De Ferreira, Bin Nasser y Sanz
Opinión - Opinión
Lunes, 28 de Junio de 2010 19:11
Por Félix Godoy
Se nos presenta por primera vez Jesualdo Ferreira y, la verdad, no tiene mala pinta. De aspecto serio pero con ganas de agradar y de dejar las cosas claras. En un portugués que se entendía relativamente bien, insistió todo lo que pudo en mencionar a la afición. Algo populista, a decir verdad. Sin embargo, hay que entenderlo y apoyarlo. Málaga vive una etapa de transición ilusionante. Mucho más que el último traspaso de poderes entre los Asensio y los Sanz. Era demasiado familiar todo para inspirar la ilusión que sí generan los nuevos inquilinos de La Rosaleda. Y decíamos que había que entenderlo y apoyarlo porque hay que aprovechar esta inercia.
Hay que aprovechar la ruptura con Muñiz para pensar que un hombre que ha ganado tres ligas en los últimos cuatro años puede dar un salto de calidad. El asturiano ya no inspiraba confianza a la afición ni su figura generaba ilusión. Ferreira, por desconocido y por currículo, ya ilusiona. La gente espera de él mucho. Sobre todo porque es el primer fichaje del jeque, que le ha dado mando absoluto al estilo Ferguson o Wenger. Pensará la gente que si alguien de la posición social y poder económico de Bin Nasser le da tanto poder a este técnico es por algo. También se dice que cobrará el triple que Muñiz. Eso serían más de 1.600.000 euros. Debe ser bueno...
También hay que aprovechar la ilusión que pueda tener el jeque. Ahora mismo, el Málaga es su juguete nuevo. El dinero es caprichoso y quien lo tiene se vuelve igual. Así que lo mejor para el Málaga sería que los éxitos comenzasen a llegar de inmediato, para que el señor Bin Nasser no se aburra y se dé cuenta de que merece la pena apostar por este equipo. Y cuando decimos éxitos, no se dice por algo tangible como los títulos. Hablamos de éxito en el sentido de imagen, tanto deportiva como de marca. Un éxito es saber transformar un club humilde en uno ganador. Ahí entra de lleno lo que sepa hacer Ferreira, que tiene poderes absolutos, y que asegura que su reto es ese. Si lo logra, los títulos caerán por sí solos.
Esta etapa puede resultar confusa tanto interna como externamente, es lo que traen los cambios en cualquier ámbito de la vida. Pero el mensaje común del nuevo dueño, de su secretario y del propio Ferreira es que harán "un Málaga grande, pero poco a poco, y creando una identidad". Lo único que nadie deja claro es qué papel jugará Fernando Sanz a partir de ahora. Al fin y al cabo, ha sido quien ha desencadenado todo esto y quien ha gestionado el club para dejarlo en las condiciones ideales para una venta. Que no se imagina uno a Bin Nasser comprando el club recién descendido, con fractura social y más de 30 millones de deudas. Las cosas como son...
Opinión - Opinión
Lunes, 28 de Junio de 2010 19:11
Por Félix Godoy
Se nos presenta por primera vez Jesualdo Ferreira y, la verdad, no tiene mala pinta. De aspecto serio pero con ganas de agradar y de dejar las cosas claras. En un portugués que se entendía relativamente bien, insistió todo lo que pudo en mencionar a la afición. Algo populista, a decir verdad. Sin embargo, hay que entenderlo y apoyarlo. Málaga vive una etapa de transición ilusionante. Mucho más que el último traspaso de poderes entre los Asensio y los Sanz. Era demasiado familiar todo para inspirar la ilusión que sí generan los nuevos inquilinos de La Rosaleda. Y decíamos que había que entenderlo y apoyarlo porque hay que aprovechar esta inercia.
Hay que aprovechar la ruptura con Muñiz para pensar que un hombre que ha ganado tres ligas en los últimos cuatro años puede dar un salto de calidad. El asturiano ya no inspiraba confianza a la afición ni su figura generaba ilusión. Ferreira, por desconocido y por currículo, ya ilusiona. La gente espera de él mucho. Sobre todo porque es el primer fichaje del jeque, que le ha dado mando absoluto al estilo Ferguson o Wenger. Pensará la gente que si alguien de la posición social y poder económico de Bin Nasser le da tanto poder a este técnico es por algo. También se dice que cobrará el triple que Muñiz. Eso serían más de 1.600.000 euros. Debe ser bueno...
También hay que aprovechar la ilusión que pueda tener el jeque. Ahora mismo, el Málaga es su juguete nuevo. El dinero es caprichoso y quien lo tiene se vuelve igual. Así que lo mejor para el Málaga sería que los éxitos comenzasen a llegar de inmediato, para que el señor Bin Nasser no se aburra y se dé cuenta de que merece la pena apostar por este equipo. Y cuando decimos éxitos, no se dice por algo tangible como los títulos. Hablamos de éxito en el sentido de imagen, tanto deportiva como de marca. Un éxito es saber transformar un club humilde en uno ganador. Ahí entra de lleno lo que sepa hacer Ferreira, que tiene poderes absolutos, y que asegura que su reto es ese. Si lo logra, los títulos caerán por sí solos.
Esta etapa puede resultar confusa tanto interna como externamente, es lo que traen los cambios en cualquier ámbito de la vida. Pero el mensaje común del nuevo dueño, de su secretario y del propio Ferreira es que harán "un Málaga grande, pero poco a poco, y creando una identidad". Lo único que nadie deja claro es qué papel jugará Fernando Sanz a partir de ahora. Al fin y al cabo, ha sido quien ha desencadenado todo esto y quien ha gestionado el club para dejarlo en las condiciones ideales para una venta. Que no se imagina uno a Bin Nasser comprando el club recién descendido, con fractura social y más de 30 millones de deudas. Las cosas como son...