Alberto Luque y Juan Ramón Muñiz han demostrado hoy sobre el Anexo que su conexión es nula. Cada uno va por su lado y la situación parece irreconciliable. Luque ha llegado con parsimonia al entreno y, tras calzarse las botas, se ha entrenado junto a Hélder, lesionado, en lugar de hacerlo con el resto de suplentes y no convocados como suele hacer todos los lunes. El club ha informado posteriormente que Luque tiene un quiste meniscal y que por eso no se ha ejercitado a un ritmo normal. Después, mientras todos estiraban, ha estado junto a Rafa Mondragón y Jordi Pablo ensayando disparos a puerta.
La sinergia entre ambos brilla por su ausencia. En sus declaraciones, Muñiz, cuestionado por Luque, dice no personalizar en ningún jugador en concreto, mientras que el ‘5’ se ha autoimpuesto la ley del silencio y no efectúa manifestaciones públicas desde hace algunas semanas. El presidente aboga en público y en privado por una solución deportiva en las jornadas que restan. Pero Luque no jugó ni siquiera en Almería, cuando Duda estaba sancionado. No cuenta absolutamente nada para Muñiz. Un dato que lo corrobora: en los últimos once partidos, el egarense sólo ha disputado seis minutos y no juega desde el 14 de febrero en Santander.
La situación es grave porque Luque es uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla y, según el presidente Sanz, el de mayor calidad. Sin embargo, el atacante blanquiazul nunca ha encajado en la filosofía de trabajo de Muñiz. Ambos tienen contrato en vigor y la silla del entrenador es ahora mismo inamovible por lo que, si no varían mucho las cosas, Luque podría buscar una salida este verano.
La sinergia entre ambos brilla por su ausencia. En sus declaraciones, Muñiz, cuestionado por Luque, dice no personalizar en ningún jugador en concreto, mientras que el ‘5’ se ha autoimpuesto la ley del silencio y no efectúa manifestaciones públicas desde hace algunas semanas. El presidente aboga en público y en privado por una solución deportiva en las jornadas que restan. Pero Luque no jugó ni siquiera en Almería, cuando Duda estaba sancionado. No cuenta absolutamente nada para Muñiz. Un dato que lo corrobora: en los últimos once partidos, el egarense sólo ha disputado seis minutos y no juega desde el 14 de febrero en Santander.
La situación es grave porque Luque es uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla y, según el presidente Sanz, el de mayor calidad. Sin embargo, el atacante blanquiazul nunca ha encajado en la filosofía de trabajo de Muñiz. Ambos tienen contrato en vigor y la silla del entrenador es ahora mismo inamovible por lo que, si no varían mucho las cosas, Luque podría buscar una salida este verano.