En el polígono Guadalhorce casi todo sigue igual tras la reciente aprobación por parte del Ayuntamiento de la ordenanza de Convivencia, que entre otros asuntos impone sanciones a las prostitutas que ejerzan en la calle y a sus clientes. Cae la tarde y las calles empiezan a poblarse de chicas en minifaldas. En el Guadalhorce cada una tiene su sitio. Las de raza negra acuden a su calle. Rumanas y búlgaras comparten espacio con los travestis. Las suramericanas se reparten entre unas y otras. La radiografía la realiza un veterano trabajador del polígono, que asegura que por las mañanas la presencia de prostitutas se ha visto sensiblemente reducida, pero "poca cosa".
A pie de calle, tras entrevistar a varias prostitutas, falta información en el colectivo. No obstante, las afectadas están haciendo su propia campaña informativa. Igualmente, el Ayuntamiento impulsará la suya propia cuando entre en vigor la ordenanza. "Sólo falta que el texto salga publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) que debe salir en unas semanas", explica el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade. El edil advierte que en las primeras semanas serán permisivos y que la campaña se planificará para llegar a todos, también a las prostitutas.
Pero al hilo de la nueva ordenanza las prostitutas se han organizado para negociar un espacio donde poder ejercer. Su compromiso a cambio de no ser sancionadas es salir a la calle a partir de las 20:00 y no hacerlo semidesnudas ni tampoco encender fuegos en la vía pública. "Al principio se vieron menos prostitutas por las mañanas, pero siguen teniendo presencia", dice la presidenta de la asociación de Polígonos Industriales, Ana López. Las propias prostitutas ya han iniciado su propia campaña informativa. "Yo me acabo de enterar, esta misma tarde me lo han dicho las compañeras y veo bien empezar a partir de las 20:00 si se nos respeta. Desde mañana empezaremos a la hora pactada", afirma Andrea, una chica rumana de 27 años que llegó a Málaga hace tres para ejercer la prostitución y tras pasar por distintos club lleva un año trabajando en el Guadalhorce.
Pero no todas las prostitutas consultadas por este periódico muestran la misma predisposición. En la avenida principal se disponen varias chicas. Son más jóvenes. Gabriela tiene 20 años y sólo lleva tres meses en Málaga y Ana María 23 y ejerce la prostitución en el mismo sitio desde hace un año. Ambas saben que deben tener cuidado con las sanciones, pero dicen que la presencia policial es la misma ahora que antes. Sobre el compromiso de sus compañeras no saben nada. Otras prefieren no hablar. En una hora en el polígono se cruzan dos patrullas de Policía, pero por ahora todo sigue prácticamente igual en el Guadalhorce.
A pie de calle, tras entrevistar a varias prostitutas, falta información en el colectivo. No obstante, las afectadas están haciendo su propia campaña informativa. Igualmente, el Ayuntamiento impulsará la suya propia cuando entre en vigor la ordenanza. "Sólo falta que el texto salga publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) que debe salir en unas semanas", explica el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade. El edil advierte que en las primeras semanas serán permisivos y que la campaña se planificará para llegar a todos, también a las prostitutas.
Pero al hilo de la nueva ordenanza las prostitutas se han organizado para negociar un espacio donde poder ejercer. Su compromiso a cambio de no ser sancionadas es salir a la calle a partir de las 20:00 y no hacerlo semidesnudas ni tampoco encender fuegos en la vía pública. "Al principio se vieron menos prostitutas por las mañanas, pero siguen teniendo presencia", dice la presidenta de la asociación de Polígonos Industriales, Ana López. Las propias prostitutas ya han iniciado su propia campaña informativa. "Yo me acabo de enterar, esta misma tarde me lo han dicho las compañeras y veo bien empezar a partir de las 20:00 si se nos respeta. Desde mañana empezaremos a la hora pactada", afirma Andrea, una chica rumana de 27 años que llegó a Málaga hace tres para ejercer la prostitución y tras pasar por distintos club lleva un año trabajando en el Guadalhorce.
Pero no todas las prostitutas consultadas por este periódico muestran la misma predisposición. En la avenida principal se disponen varias chicas. Son más jóvenes. Gabriela tiene 20 años y sólo lleva tres meses en Málaga y Ana María 23 y ejerce la prostitución en el mismo sitio desde hace un año. Ambas saben que deben tener cuidado con las sanciones, pero dicen que la presencia policial es la misma ahora que antes. Sobre el compromiso de sus compañeras no saben nada. Otras prefieren no hablar. En una hora en el polígono se cruzan dos patrullas de Policía, pero por ahora todo sigue prácticamente igual en el Guadalhorce.