Desde que se lesionó el venezolano, el Málaga solo ha logrado dos tantos en cinco partidos y apenas ha creado ocasiones
Del ofensivo Málaga de las primeras jornadas apenas queda un recuerdo agradable. La velocidad, la chispa, la ambición y la claridad de ideas se han diluido con el paso de las semanas. El argumento fácil es justificar las carencias con el cambio de entrenador y de sistema, pero la realidad es otra: sin Rondón apenas hay gol. Desde que se produjo la lesión del venezolano, el caudal del equipo en ataque se ha visto reducido a la mínima expresión.
«El Málaga tiene el mejor contragolpe de Europa». La frase fue pronunciada por José Antonio Camacho en la víspera de la visita a Pamplona. Al margen de que con ese mensaje el ex seleccionador nacional lanzó una seria advertencia a sus pupilos, es evidente que las fulminantes salidas del equipo blanquiazul en las primeras jornadas también lo habían fascinado.
Aquella comparecencia en el viejo El Sadar fue casualmente el primer encuentro sin Rondón. El partido pasó sin pena ni gloria para el Málaga, incapaz de poner en aprietos al veterano guardameta Ricardo. Escoció el resultado, pero sobre todo la pobre imagen ofrecida, la escasez de recursos, las dificultades para pisar el área contraria. Esa dinámica se mantiene hasta hoy: la ausencia del venezolano es demasiado trascendental.
Ni Baha ni Edinho ni Sebastián Fernández han logrado disipar la importancia de Rondón en el juego del Málaga, aunque solo el segundo de ellos es un delantero centro 'puro'. El rendimiento a domicilio ha sido paupérrimo: el equipo se quedó a cero ante Osasuna, Espanyol y Deportivo. Pero resulta más llamativo que en estos encuentros apenas se generaron ocasiones en jugada en el área del oponente. Si los centrales osasunistas tuvieron una tarde muy plácida, los españolistas solo pasaron apuros en esporádicos pases al hueco a la espalda del lateral izquierdo Dídac (en la recta final de la primera parte) y en una acción con remate forzado de Sebastián Fernández. En La Coruña se vivió más de lo mismo: control del balón, pero sin llegadas claras. La única opción fue en un remate de cabeza de Duda a centro de Jesús Gámez que repelió Aranzubia en una muestra de reflejos.
Al menos, en La Rosaleda el Málaga sí ha visto puerta -un gol frente a la Real y otro contra el Levante-, pero las sensaciones no han variado. El equipo pisa muy poco el área y, cuando lo hace, siempre es con un número muy limitado de efectivos. La insistencia de Rondón en sus movimientos, su empuje y su tenacidad se echan bastante de menos. Probablemente también haya influido en el descenso del nivel ofensivo del equipo la vigilancia a la que ya son sometidos Quincy y Eliseu, los otros 'puñales' de los que podía presumir el cuadro blanquiazul. Pero la capacidad del venezolano para generar espacios y mantener a raya a la defensa contraria ahora no existe.
Recuperación pausada
Rondón ha tardado más de la cuenta en recuperarse. Hubo un momento en que parecía que podían quedarle apenas diez días -él pretendía forzar más-, pero el jugador y el cuerpo médico recibieron una seria advertencia en forma de recaída. Aparentemente no se trataba de una rotura importante, pero el gran problema con el que se toparon todos fue la zona del percance. Conviene incidir en que la lesión surgió al ejecutar un remate durante un entrenamiento.
Dado que el venezolano es ante todo un finalizador, hubo coincidencia en la necesidad de que la recuperación fuera más pausada de lo previsto como prevención ante una dolencia de más larga duración. El futbolista, que se mostraba ansioso por reaparecer, así lo entendió y se acomodó desde el primer momento a los plazos fijados y seguir estrictamente las pautas con el readaptador, Enrique Ruiz. Ahora se vislumbra el final de este proceso más largo de la cuenta. Una reaparición excesivamente prematura podía acarrear un periodo de inactividad incluso de varios meses. De ahí que sea necesario ajustar al máximo y sin errores el momento más adecuado para la reaparición del delantero venezolano.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-11-23/rondon-20101123.html