No sabía nada de ella desde hacía casi cuarenta años, por lo que se presentó en un reality show para restablecer la relación
Un hombre ha sido condenado a siete años de cárcel por abusar sexualmente de su hija tras localizarla en un programa de televisión después de 38 años sin saber de ella. Tras encontrarla y restablecer la relación, el procesado abusó de ella cuando se encontraba pasando unos días de vacaciones invitada en su casa de Málaga.
Según la sentencia de la Audiencia de Málaga, la historia tiene su origen en la década de los sesenta, cuando el condenado, de nombre Francisco, vivía en París con su pareja, Fulgencia. Allí tuvieron a sus dos hijas. La relación sentimental se rompió al poco tiempo de nacer Antonia, la más pequeña, en 1966. Fulgencia entonces decidió regresar a España con las dos niñas mientras que él prefirió quedarse en Francia.
Pasaron casi cuatro décadas sin que el hombre tuviera contacto alguno con su familia, hasta que en 2003 Francisco, que ya residía en España, decidió presentarse en el programa de televisión 'Diario de Patricia' para tratar de localizar a sus hijas.
A raíz del encuentro en la tele, el hombre, de 65 años, y su hija menor, Antonia, de 38, mantuvieron contacto telefónico e incluso se visitaron. Así, en marzo de 2004, Francisco pasó unos días en casa de su hija en Sagunto coincidiendo con las Fallas. Después, la mujer fue a Málaga para pasar la Semana Santa en compañía de su padre. A primeros de junio, Antonia regresó de nuevo a Málaga para pasar unos días con él. La relación entre ambos fue normal hasta el día 6, fecha del cumpleaños de Francisco, cuando padre e hija se encontraban sentados en un banco en el paseo marítimo de Torremolinos. Él la beso en la boca. Ella, sorprendida, le mostró su desagrado. Lejos de cesar en su conducta, cuando regresaban a Málaga en el tren, Francisco volvió a besarla y tocarla, mientras le decía que esa noche tenía que demostrarle si le gustaban los hombres o las mujeres, ya que en Sagunto había oído decir que le gustaban las mujeres. Ante esta actitud de su padre, Antonia no supo reaccionar, ya que «se quedó bloqueada», según explica la sentencia.
Por la noche, ya en la vivienda, Francisco se metió en la cama de su hija, aunque se marchó cuando ella se lo pidió. Al día siguiente, el acusado se disculpó por lo que había ocurrido. Sin embargo, en días sucesivos volvió a abusar de ella, llegando incluso a la penetración y a enfadarse cuando su hija le mostraba su asco por lo que estaba haciendo.
El día 17 de junio Antonia llamó por teléfono a una amiga en Sagunto y le contó lo que estaba sucediendo. Ésta entonces inventó una excusa y le comentó a Francisco que quería que su hija asistiera a la comunión de su nieta en Sagunto, a lo cual accedió el acusado con la condición de que tras la ceremonia Antonia volviera a Málaga.
El tribunal no ha creído la versión del acusado, quien aseguró que su hija se lo inventó todo para vengarse de él por haberla abandonado cuando era pequeña. La sentencia añade que la falta de capacidad de Antonia para reaccionar ante la actitud de su padre se debe, según los psiquiatras, «a ciertas limitaciones que padece la víctima para responder ante tales hechos, a causa de la falta de apoyo social que ha sufrido durante toda su vida».
La sentencia que condena al hombre por un delito continuado de abusos sexuales no es firme.
http://www.diariosur.es/v/20100210/malaga/siete-anos-abusar-hija-20100210.html