El vicepresidente tendrá residencia en Málaga, pero incorporará a un gestor en previsión de sus ausencias
El Málaga quedará en manos de una persona de absoluta confianza de los nuevos propietarios cuando se produzca la marcha del vicepresidente y consejero delegado, Abdullah Ghubn, obligado por sus compromisos profesionales. Aunque este tendrá residencia en la capital, incorporará a un gestor en previsión de sus ausencias.
Ghubn recordó el lunes, en su comparecencia en el antepalco de La Rosaleda, que su presencia en Málaga durante estos meses era la mejor garantía de la apuesta de Abdullah Al Thani por el club. No es un secreto que el máximo ejecutivo del grupo NAS -que agrupa a todas las empresas del jeque qatarí- está encantado en Málaga por el trato recibido y el clima. En principio residía en Marbella, pero no tardó en trasladarse a un conocido hotel de la capital.
Sin embargo, las obligaciones profesionales de Ghubn son numerosas debido a la enorme cantidad de gestiones propias del 'holding' del que es el principal ejecutivo. Su continuidad en Málaga obedece a la importancia de cuidar hasta el más mínimo detalle en la puesta en marcha de esta nueva empresa del grupo NAS. En este sentido, el vicepresidente y consejero delegado se encarga de supervisarlo todo, desde la pintura en las paredes de La Rosaleda a las negociaciones con un futbolista, su representante y su club de origen.
Ghubn ha renovado su confianza en el grupo de gestores que tenía el Málaga en sus distintos departamentos. La ex directora general, Yasmin Al Sahoud -aunque oficialmente nunca llegara a serlo por contrato-, había emprendido una reestructuración interna con una nueva distribución de competencias en distintos ámbitos, pero a día de hoy se desconoce cuál será el panorama a corto plazo.
El vicepresidente y consejero delegado reaccionó con celeridad tras la fulminante salida de Yasmin Al Sahoud y nombró horas después como sustituto a José María Fernández Mochón, que inicialmente iba a ser el adjunto a la abogada elegida por el jeque para llevar el peso de la gestión en la entidad. Pese a este nombramiento, el letrado malagueño no será el máximo gestor del club, aunque evidentemente tendrá un peso enorme, tanto en el día a día como en las relaciones -excelentes, dicho sea de paso- en la Liga Profesional y en la Federación Española.
La intención de los propietarios, y de Ghubn en particular, es contar con un gestor de absoluta confianza para que dirija al Málaga en los periodos de ausencia del vicepresidente y consejero delegado. Es decir, sería el interlocturo directo cara al grupo NAS y el brazo ejecutor en las cuestiones económicas.
El cargo que ocupará esta persona se desconoce. Esta elección tendría clara relación con el hecho de que Ghubn recalcara el lunes que no era preocupante la marcha de Yasmin Al Sahoud si se tiene en cuenta que esta era secretaria del consejo de administración y también de la Fundación. Presumiblemente el gestor que se incorporará al club realizará esas funciones y tendrá voz y voto en las decisiones más importantes de la entidad de La Rosaleda. Pero todo supervisado por Ghubn, que pasará el máximo tiempo posible en Málaga.
El Málaga quedará en manos de una persona de absoluta confianza de los nuevos propietarios cuando se produzca la marcha del vicepresidente y consejero delegado, Abdullah Ghubn, obligado por sus compromisos profesionales. Aunque este tendrá residencia en la capital, incorporará a un gestor en previsión de sus ausencias.
Ghubn recordó el lunes, en su comparecencia en el antepalco de La Rosaleda, que su presencia en Málaga durante estos meses era la mejor garantía de la apuesta de Abdullah Al Thani por el club. No es un secreto que el máximo ejecutivo del grupo NAS -que agrupa a todas las empresas del jeque qatarí- está encantado en Málaga por el trato recibido y el clima. En principio residía en Marbella, pero no tardó en trasladarse a un conocido hotel de la capital.
Sin embargo, las obligaciones profesionales de Ghubn son numerosas debido a la enorme cantidad de gestiones propias del 'holding' del que es el principal ejecutivo. Su continuidad en Málaga obedece a la importancia de cuidar hasta el más mínimo detalle en la puesta en marcha de esta nueva empresa del grupo NAS. En este sentido, el vicepresidente y consejero delegado se encarga de supervisarlo todo, desde la pintura en las paredes de La Rosaleda a las negociaciones con un futbolista, su representante y su club de origen.
Ghubn ha renovado su confianza en el grupo de gestores que tenía el Málaga en sus distintos departamentos. La ex directora general, Yasmin Al Sahoud -aunque oficialmente nunca llegara a serlo por contrato-, había emprendido una reestructuración interna con una nueva distribución de competencias en distintos ámbitos, pero a día de hoy se desconoce cuál será el panorama a corto plazo.
El vicepresidente y consejero delegado reaccionó con celeridad tras la fulminante salida de Yasmin Al Sahoud y nombró horas después como sustituto a José María Fernández Mochón, que inicialmente iba a ser el adjunto a la abogada elegida por el jeque para llevar el peso de la gestión en la entidad. Pese a este nombramiento, el letrado malagueño no será el máximo gestor del club, aunque evidentemente tendrá un peso enorme, tanto en el día a día como en las relaciones -excelentes, dicho sea de paso- en la Liga Profesional y en la Federación Española.
La intención de los propietarios, y de Ghubn en particular, es contar con un gestor de absoluta confianza para que dirija al Málaga en los periodos de ausencia del vicepresidente y consejero delegado. Es decir, sería el interlocturo directo cara al grupo NAS y el brazo ejecutor en las cuestiones económicas.
El cargo que ocupará esta persona se desconoce. Esta elección tendría clara relación con el hecho de que Ghubn recalcara el lunes que no era preocupante la marcha de Yasmin Al Sahoud si se tiene en cuenta que esta era secretaria del consejo de administración y también de la Fundación. Presumiblemente el gestor que se incorporará al club realizará esas funciones y tendrá voz y voto en las decisiones más importantes de la entidad de La Rosaleda. Pero todo supervisado por Ghubn, que pasará el máximo tiempo posible en Málaga.