Tras analizar la capacidad ambiental de 69 calles, concluye que la rebaja de tránsito en la Alameda debe ser del 17,5%; el Paseo de los Curas, del 34%, y la Avenida de Andalucía, de cerca del 25%
El Plan de Movilidad Sostenible elaborado por encargo del Ayuntamiento de Málaga pone números a la evidente y decidida apuesta por reducir el espacio al vehículo privado. Los redactores del documento concluyen la necesidad de que los principales ejes viarios de la ciudad acojan, de media, un 25% menos de vehículos que en la actualidad. Todo ello con el objetivo de hacer de la urbe un espacio medioambientalmente sostenible y amable con los ciudadanos.
Esta sentencia forma parte de un amplio y detallado estudio sobre la capacidad ambiental de la red de calles de la capital de la Costa del Sol, en el que se tienen en cuenta 3.234 variables, correspondientes al análisis de 51 kilómetros de viario, distribuidos en 69 calles, divididas en 97 tramos y una superficie total de 155 hectáreas. En el estudio se toman como referencia aspectos como la proporción del espacio destinado a la calzada y las aceras, la accidentalidad registrada en las vías estudiadas, el tipo de vehículo que circula por las mismas y su efecto directo sobre el ruido...
La suma de todo este conjunto de factores permite extraer una serie de conclusiones que ponen de relieve la nula adaptación ambiental de las arterias de tráfico de la ciudad. De hecho, por ejemplo, señala la existencia de un gran número de tramos donde las aceras habilitadas tienen una anchura inferior a los dos metros, e incluso de uno, rompiendo con las directrices de la Ley de Accesibilidad, que obliga a una anchura mínima de 1,5 metros para el paso de sillas de rueda.
Pero al margen de esta evidencia, los encargados del documento son claros al remarcar la necesidad de que el vehículo privado pierda peso en la totalidad de las vías analizadas. Del estudio se determina que un 68% de las calles debería reducir la presencia del coche entre un 10% y un 30%, incluyendo entre las mismas las principales avenidas, caso de la Alameda Principal, el Paseo del Parque, el Paseo de los Curas...
Las cifras más extremas se localizan en la Avenida Molière y la calle Virgen de la Cabeza, vías en las que, según el plan, debe reducirse el tránsito en un 40%. Muy próxima se encuentra la Avenida de la Rosaleda, con una caída aconsejada del 36,4%. La Alameda Principal debería absorber un 17,5% menos de tráfico (casi 18.500 vehículos menos); el Paseo de los Curas un 34,3% menos (17.000 vehículos menos); la Avenida de Andalucía (en función de los tramos) un 25% menos (casi 20.000 menos); la Avenida Juan XXIII casi un 30% (18.000 menos); Carretería, un 32,2%; Cuarteles, un 33,9%; el Paseo del Parque algo más del 14%. Y en la Plaza de la Merced, la reducción debe ser del 28%.
Tomando como referencia estos parámetros de exceso de espacio destinado al vehículo privado, los responsables del informe determinan lo que se denomina como factor ambiental, y en el que entran en juego otros elementos como la anchura de las aceras, por ejemplo. De acuerdo con estas premisas, una calle presentará condiciones aceptables desde el punto de vista ambiental cuando tenga como resultado 10 o próximo al mismo, mientras que tendrá peores condiciones con 0 o próximo a él.
Y las conclusiones que se extraen del plan son poco halagüeñas para la trama viaria analizada porque "más de la mitad del viario analizado presenta una tendencia hacia una situación ambiental no deseable". Es decir, que hay un 51% de las vías que se encuentra por debajo del factor ambiental 5, "no situándose ningún tramo por encima de 8, que comenzarían a ser valores bastante aceptables". Asimismo, se apunta que el valor medio es de 4,76, encontrándose el 40% de las calles estudiadas por debajo de este umbral.
De las 69 calles analizadas, el peor factor ambiental se localiza en el Paseo de los Curas y la Avenida de la Rosaleda, con un 3,96, situándose en el otro extremo la calle Pacífico, con un 6,66; Pintor Sorolla, con un 6,20, y Antonio Machado, con un 6,13.
