Una vez más el último día de mercado dejó frustraciones para la planificación del equipo
El 31 de agosto es una fecha de cerrar maletas que no cierran, de apelar a la filosofía en una caravana y, acaso, de pensar que mañana hay que volver a trabajar. Pero es uno de los días más activos en Hernández de Tejada, sede de la LFP. También en la Avenida de Martiricos, donde las oficinas se quedan abiertas hasta la madrugada, los teléfonos no paran de sonar y el fax funciona como el dedo del césar: ficha o no ficha. No salió malparado en esta ocasión el cuadro blanquiazul, pero una vez más un par de deseos se quedaron por el camino.
Durante todo el día en la Liga de Fútbol Profesional contaron con que Alfred N'Diaye, medio centro del Nancy, estaba fichado. Ello asumían Abdullah Ghubn, Sandro y Jesualdo Ferreira, pero a eso de las 22:30 ya nadie confiaba en un final feliz. "Falta de acuerdo económico", es la versión blanquiazul; "falta de garantías bancarias", es la versión francesa. Según fuentes del club, parece que el cuadro galo quería hacer caja con su joven promesa y un supuesto fuerte interés inglés por él les llevó a tensar tanto la cuerda que se le rompió en las manos. Al Málaga se le rompió la expectativa, pues contaban con él tras mucho tiempo al acecho.
No fue el único no. El otro lo dio el del valencianista Manuel Fernandes, opción alternativa a N'Diaye. El portugués se negó a cambiar Valencia por Málaga por motivos deportivos, pues sólo quería salir cedido al fútbol inglés. Económicamente no había problema, ya que el club blanquiazul estaba dispuesto a asumir sus casi dos millones anuales de ficha. Según Canal Sur Radio, incluso estaba acordado todo desde la comida de directivos del pasado sábado en La Rosaleda.
La situación recuerda al ridículo vivido con Mercio o Joao Pereira el último día del mercado invernal de 2007, en el que se anunció a bombo y platillo el fichaje de ambos, las dos operaciones se frustraron y en la LFP acabó llegando un fax con la cara de Marcelo Romero oscurecida a la espera de solucionar la llegada de Mercio, cosa que nunca ocurrió. Sí se anunció la contratación de Iván Rosado apurando el plazo de cierre, cuando el onubense se encontraba en paro y podía firmar cualquier día del año.
Al curso siguiente se contrató a Tiago Gomes, un futbolista que se entrenó durante un mes en Málaga sin tener el contrato resuelto y ahora triunfa de blanquiazul en España, pero en el Hércules. O más lejano aún queda el fichaje de Salva (03/04), una operación rota a diez minutos del final del plazo y solucionada sobre la hora gracias a que el tráfico de faxes de otros conjuntos dio margen de reacción a la entidad malaguista.
Ayer el trauma no resultó tan duro. A las 1:30 ya no había luz en Martiricos. En la Liga había 12 peticiones de inscripción del Málaga. Stadsgaard, Rubén, Sebastián Fernández, Quincy, Sndro Silva, Malagueño y Eliseu en calidad de nuevos fichajes; Jesús Gámez, Iván y Apoño, por sus recientes renovaciones y consecuentes cambios contractuales; y, por último, Albert Luque, que el año pasado había jugado como cedido por el Ajax y ahora inicio su contrato de dos años como blanquiazul. Galatto no pareció por ningún lado; y no lo hará hasta que llegue su transfer. Si es que no se pierde por el camino.
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