Todos los jugadores conocen a través de la AFE cuáles son los conjuntos más solventes, y entre ellos está el blanquiazul
En plena crisis, la economía curiosamente relanza al Málaga. A día de hoy, gracias a la inercia del proceso concursal y al control absoluto de las cuentas, el club de La Rosaleda cuenta con una situación envidiable respecto a la mayoría de los que compiten en categoría profesional. Esto le permite disponer de un argumento sólido no sólo para captar inversores y atraer la atención de grupos árabes -como ya ocurrió en enero-, sino para convencer a los futbolistas en una negociación frente a otros competidores.
El Málaga cumplirá dentro de unas semanas religiosamente con sus obligaciones derivadas del convenio de acreedores suscrito en junio de 2008. El presidente, Fernando Sanz, no varía su tesis e insiste en que es obligado priorizar el superávit necesario al final de cada ejercicio al desembolso en fichajes. El lema es no gastar más de lo que se ingresa. Conviene recordar que la pasada temporada el club traspasó a Eliseu al Lazio por un millón y optó por invertir esa cantidad. Ahora bien, lo hizo en un solo jugador, en una apuesta a todo o nada (el delantero portugués Edinho), y resultó fallida.
En principio esa intención se mantiene siempre que no llegue la inyección económica árabe. Si finalmente Jesús Gámez recala en el Valencia (el jugador ya conoce la oferta, pero el contacto formal entre los clubes todavía no se ha producido), el ingreso en cuestión irá a parar en un elevado porcentaje a mejorar el nivel de la plantilla. En este sentido cabe recordar que la puesta en marcha de la Ciudad Deportiva es una obsesión para el máximo dirigente malaguista, lo que podría acarrear que parte del dinero también se destinara a ello.
Estado ruinoso
El estado del fútbol español es ruinoso. Clubes clasificados para Europa que optan en cuestión de horas por el proceso concursal (el Mallorca), otros diez o doce pendientes de tomar ese camino para resolver su angustiosa economía, algunos con fama de compradores que tardan en pagar los sueldos, más de uno con dos o nóminas pendientes... Y estas situaciones no se concentran exclusivamente en Segunda División. También se producen en Primera, aunque están ocultos bajo el manto de óptimas clasificaciones deportivas o de sueldos descomunales con argucias de todo tipo, como los derechos de imagen.
La nueva cúpula de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) tomó las riendas y casi nada más aterrizar utilizó la amenaza de huelga como método de presión ante la Federación Española y la Liga Profesional. Se inclinó por esta opción después de realizar una consulta entre los capitanes de todos los clubes, tanto en el plano profesional (Primera y Segunda) como en Segunda B y Tercera. Fue entonces cuando se disparó la alarma. Como ya desveló este periódico, poco más de media docena están al día. Uno de ellos es el Málaga. Precisamente por el férreo control impuesto tras el proceso concursal los jugadores no pueden tener la más mínima queja. Ni por asomo intuían Luis Rubiales y su equipo cómo está el panorama en la élite.
Además, la AFE ha sido muy clara recientemente con los jugadores: les aconseja no aceptar pagarés, preguntar al propio sindicato o a compañeros conocidos el nivel de cumplimiento en los salarios, fichas y primas; elegir bien el equipo al que van, anteponer el cobro seguro a los cantos de sirena... Así, por ejemplo, se explica la prematura retirada de Carpintero. «El futuro del fútbol pinta mal», reconoció. El centrocampista leonés, pilar dentro y fuera del campo en el último ascenso a Primera, prefiere marcharse a su casa (en este caso, a Gijón) antes que aceptar una propuesta económica que a las primeras de cambio el club no pueda hacer efectiva. No le apetece verse dos o tres meses sin cobrar y en riesgo de encerrarse en el vestuario.
Baza
El Málaga va a jugar con esa baza en todas las negociaciones. El club no va a hacer dispendios y tiene muy claro cuáles son sus límites y el margen de maniobra. Hasta ahora muchos de sus competidores prometían cantidades desorbitadas, pero ya están al descubierto. La mayoría de los que presumen han pasado dificultades en la recta final para hacer frente a sus compromisos. En La Rosaleda ha sucedido al contrario. Arnau fue bastante explícito con los dirigentes de la AFE, tal como él mismo les recalcó a sus compañeros en una charla en el vestuario. El boca a boca entre los futbolistas de la Liga comienza a ser moneda común.
Nadie puede prever si el Málaga configurará una plantilla de cierto nivel, aunque todos coincidan internamente en que no será difícil mejorar la de esta pasada temporada. La economía manda. Pero lo que no se puede discutir es que esta vez el club que preside Sanz competirá si no en igualdad de condiciones, sí de forma pareja. Al margen del dinero que pueda llegar de Qatar. La AFE no se anda con rodeos y los jugadores ya saben a qué atenerse. En especial, los de Segunda División.
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-05-26/notable-gestion-economica-atrae-20100526.html