De otro lado, en el mismo informe se destaca cómo existe aproximadamente un 65% del viario que presenta un porcentaje de vehículos potencialmente generadores de ruidos superior al 5%, lo que implica unos niveles sonoros que oscilan entre los 74 y los 75,5 decibelios; entorno al 59% del viario presenta un índice de Factor de Seguridad Vial inaceptable, es decir con más de 3 acciones por kilómetro al año
El Plan de Movilidad Sostenible elaborado por encargo del Ayuntamiento de Málaga pone números a la evidente y decidida apuesta por reducir el espacio al vehículo privado. Los redactores del documento concluyen la necesidad de que los principales ejes viarios de la ciudad acojan, de media, un 25% menos de vehículos que en la actualidad. Todo ello con el objetivo de hacer de la urbe un espacio medioambientalmente sostenible y amable con los ciudadanos.
Esta sentencia forma parte de un amplio y detallado estudio sobre la capacidad ambiental de la red de calles de la capital de la Costa del Sol, en el que se tienen en cuenta 3.234 variables, correspondientes al análisis de 51 kilómetros de viario, distribuidos en 69 calles, divididas en 97 tramos y una superficie total de 155 hectáreas. En el estudio se toman como referencia aspectos como la proporción del espacio destinado a la calzada y las aceras, la accidentalidad registrada en las vías estudiadas, el tipo de vehículo que circula por las mismas y su efecto directo sobre el ruido...
La suma de todo este conjunto de factores permite extraer una serie de conclusiones que ponen de relieve la nula adaptación ambiental de las arterias de tráfico de la ciudad. De hecho, por ejemplo, señala la existencia de un gran número de tramos donde las aceras habilitadas tienen una anchura inferior a los dos metros, e incluso de uno, rompiendo con las directrices de la Ley de Accesibilidad, que obliga a una anchura mínima de 1,5 metros para el paso de sillas de rueda.
Pero al margen de esta evidencia, los encargados del documento son claros al remarcar la necesidad de que el vehículo privado pierda peso en la totalidad de las vías analizadas. Del estudio se determina que un 68% de las calles debería reducir la presencia del coche entre un 10% y un 30%, incluyendo entre las mismas las principales avenidas, caso de la Alameda Principal, el Paseo del Parque, el Paseo de los Curas...
Las cifras más extremas se localizan en la Avenida Molière y la calle Virgen de la Cabeza, vías en las que, según el plan, debe reducirse el tránsito en un 40%. Muy próxima se encuentra la Avenida de la Rosaleda, con una caída aconsejada del 36,4%. La Alameda Principal debería absorber un 17,5% menos de tráfico (casi 18.500 vehículos menos); el Paseo de los Curas un 34,3% menos (17.000 vehículos menos); la Avenida de Andalucía (en función de los tramos) un 25% menos (casi 20.000 menos); la Avenida Juan XXIII casi un 30% (18.000 menos); Carretería, un 32,2%; Cuarteles, un 33,9%; el Paseo del Parque algo más del 14%. Y en la Plaza de la Merced, la reducción debe ser del 28%.
Tomando como referencia estos parámetros de exceso de espacio destinado al vehículo privado, los responsables del informe determinan lo que se denomina como factor ambiental, y en el que entran en juego otros elementos como la anchura de las aceras, por ejemplo. De acuerdo con estas premisas, una calle presentará condiciones aceptables desde el punto de vista ambiental cuando tenga como resultado 10 o próximo al mismo, mientras que tendrá peores condiciones con 0 o próximo a él.
Y las conclusiones que se extraen del plan son poco halagüeñas para la trama viaria analizada porque "más de la mitad del viario analizado presenta una tendencia hacia una situación ambiental no deseable". Es decir, que hay un 51% de las vías que se encuentra por debajo del factor ambiental 5, "no situándose ningún tramo por encima de 8, que comenzarían a ser valores bastante aceptables". Asimismo, se apunta que el valor medio es de 4,76, encontrándose el 40% de las calles estudiadas por debajo de este umbral.
De las 69 calles analizadas, el peor factor ambiental se localiza en el Paseo de los Curas y la Avenida de la Rosaleda, con un 3,96, situándose en el otro extremo la calle Pacífico, con un 6,66; Pintor Sorolla, con un 6,20, y Antonio Machado, con un 6,13.
De otro lado, en el mismo informe se destaca cómo existe aproximadamente un 65% del viario que presenta un porcentaje de vehículos potencialmente generadores de ruidos superior al 5%, lo que implica unos niveles sonoros que oscilan entre los 74 y los 75,5 decibelios; entorno al 59% del viario presenta un índice de Factor de Seguridad Vial inaceptable, es decir con más de 3 acciones por kilómetro al año