El Málaga dejó de ser pobre justo cuando la crisis embiste con más fuerza al fútbol español. La llegada al club de Martiricos de un jeque qatarí, Abdullah Al-Thani, y su inversión de casi 17 millones en la plantilla avanzan en la dirección opuesta a la mitad de los clubes de Primera, que terminan el verano con saldo positivo en sus gestiones de compra y venta de jugadores. En un escenario de ahorro, de apuesta por plantillas cortas y canteranos, cuando cada refuerzo es analizado con lupa, se sale de la norma todo lo sucedido este verano en el club de La Rosaleda, que se ha olvidado de las estrecheces de antaño. El nuevo proyecto deportivo tiene como objetivo emular el recorrido ascendente que en su momento asumieron otros clubes españoles, como el Deportivo y el Villarreal. Solo el tiempo dirá si lo consigue.
En todas las comunicaciones de este nuevo Málaga se hablan dos idiomas (castellano e inglés), de la misma manera que en la Liga hay otros tantos submundos. Porque sigue mediando un abismo entre el Barcelona y el Real Madrid, por un lado, y el resto. No se admiten más candidatos al título. Solo el elenco de estrellas a las órdenes de Pep Guardiola, que se permite reducir el grupo a diecinueve piezas, y el nuevo modelo del Real Madrid, que concentra el foco en el técnico, José Mourinho, y en su futura apuesta por un bloque. La brecha podría ampliarse. Con una maquinaria tan engrasada como la azulgrana y el hambre de títulos del conjunto de la capital, ambos podrían seguir acariciando el centenar de puntos en el torneo, lo que de alguna manera va en detrimento de la pujanza del torneo.
Aspirantes a la Champions
No hay indicios para pensar en la existencia de equipos que puedan hacer sombra a los dos 'grandes'. El más amenazador parece el Atlético de Madrid, al que acreditan su buen arranque (Supercopa de Europa y goleada al Sporting) y mantener a su pareja ofensiva Forlán-Agüero. La continuidad del trabajo de Quique parece sumar tanto como la confianza alcanzada por el grupo y la mejora defensiva, con De Gea, Domínguez y Filipe. Pinta mejor el cuadro rojiblanco que un Sevilla envuelto en dudas, las que propicia un discutido Antonio Álvarez, el reciente adiós a la Champions y los desajustes defensivos.
También parece mejor el Atlético que un Valencia venido a menos sin Villa, Silva, Zigic, Marchena ni Alexis. Con Mata como nuevo referente, mucho tendrá que trabajar Emery con los recién llegados Feghouli, Tino Costa, Mehmet Topal, Soldado y Aduriz. En ese pelotón de presuntos aspirantes a la Champions debería estar también el Villarreal, que mantiene una apuesta por el buen fútbol y aprovecha la buena hornada de su filial en Segunda con dos fichajes de fácil adaptación: Marchena y Valero.
Entre la extensa clase media siempre es difícil adivinar a qué equipo le pueden salir mejor las cosas. Hay un espectro amplio en el que es obligado contar con el Málaga. Inspirado en un técnico del prestigio de Jesualdo Ferreira y sin fichajes de mucho nombre -si se exceptúa al delantero uruguayo Sebastián Fernández-, la meta es cambiar la mentalidad de la plantilla por un espíritu ganador. El que podría tener también un recién ascendido como el Hércules. En su caso no hubo dinero de Qatar, pero sí una curiosa mezcla entre la base del conjunto que subió a Primera y la experiencia competitiva de delanteros como Haedo Valdez y Trezeguet.
También ofrecen buenas sensaciones los proyectos del Athletic y el Getafe. El primero, porque su gran argumento es la continuidad de sus figuras, Javi Martínez y Llorente, y el segundo, por tener la costumbre de hacer bien las cosas en la máxima categoría y poner muy bien el punto de mira sobre los fichajes, esta vez Pablo Pintos, Kas, Marcano, Borja, Mosquera, Arizmendi y Adrián Colunga. Casi siempre marcados por el denominador común de la juventud y la proyección.
Lucha por la permanencia
Respecto a todos los demás, conviene apelar a la cautela. El Almería puede presumir de que nunca ocupó puestos de descenso en las tres temporadas anteriores, las de su último ciclo en la élite, pero está por ver si funciona la apuesta arriesgada de Lillo; el Deportivo y el Mallorca nadan en la carestía, en el primer caso con fichajes de medio pelo y en el segundo con un recurso obligado a los jóvenes, a los que adoctrinará Laudrup. Y luego está Osasuna y Espanyol (se fue Parejo, pero sigue Osvaldo), que suelen deambular en la cuerda floja, tratarán de hacerse valer en casa, como en la última Liga. El club navarro, con pocos pero escogidos refuerzos (Riesgo, Damiá, Nelson, Soriano o Lekic), y el barcelonés, con el paso adelante que deben de dar sus jóvenes, como el central Victor Ruiz y el volante organizador Javi Márquez.
Con el Zaragoza cabe esperar cualquier cosa. Descendió por última vez con una plantilla de ensueño (el mejor jugador del último curso para la UEFA, Diego Milito, figuraba entre los jugadores), y esta vez parece corto en cuanto a jugadores de ataque. Con raíces sólidas emerge la Real Sociedad, de nuevo en la élite, que ha repescado a Tamudo y se sigue nutriendo de su cantera. El mismo referente del Sporting de Gijón, de nuevo con una plantilla muy homogénea entre los aspirantes a cada demarcación y que consiguió mantener en sus filas a Diego Castro, aunque se ha reforzado en ataque con Sangoy y Barral tras la marcha de Bilic.
El Racing, muy devaluado, consiguió reforzarse mejor en el último instante, con el defensa chileno Ponce y el atacante sueco del Werder Bremen Rosenberg. También llegaron los laterales Francis y Cisma -que terminaban contrato en el Xerez y el Almería- y los volantes Tziolis y Adrián. En todo caso, una tarea ardua para Miguel Ángel Portugal a la hora de encajar a última hora las piezas. Finalmente, la del Levante parece la plantilla más humilde de la categoría, con numerosos veteranos venidos a menos (Sergio, Del Horno, Valdo, Javi Venta, Munúa...) y otros varios profesionales sin demasiado vuelo en la élite.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-09-05/malaga-deja-pobre-20100905.html