El salario medio en la provincia apenas alcanzó los 1.162 euros mensuales el año pasado · Expertos advierten del empeoramiento económico por la reducción de la capacidad de gasto, ahorrSer mileurista no está bien visto. Cobrar 1.000 euros parece insuficiente para tener un nivel de vida medio-alto en una sociedad consumista y capitalista como la actual. Sin embargo, en Málaga son unos privilegiados si se tiene en cuenta que la mitad de los trabajadores ni siquiera alcanzan esa cantidad. El año pasado había en la provincia 297.856 asalariados que ingresaron menos de 1.000 euros al mes, según los datos facilitados a este diario por el sindicato Comisiones Obreras recogidos de la Agencia Tributaria. El sueldo medio en la provincia tampoco es para tirar cohetes, pues apenas llega a los 1.162 euros (ver tabla anexa), aunque si se compara con los 465 euros que cobran más de 80.000 personas parece una fortuna. La mayoría de aquellos que ni siquiera son mileuristas son mujeres menores de 35 años, mientras que en el caso de los hombres suelen tener menos de 25 años.
¿Qué futuro tiene una provincia en la que el sueldo de la mitad de sus empleados no alcanza los 1.000 euros? La situación, desde luego, no es fácil. Felisa Becerra, técnico de Analistas Económicos de Andalucía, explica que "así es muy difícil independizarse y hacer frente a la vida diaria". La economía es un círculo en el que todo está conectado, para lo bueno y para lo malo. Si los salarios son bajos, la capacidad de consumo y de inversión de los ciudadanos se reduce, eso provoca un menor crecimiento económico y, por tanto, un aumento de despidos. Cambiar esa espiral perversa es además complicado ya que los empresarios, principalmente en el contexto de crisis actual, no tienen la capacidad suficiente para subir los sueldos.
"Todo se cimentó en un sistema productivo con pies de barro y en una explotación de los trabajadores", subraya Antonio Herrera, secretario general provincial de Comisiones Obreras. En su opinión, "el coste laboral no es tan elevado como dicen y los empresarios, los bancos y el Gobierno no están a la altura del sacrificio que están haciendo los trabajadores".
Javier González de Lara, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), se defiende. "No es fácil dar una respuesta. La política salarial no es algo que se improvisa sino que venimos de unos retrasos ancestrales en materia retributiva y el empresario lo que quiere es ganar mucho dinero para poder pagar mucho dinero, eso es lo que desea", afirma. El directivo de la CEM remarca que los empresarios "queremos tener a nuestro equipo bien pagado porque el que tenga a la gente fuera de una regulación normal o sin motivarlo salarialmente es un mal empresario". González de Lara recuerda que la política salarial "está marcada por la negociación colectiva", aunque reconoce que "haya personas por debajo de 1.000 euros es un drama porque menos personas con capacidad adquisitiva empobrece al país y lo lamento profundamente". No obstante, el vicepresidente de la CEM indica que "en estos momentos no es fácil el incremento salarial sino que tiene que ser una conquista progresiva".
Otro hecho llamativo es que miles de esas personas que tienen salarios muy bajos tienen una amplia formación académica y están desarrollando tareas que no se corresponden a su nivel de estudios, lo que despierta una mayor frustración.o e inversión
¿Qué futuro tiene una provincia en la que el sueldo de la mitad de sus empleados no alcanza los 1.000 euros? La situación, desde luego, no es fácil. Felisa Becerra, técnico de Analistas Económicos de Andalucía, explica que "así es muy difícil independizarse y hacer frente a la vida diaria". La economía es un círculo en el que todo está conectado, para lo bueno y para lo malo. Si los salarios son bajos, la capacidad de consumo y de inversión de los ciudadanos se reduce, eso provoca un menor crecimiento económico y, por tanto, un aumento de despidos. Cambiar esa espiral perversa es además complicado ya que los empresarios, principalmente en el contexto de crisis actual, no tienen la capacidad suficiente para subir los sueldos.
"Todo se cimentó en un sistema productivo con pies de barro y en una explotación de los trabajadores", subraya Antonio Herrera, secretario general provincial de Comisiones Obreras. En su opinión, "el coste laboral no es tan elevado como dicen y los empresarios, los bancos y el Gobierno no están a la altura del sacrificio que están haciendo los trabajadores".
Javier González de Lara, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), se defiende. "No es fácil dar una respuesta. La política salarial no es algo que se improvisa sino que venimos de unos retrasos ancestrales en materia retributiva y el empresario lo que quiere es ganar mucho dinero para poder pagar mucho dinero, eso es lo que desea", afirma. El directivo de la CEM remarca que los empresarios "queremos tener a nuestro equipo bien pagado porque el que tenga a la gente fuera de una regulación normal o sin motivarlo salarialmente es un mal empresario". González de Lara recuerda que la política salarial "está marcada por la negociación colectiva", aunque reconoce que "haya personas por debajo de 1.000 euros es un drama porque menos personas con capacidad adquisitiva empobrece al país y lo lamento profundamente". No obstante, el vicepresidente de la CEM indica que "en estos momentos no es fácil el incremento salarial sino que tiene que ser una conquista progresiva".
Otro hecho llamativo es que miles de esas personas que tienen salarios muy bajos tienen una amplia formación académica y están desarrollando tareas que no se corresponden a su nivel de estudios, lo que despierta una mayor frustración.o e inversión