La lluvia de primavera ha frenado su reproducción, aunque el régimen de vientos podría deparar sorpresas
Aún es pronto para saberlo, pero las condiciones permiten aventurar una menor concentración que en temporadas precedentes. La lluvia de esta primavera favorece a los bañistas que, en principio, no tendrán que lidiar este año con la avalancha de medusas de veranos como el de 2007, en el que se alcanzaron niveles de récord y también de alarma.
Los expertos se muestran, de momento, cautelosos, aunque señalan un hecho que suele resultar capital en la evolución de las colonias de medusas: la acumulación de precipitaciones, que normalmente inhibe la reproducción de las comunidades. Según Jorge Baro, director del Centro Oceanográfico de Málaga, todavía no ha sido notificado el avistamiento de ningún ejemplar cerca de la orilla, lo que es una buena señal, si bien no de plena garantía. Aunque el clima primaveral es determinante, existen otros factores que convierten la prevención en un ejercicio complejo, alejado de la seguridad de las leyes rotundas.
Juan Jesús Martín, portavoz del Aula del Mar, coincide en reseñar la importancia de los matices. En principio, la temporada de baño se antoja desprovista de la incomodidad punzante de los últimos años, pero los elementos podrían virar la situación de manera drástica. Uno de ellos, sin duda, es el viento, que es el verdadero aparato motriz de los celentéreos, incapaces por sí mismos de desplazarse más allá de unos pocos metros.
El problema de las medusas es relativamente reciente. Al menos en lo que respecta a sus escalas más cuantiosas. La comunidad científica coincide en destacar la multiplicación experimentada por su población en los últimos años y no precisamente por la sucesión de primaveras cálidas. La escasez de depredadores, provocada por la sobreexplotación de los caladeros, y la contaminación de las aguas ha ampliado sus posibilidades de alimentarse, y, con ellas, lógicamente, también las de sobrevivir y reproducirse. La lluvia ha hecho su trabajo. Ahora es cuestión del viento y de la suerte.
UN REMEDIO
Utilizar agua de mar, aplicar frío y abstenerse de frotar
En el caso de roce con una medusa, se debe limpiar la picadura con agua de mar–nunca con líquido dulce–quitar con unas pinzas los restos y aplicar frío. Los expertos desaprueban los remedios tradicionales.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/06/07/expertos-preven-verano-avalancha-medusas-malaga/427915.html