Juega con un solo medio de contención y a los dos acompañantes les exige dinamismo, llegada o gol, virtudes que muchos no tienen El entrenador cuenta en la plantilla heredada con diez hombres para una zona en la que sus gustos son distintos

SERGIO CORTÉS.-

Xavi Torres, Juanito, Toribio, Miguel Ángel, Pere Martí, Edu Ramos, David González, Apoño, Fernando y Benachour. La lista es amplia, interminable, y al nuevo entrenador del Málaga no le agrada tal aglomeración de futbolistas en la medular. A Ferreira, hoy por hoy, le sobran centrocampistas. Y muchos.

Ferreira llega al Málaga con un sistema definido, el más utilizado en Portugal y el que lo ha llevado a triunfar en el Oporto los cuatro últimos años (tres títulos de Liga y dos de Copa). «El 4-3-3 es la base para comenzar los partidos», confirmó en su presentación el pasado martes. Evidentemente las situaciones de cada encuentro obligan a variantes tácticas, pero el luso está muy apegado a ese esquema y no es un secreto que en torno a él quiere estructurar la plantilla de la próxima temporada y el proyecto del trienio.

El análisis del entrenador portugués sobre la plantilla heredada ha deparado varias conclusiones. Y la más preocupante para él es la masiva presencia de centrocampistas. En su concepto del fútbol sólo tiene cabida un solo medio de contención cuando el Málaga cuenta con seis para lo que él concibe para esa demarcación (Xavi Torres, Juanito, Toribio, Miguel Ángel, Pere Martí y Edu Ramos). De ellos, sólo Toribio y Juanito tienen asegurada la plaza.

Obstáculo

En las otras dos piezas de su puzle destinadas a la medular Jesualdo Ferreira desea que cuenten con dinamismo, llegada o gol. Pero ahí también se topa con otro obstáculo. En principio dispone de David González, Apoño, Fernando y Benachour, más la opción de Edu Ramos, al que no ha visto en acción y del que sólo tiene vagas referencias. En este sentido cabe aclarar que el entrenador quiere partir de cero y que da un gran valor a los informes que ha recabado desde el exterior del club para desmarcarse de lo que puedan pensar los técnicos del club, bien por ser afines a Juan Ramón Muñiz (los miembros de su cuerpo técnico), bien por tratarse de personas vinculadas a la anterior dirección deportiva (Sandro).

Los diferentes partidos del Málaga correspondientes a la pasada temporada y analizados por Ferreira le han dado una dimensión clara de lo que requiere el equipo. Ha comprobado que Muñiz ya empleó su sistema en distintos encuentros de la segunda vuelta -en cierto modo se puede decir que fue la tabla de salvación-, pero los futbolistas empleados (mayoritariamente Fernando y Benachour) ofrecían ciertas carencias para lo que él pide.

A día de hoy sólo Toribio, Juanito y Apoño (pese a que este último ofreció una temporada muy discreta) parecen tener clara su continuidad en la plantilla dentro de la decena de futbolistas para la línea medular. A Ferreira le sobran centrocampistas. Otra cuestión es que encuentre lo que busca para reforzar esa zona.