos son importantísimos y en el próximo queremos seguir en nuestra línea, es decir, hacer un buen partido para hacernos acreedores de un buen resultado", concluyó.
malagahoy.com
La liberación de euforia que puede suponer la dinámica de buenos resultados en la que sigue inmerso el Málaga no preocupa en absoluto a Antonio Tapia, que no cree que ello contagie al vestuario ni que se distorsione la meta de la permanencia. El de Baena conoce perfectamente el mundo en el que se mueve, por eso ayer tiró de memoria para recordar qué pasa cuando trabajo y objetivos no van de la mano.
"Hay equipos que hablaban de UEFA y ahora están abajo de la tabla, incluso entrenadores que en las primeras jornadas comentaban la opción de poder ir a Europa y ahora están cuestionados o incluso ya no están en el banquillo", recordó el preparador malaguista.
Con ello, Tapia no quiso adolecer de falta de ambición, sino prevenir posibles riesgos innecesarios cuando aún faltan unas seis victorias para tener la permanencia en los bolsillos. "Yo soy ambicioso y realista", precisó el mandatario blanquiazul.
Precisamente, el próximo rival, el Betis, ejemplifica a la perfección esa situación. Los verdiblancos llegaron a estar muy cerca de los puestos nobles y, tras caer por 3-2 en Valencia en un partido que apuntaba a victoria visitante, comenzaron a caer puestos en la tabla hasta su actual momento, que les aloja como decimoquinto, a sólo cuatro puntos del descenso. "Esa clasificación del Betis puede ser un arma de doble filo, puesto que ellos necesitan los puntos y después de una mala racha no van a dar ningún tipo de facilidad. Si queremos ganar tenemos que asumir riesgos e intentaremos ponérselo difícil al Betis", manifestó el cordobés afincado en Málaga.
Con todo lo expuesto, la expectativa de Antonio Tapia para el próximo encuentro pasa por recuperar los valores con los que el equipo ha afrontado sus últimas salidas: trabajo y ambición. "Todos los partidos son importantísimos y en el próximo queremos seguir en nuestra línea, es decir, hacer un buen partido para hacernos acreedores de un buen resultado", concluyó.
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