Los nueve fichajes del Málaga traen conquistas de Liga de Campeones, Liga y un periplo internacional con la selección destacable, pero sólo Eliseu (59 partidos) y Rubén (2) han jugado en la élite del fútbol español
Las paradojas futbolísticas pueden llegar a ser muy variopintas. El balón se rige por una ciencia inexacta y el Málaga no iba a ser ajeno a esa realidad. Basta echar un ojo a las nueve incorporaciones con las que el equipo se ha reforzado esta temporada. El balance de lo que pueden aportar es tan irónico como que los Sebastián Fernández, Rubén, Galatto, Quincy y compañía traen un palmarés copioso en sus bolsillos y una experiencia en equipos de talante ganador; el reverso de la moneda dice que su experiencia global en la Liga española es prácticamente nula. No hay más que recordar las miradas desconocidas entre los jugadores de Jesualdo Ferreira sobre el campo ante el Valencia para entender hasta qué punto influye el asunto.
Basta analizar el currículo de Rubén para hacerse una idea más gráfica de lo que ocurre. A sus 26 años, el gallego es campeón de la Liga de Campeones (en la 05/06, en la que fue inscrito como tercer portero azulgrana), de Liga (disputó dos partidos en la 04/05 ante la indisponibilidad de Víctor Valdés y Albert Jorquera), de los Juegos del Mediterráneo de 2005 (coincidió con Jesús Gámez en Almería) y en 2003 acabó subcampeón mundial sub 20 en Emiratos Árabes (jugó con Iniesta y en la final tuvo enfrente como rivales a Dani Alves y Renato). Y, sin embargo, si tanto empeño había puesto Rubén por venir al Málaga era porque las últimas cinco temporadas las había pasado entre la Segunda y la Segunda División B.
Algo similar se va observando en el resto de los fichajes. De hecho, Eliseu es la excepción que confirma la regla. Su experiencia blanquiazul en la temporada 08/09 le reportó un bagaje de 36 encuentros disputados, a los cuales se suman los 21 que sumó como jugador del Zaragoza la pasada temporada.
Hay quien al menos sí puede decir que ha catado la categoría de plata, cuyos rigores tácticos se asemejan en parte a algunos de los encuentros que se puede llegar a ver en la élite. Es el caso de Rondón, que en dos campañas completó 40 partidos con el Las Palmas, Rubén, que registra los máximos choques aunque en un solo año; y Quincy, que vistió la camiseta del Celta hace tres temporadas y acumuló 20 entorchados (Eliseu también tiene que añadir 37 partidos de experiencia de plata en su bagaje).
Es el peaje de adaptación que tendrán que pagar las nueve incorporaciones blanquiazules. No obstante, sí que encajan perfectamente en el proyecto a largo plazo que pretende Abdullah Al Thani, puesto que se trata de futbolistas de alcance y proyección internacional. Quincy y Sebastián Fernández pueden presumir de haber caído en las rondas finales del Mundial de Sudáfrica con sus selecciones y Rondón habría vivido una experiencia similar si Venezuela se hubiera clasificado para la cita, pues es un habitual de la vinotinto desde que debutó en el año 2008. El currículo de Galatto, Kris, Rubén y Quincy también recoge participaciones en la Liga de Campeones.
Y, para completar un palmarés más que destacable, también hay campeones de liga en el vestuario: Papelito (con Defensor y Banfield), Galatto (Litex Lovech y Paranaense) y Kris (Rosenborg).
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