El Málaga olvida las cesiones y ata a sus apuestas por un mínimo de tres años
Los movimientos del Málaga durante este verano en el mercado de fichajes han llevado consigo el descubrimiento de una opción inexistente años anteriores en Martiricos: la apuesta por activos jóvenes en propiedad. Al margen de los debates existentes sobre el precio, el caché o la experiencia en Primera División de estos jugadores, es una realidad palpable el cambio de política en el club, que ha supuesto la consecuencia más inmediata de hasta un total de 30 jugadores con contrato en vigor, además de Quincy, en calidad de cedido por el Al-Sadd.
Precisamente, la cesión se convirtió en las últimas temporadas en la forma más habitual de pertenencia al plantel malaguista. Sin ir más lejos, Valdo, Felipe Caicedo, Santamaría, Forestieri y Obinna llegaron así al equipo de Muñiz la campaña pasada y, en la anterior, Tapia también contó con Duda, Lolo, Adrián López o Nacho a préstamo. A pesar de que en la 2008/09 la valoración general de estas operaciones fue notable, en la campaña pasada no sonó la flauta y la aportación de los cedidos fue muy cuestionada durante el transcurso de la competición.
Con la llegada de Abdullah Bin Nasser Al Thani, la apuesta por jugadores a préstamo parece haberse desterrado. Tan sólo Quincy llegó así a la Costa del Sol, aunque desde la dirección deportiva se argumenta una preferencia por comprobar su potencial durante una temporada y, después de ello, decidir su continuidad o no.
Al margen de las diferencias existentes con la era de Fernando Sanz al cargo, la principal conclusión que se extrae de los primeros pasos de la nueva directiva es la de potenciar un proyecto a largo plazo, algo que se pudo comprobar, no sólo en el aluvión de fichajes, sino en la renovación por varias temporadas de los tres emblemas de la cantera: Apoño, Jesús Gámez y Juanmi. Éste último siendo el jugador con más años de contrato con el equipo, ya que termina contrato en la campaña 2014/15.
En cuanto a las nuevas incorporaciones de esta temporada, el Málaga ha blindado su continuidad con un mínimo de tres años. Así se encuentran vinculados Galatto (27 años), Eliseu (26), Malagueño (27) y Kris (25), aunque el central danés mantiene una opción de ampliación por un cuarto, siempre y cuando dispute un mínimo de 20 encuentros de Liga. En el caso de Rondón (21 años), Sandro Silva (26), Rubén (26) y Seba Fernández (25), la permanencia en La Rosaleda es por cuatro temporadas.
De los jugadores en nómina del plantel blanquiazul sólo cuatro terminan contrato a final de esta temporada: Baha, Benachour, Mtiliga y Arnau. El tunecino supone un caso especial, ya que se encuentra en vías de rescisión de su contrato.
El que tiene más visos de seguir en la Costa del Sol es Mtiliga. Y es que el Málaga mantiene un año prolongable unilateralmente por el danés. En cuanto a Baha y Arnau, el panorama no es demasiado halagüeño para su continuidad. Aunque el catalán no sea contundente, parece que esta es su última temporada. El marroquí cada día cuenta menos.
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