El Hércules alivia enfermosUn gol en el último minuto deja fuera de la Copa del Rey al equipo alicantino, que acabó con diez jugadores por expulsión de AguilarEntre despropósitos y mala fortuna, el Hércules abandonó la Copa del Rey tras caer derrotado en Málaga. Un gol en el último minuto del encuentro, con el choque quebrado por la expulsión de Abel Aguilar y los cables fundidos por el agotamiento de varios jugadores, destrozó la remontada del equipo alicantino, que experimentó una extraña metamorfosis para igualar una contienda que se puso muy cuesta arriba en el cuarto de hora inicial. En esos quince minutos, el Hércules dio un nuevo recital de imprecisiones, abatimiento, desgana y apatía. Dejado de la mano de dios, sin norte ni oficio, el conjunto herculano deambuló como hipnotizado, como si la historia no fuera con él, sumando despropósito tras despropósito. De otro modo no se entiende cómo el Málaga, que en su casa no había dañado ni a una mosca, colocara dos goles casi sin despeinarse en un cuarto de hora.
Con una actitud indolente, la cabeza gacha y una pasividad merecedora de denuncia, el Hércules se entregó a su enemigo hasta el punto de dejar casi firmada su sentencia de muerte nada más salir al campo. Pellegrini debió frotarse los ojos viendo lo que tenía enfrente, un rival que solo transmitía comodidad en su esperado debut. En esos compases iniciales, el equipo de Esteban Vigo mostró con toda su crudeza que no hay tanto fondo de armario como alguno quiere suponer. La fragilidad defensiva hizo acto de presencia hasta dejar desnudo a un bloque débil, que caminaba como un guiñapo por el terreno de juego. La parsimonia de Sarr, la desorientación de Juanra, la pasividad de Pulhac... todo ello aderezado por un centro del campo estático, abrió de par en par el camino a un Málaga incrédulo ante tanta dejadez. Entre Sarr y Juanra comenzaron los regalos. Un contragolpe de Fernando habilitando a Eliseu, que se adelantó a Juanra y a Velthuizen, sirvió para inaugurar la contienda (1-0, m.10).
Tumbado en el diván, observándose, sin entender que ayer se estaba jugando un partido de fútbol de eliminatoria, el Hércules mantuvo la mirada en el limbo. A base de imprecisiones, el equipo prolongaba la imagen patética ofrecida días antes en Pamplona.
La máxima expresión de la inocencia y falta de contundencia llegó con una nueva acción en la que Juanra tuvo papel predominante. El lateral decidió ceder en horizontal a Velthuizen casi sobre la línea de gol y ante la presencia de Edinho, que agradeció el regalo colocando el 2-0 (minuto 15). Con esos dos mordiscos, y con la actitud hasta entonces exhibida, nada buena cabía esperar. De hecho, el recital malagueño pudo ampliarse con dos nuevos disparos que repelió el poste y que muy bien hubieran podido dejar totalmente sentenciado un encuentro que, por otro lado, no apuntaba hacia la mejoría visitante.
Sin embargo, el panorama comenzó a cambiar a raíz de una buena acción de Cristian y Thomert, dos de los jugadores que se salvaban de la quema general. La cesión del francés al área encontró un perfecto remate de Portillo para acortar distancias (2-1, m.30).
El gol del madrileño comenzó a dibujar un nuevo escenario. Consciente de que un tanto más enviaba la eliminatoria a Alicante, el equipo elevó el tono, levantó la cabeza y comenzó a tocar los costados de su crecido adversario.
MejoríaEl inicio de la segunda parte acabó por cambiar el panorama. Al Málaga le entró el vértigo y enseñó todas sus carencias defensivas. Flojo de piernas en los metros finales, el conjunto andaluz tomaba el relevo y comenzaba a titubear de forma alarmante frente a un Hércules que mostró su rostro más ambicioso. Jugando en la parcela contraria, el conjunto herculano se sacudió el complejo. Abel Aguilar recuperó el tono perdido y Cristian aumentó sus prestaciones. El catalán acabó sirviendo un pase perfecto al colombiano que éste envió a la red tras colarse en el área (2-2, m.75). La historia había cambiado por completo. Roto el Málaga, crecido el Hércules, la eliminatoria marcaba una nueva realidad, tan distinta como increíble al recordar el tenebroso inicio.
Sin embargo, una obstrucción de Abel Aguilar que significó la segunda tarjeta amarilla, y por lo tanto la expulsión en el minuto 67, cambió de nuevo el decorado. Con diez hombres, varios de ellos con problemas físicos, el Hércules apuntó hacia abajo. Esteban Vigo optó por apuntalar la defensa sacando a Pamarot y el francés respondió bien. Sin embargo, también dio entrada a Drenthe y el holandés no dio señales de vida. Sobreviviendo a malas penas, aunque con el cronómetro a favor, Calalayud (que había sustituido a Velthuizen, lesionado en la primera parte) fue apagando el peligro que llegaba a borbotones, sin que nadie por delante de la defensa acertara a cortar el fuego. Con Thomert de "9" y Portillo en la izquierda, ambos destrozados por el esfuerzo, un centro por la derecha con el reloj marcando el minuto 90 fue cabeceado de forma perfecta por Seba Fernández, que cruzó el esférico lejos del alcance del guardameta herculano. 3-2. Despedida y cierre.
MÁLAGA: 3. e entrenador: Manuel Pellegrini.s suplentes: Galatto, Apoño, Seba, Malagueño, Gaspar, Juanmi, Portillo. Apoño (57') entra Fernando Seba (71') entra por Eliseu Portillo (80') entra por Recio
HÉRCULES: 2. e entrenador: Esteban Vigo. s suplentes: Calatayud, Tote, Drenthe, Kiko, Trezeguet, Pamarot, Jesús Pastor. Calatayud (22') entra por Velthuizen Pamarot (71') entra por Rufete Drenthe (76') entra por Cristian
http://www.diarioinformacion.com/hercules-cf/2010/11/12/hercules-alivia-enfermos/1064149.html