Los diecinueve goles encajados ponen en entredicho el esquema empleado por Jesualdo Ferreira desde el comienzo
Juan Antonio Morgado
SÍ. El 4-3-3 no le da resultado al Málaga
Achacar a un único factor los males de un equipo no es justo. Pero está claro que el atrevido dispositivo táctico puesto en práctica por el Málaga desde que Ferreira está al frente del conjunto blanquiazul tiene mucho que ver con el saco de goles encajados en solo ocho partidos de Liga. El entrenador malaguista está en su derecho de ser fiel al 4-3-3, que le dio muchos éxitos en el Oporto, pero que quizás en la competición española no le valga. Está en contra del doble pivote, pero los rivales ponen en liza este esquema y superan al Málaga en el centro del campo.
A pesar de que el calendario no se ha portado bien con el conjunto blanquiazul esta temporada, las huestes de Ferreira desaprovecharon el domingo una oportunidad de oro para demostrar que pueden vencer a sus rivales directos. De ideales es imposible vivir en el vertiginoso balompié hispano. Lo está comprobando el Málaga, decimoséptimo en la clasificación y empatado a puntos con el decimoctavo. Es cierto que las lesiones se han cebado con el equipo en este comienzo de campaña, pero la imagen dada contra el Osasuna no es achacable a las ausencias.
Tampoco sirve como excusa el ingenuo penalti cometido cuando solo se llevaba un minuto y que pudo haber marcado el encuentro. La escasa capacidad de reacción del equipo ante esa contingencia inicial habla en contra de la fortaleza del esquema táctico malaguista. El Málaga anduvo perdido, sin alma. Los jugadores deambularon por el viejo El Sadar en muchas fases del partido huérfanos de un esqueleto que diera consistencia a sus acciones.
Sergio Cortés
NO. El problema es de concepción de plantilla
En el Málaga lo que falla es la plantilla y, desgraciadamente, se vuelven a repetir errores del año anterior. La lectura que hizo Jesualdo Ferreira fue correcta al hacerse cargo del equipo. Las carencias residían en la velocidad, el gol y la salida del balón, pero la última no se ha resuelto. Su apuesta era contar con Apoño y Duda, pero este se cayó pronto del cartel –y también habrá que ver si tiene la capacidad defensiva que se exige para actuar en la medular– y el malagueño recayó y no termina de arrancar.
El Málaga, conviene ser sincero, no tiene centro del campo, y duele decirlo porque en casi todos los casos se alude así a futbolistas malagueños. El ritmo al que se mueve el equipo es demasiado lento y, por consiguiente, muy previsible. De este modo, el rival se repliega con facilidad y no deja huecos a los veloces extremos malaguistas, pero al mismo tiempo no le cuesta robar el balón. Yasí, sin el esférico, el Málaga tiene que hacer un enorme desgaste para recuperarlo y está a merced del contrario durante muchos minutos. El sistema sí falla en el sentido de que este modelo que quiere implantar el técnico portugués pasa por tener el balón.
De lo contrario, el equipo está ‘liquidado’. Sí habría que achacarle a Ferreira ese empeño en el 4-3-3 cuando es obvio que la plantilla no se ajusta a las características que él desea en el capítulo de los jugadores del centro del campo, como mínimo hasta el mercado de diciembre. No se reforzó como se requería el centro del campo (además se dejó ir al jugador con más intensidad el año pasado, Toribio) y ahora se paga.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-10-26/falla-sistema-201010260845.html
Última edición por El Capitán Trueno el Mar 26 Oct 2010 - 11:47, editado 2 veces