El Málaga no contempla traspasar a sus jugadores, pero ya se sabe que la presión de los clubes interesados y, sobre todo, de los representantes de los implicados suele dar sus frutos. El club tiene claro que probablemente deba acceder a la venta de alguno de sus futbolistas más relevantes -con especial mención para Jesús Gámez y Apoño-, pero también asume que esta operación depara una clara ventaja: puede facilitar la estabilidad casi definitiva de la entidad.
Nadie en el seno del Málaga quiere escuchar la palabra 'traspaso'. El presidente, Fernando Sanz, es consciente de que el éxito del equipo esta temporada se ha basado en el rendimiento colectivo, aunque también valorar a los futbolistas y no le agrada en absoluto que durante estos meses se hable de un posible desmantelamiento de la plantilla.
Punto de partida
Eso sí, en el Málaga siempre se busca darle un sentido positivo a cualquier cuestión. Por eso, cuando se alude a un posible traspaso, sus dirigentes admiten que un ingreso sería el punto de partida para estabilizar la entidad. «Nunca se sabe lo que puede ocurrir en el futuro. Estamos en Primera y así sí se puede hacer frente al convenio de acreedores, pero una mala temporada y un descenso harían que todo fuera más complicado», recuerdan.
Conviene recordar que el punto final al proceso concursal fue el acuerdo con los acreedores, que incluía el pago de la deuda en cinco años. El club tuvo que desembolsar una cantidad de antemano el pasado verano -gracias al ascenso llegó un importante ingreso procedente de Mediapro- y ahora tiene que hacer frente a unos tres millones (en torno a 500 millones de pesetas) al final de cada ejercicio desde esta campaña hasta la 2012-2013.
Fernando Sanz considera que, junto a la permanencia en la categoría, la prioridad del Málaga es la cancelación de la deuda. Por ello, el dinero que llegue procedente de un traspaso irá destinado a rebajar el déficit. No debe descartarse que parte del ingreso procedente de otro club sea en realidad una valoración por un jugador que interese (Duda o Lolo en el caso del Sevilla). Pero cualquier euro que entre en las arcas de la entidad servirá para cumplir el verdadero objetivo del máximo dirigente malaguista: estar a cero en agosto de 2011. Su gran ilusión es reducir el plazo de cinco a tres años.
El Málaga ya es un modelo a seguir a nivel nacional. El desarrollo de su proceso concursal y la cautela en el plano económico han captado la atención de responsables de otros clubes. Pero Sanz considera que desde el momento en que el club esté totalmente saneado no sólo se pondrán las bases para un futuro sin el más mínimo riesgo. También entonces sería una referencia dentro del mercado nacional.
Nadie en el seno del Málaga quiere escuchar la palabra 'traspaso'. El presidente, Fernando Sanz, es consciente de que el éxito del equipo esta temporada se ha basado en el rendimiento colectivo, aunque también valorar a los futbolistas y no le agrada en absoluto que durante estos meses se hable de un posible desmantelamiento de la plantilla.
Punto de partida
Eso sí, en el Málaga siempre se busca darle un sentido positivo a cualquier cuestión. Por eso, cuando se alude a un posible traspaso, sus dirigentes admiten que un ingreso sería el punto de partida para estabilizar la entidad. «Nunca se sabe lo que puede ocurrir en el futuro. Estamos en Primera y así sí se puede hacer frente al convenio de acreedores, pero una mala temporada y un descenso harían que todo fuera más complicado», recuerdan.
Conviene recordar que el punto final al proceso concursal fue el acuerdo con los acreedores, que incluía el pago de la deuda en cinco años. El club tuvo que desembolsar una cantidad de antemano el pasado verano -gracias al ascenso llegó un importante ingreso procedente de Mediapro- y ahora tiene que hacer frente a unos tres millones (en torno a 500 millones de pesetas) al final de cada ejercicio desde esta campaña hasta la 2012-2013.
Fernando Sanz considera que, junto a la permanencia en la categoría, la prioridad del Málaga es la cancelación de la deuda. Por ello, el dinero que llegue procedente de un traspaso irá destinado a rebajar el déficit. No debe descartarse que parte del ingreso procedente de otro club sea en realidad una valoración por un jugador que interese (Duda o Lolo en el caso del Sevilla). Pero cualquier euro que entre en las arcas de la entidad servirá para cumplir el verdadero objetivo del máximo dirigente malaguista: estar a cero en agosto de 2011. Su gran ilusión es reducir el plazo de cinco a tres años.
El Málaga ya es un modelo a seguir a nivel nacional. El desarrollo de su proceso concursal y la cautela en el plano económico han captado la atención de responsables de otros clubes. Pero Sanz considera que desde el momento en que el club esté totalmente saneado no sólo se pondrán las bases para un futuro sin el más mínimo riesgo. También entonces sería una referencia dentro del mercado nacional.
Última edición por bok1977 el Vie 29 Mayo 2009 - 22:41, editado 1 vez