El Málaga no hará fichajes caros el primer año para evitar un desequilibrio en el vestuario
Los nuevos propietarios y Ferreira coinciden en la importancia de que no haya escalones salariales muy altos en la plantilla
SERGIO CORTÉS.-
Aunque se ha dicho por activa y por pasiva, parece que el mensaje no ha terminado de calar. O al menos eso entienden los nuevos responsables cuando comprueban que los nombres de determinados futbolistas son asociados al Málaga durante estos días. La realidad es sencilla: el club no hará fichajes caros en este primer año del proyecto.
Las negociaciones entre el nuevo entrenador, Jesualdo Ferreira, y el grupo que preside el jeque Abdullah Al-Thani se produjeron hace casi un mes y medio. En concreto, diez días después de que concluyera la Liga y el empresario qatarí comenzará a vislumbrar la posibilidad de adquirir la gran mayoría de las acciones del Málaga, en poder de Fernando Sanz y su esposa, Íngrid Asensio. Escasas fechas después, el 3 de junio, el técnico ya se había desplazado de incógnito a la Costa del Sol para comenzar a recopilar información.
En esas negociaciones se sentaron las bases del proyecto a tres años del Málaga Club de Fútbol y fue entonces cuando el entrenador expuso a los interlocutores del jeque -entre ellos lógicamente el director general del grupo NAS, Abdullah Ghubn- la necesidad de no hacer una revolución, sino de renovar la plantilla poco a poco con la entrada de jugadores de más nivel. En esa línea se expresó Jesualdo Ferreira durante su presentación a comienzos de esta semana. «Sabemos que ir de forma progresiva es el mejor camino para conseguir el objetivo de ser más grandes. No podemos cambiar a toda la plantilla para hacer un gran equipo», recalcó.
Actitud convincente
La actitud de Ferreira fue muy convincente en esas reuniones. Conviene destacar que el grupo que preside Abdullah Al-Thani buscaba un entrenador que aunara experiencia y una brillante trayectoria reciente, y por eso se fijó en el máximo responsable del Oporto los cuatro últimos años. La fe en el técnico luso es ciega en estos momentos, y cualquier consideración suya es tenida muy en cuenta. De ahí que se le hayan dado plenos poderes en la planificación de la plantilla para este trienio.
La justificación que dio Ferreira para no introducir de golpe fichajes caros en la plantilla es el temor a que en el vestuario se produzca un desequilibrio que acabe por fracturarlo. A su juicio, es imprescindible que en el equipo no haya escalones salarios muy evidentes, porque este factor desembocaría en un club todavía modesto en posibles envidias y un cierto malestar en varias fases del campeonato que a la postre sólo perjudicarían la trayectoria del Málaga.
Aunque se ha dicho por activa y por pasiva, parece que el mensaje no ha terminado de calar. O al menos eso entienden los nuevos responsables cuando comprueban que los nombres de determinados futbolistas son asociados al Málaga durante estos días. La realidad es sencilla: el club no hará fichajes caros en este primer año del proyecto.
Las negociaciones entre el nuevo entrenador, Jesualdo Ferreira, y el grupo que preside el jeque Abdullah Al-Thani se produjeron hace casi un mes y medio. En concreto, diez días después de que concluyera la Liga y el empresario qatarí comenzará a vislumbrar la posibilidad de adquirir la gran mayoría de las acciones del Málaga, en poder de Fernando Sanz y su esposa, Íngrid Asensio. Escasas fechas después, el 3 de junio, el técnico ya se había desplazado de incógnito a la Costa del Sol para comenzar a recopilar información.
En esas negociaciones se sentaron las bases del proyecto a tres años del Málaga Club de Fútbol y fue entonces cuando el entrenador expuso a los interlocutores del jeque -entre ellos lógicamente el director general del grupo NAS, Abdullah Ghubn- la necesidad de no hacer una revolución, sino de renovar la plantilla poco a poco con la entrada de jugadores de más nivel. En esa línea se expresó Jesualdo Ferreira durante su presentación a comienzos de esta semana. «Sabemos que ir de forma progresiva es el mejor camino para conseguir el objetivo de ser más grandes. No podemos cambiar a toda la plantilla para hacer un gran equipo», recalcó.
Actitud convincente
La actitud de Ferreira fue muy convincente en esas reuniones. Conviene destacar que el grupo que preside Abdullah Al-Thani buscaba un entrenador que aunara experiencia y una brillante trayectoria reciente, y por eso se fijó en el máximo responsable del Oporto los cuatro últimos años. La fe en el técnico luso es ciega en estos momentos, y cualquier consideración suya es tenida muy en cuenta. De ahí que se le hayan dado plenos poderes en la planificación de la plantilla para este trienio.
La justificación que dio Ferreira para no introducir de golpe fichajes caros en la plantilla es el temor a que en el vestuario se produzca un desequilibrio que acabe por fracturarlo. A su juicio, es imprescindible que en el equipo no haya escalones salarios muy evidentes, porque este factor desembocaría en un club todavía modesto en posibles envidias y un cierto malestar en varias fases del campeonato que a la postre sólo perjudicarían la trayectoria del Málaga.