En ocho de los 15 partidos la frágil plantilla del Málaga encajó varios goles en breves intervalos de tiempo
El efecto espectador es un fenómeno sociológico muy estudiado. Subraya que, a mayor presencia de personas en una situación de emergencia, más fácil es que se diluya la capacidad de actuación de cada uno de los presentes. En la creencia de que habrá alguien en la multitud que preste socorro, decrece el valor propio para actuar. Algo similar está ocurriendo con el Málaga a tenor de los números acumulados esta temporada: cuando un tanto rival hace más necesario un mayor nivel de compromiso y actuación, más débil se está mostrando el ánimo del grupo.
La debacle de Alicante, cuatro goles encajados en 15 minutos, es algo que sucede pocas veces en el fútbol. Sin embargo, para el Málaga no es algo nuevo. Hasta en ocho de los 15 partidos disputados, más de la mitad, ha ocurrido algo similar. Es el ejemplo estrella de este fenómeno, pero también una tendencia que se ha repetido en los últimos tres desplazamientos.
Adrián y Colotto dejaron el partido resuelto en favor del Deportivo (jornada 12) en cuestión de ocho minutos. El primero de penalti, el segundo en un saque de esquina, dejaron con cara de tontos a los jugadores blanquiazules, que irónicamente hasta ese momento habían jugado mejor. Es lo mismo que ocurrió en Palma de Mallorca, cuando entre Webó y Chori Castro sentenciaron en cuatro minutos un encuentro que se había puesto muy incómodo para los de Michael Laudrup.
Sin embargo, el problema no es único de la era Pellegrini. También sucedió con Jesualdo Ferreira, lo cual subraya hasta qué puntos los futbolistas, los mismos con ambos técnicos, han mostrado un tono poco competitivo. Ya en la primera jornada Joaquín deshizo la igualdad del 1-1 con dos tantos parecidos en los minutos 70' y 74'. En Zaragoza, si ya es chocante que un 0-5 al descanso acabara en 3-5, las paradas de Galatto y el empuje maño hizo que los blanquiazules casi pidieran la hora. Marco Pérez (68') y Ander (80') maquillaron con demasiada facilidad la derrota.
Flagrante se puede considerar igualmente la visita del Villarreal, que remontó cómodamente el 1-0 de Eliseu logrando tres tantos en 12 minutos de la primera mitad. El Real Madrid (cuatro goles en 35 minutos, dos en un intervalo de cinco minutos) y la Real Sociedad (un par de goles en 12 minutos) completan una estadística que deja en muy mal lugar la entereza mental de la plantilla.
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