Los cambios en la cúpula directiva del Unicaja parecen haber emprendido un camino sin retorno. A pesar de que el equipo ha reconducido su situación, la cercanía del verano y la expiración de algunos de los contratos -entre ellos el de la dirección general- han desatado ya los movimientos, tal y como recogió ayer este periódico, que señaló el nombre de Javier Imbroda como una de las alternativas a Berdi Pérez, cuyo contrato con la entidad cajista expira a finales del mes de junio.
El ex entrenador del Unicaja, entre otros equipos, encajó con sorpresa la salida a la palestra de su nombre como candidato a ocupar el cargo. Aunque, según su parecer, la noticia obedece a intereses promovidos desde otras instancias con la intención clara de dinamitar cualquier posibilidad de consumar el relevo en la dirección deportiva, el ex entrenador del Unicaja señaló que sí se han dado «conversaciones informales». «Que pueda producirse o no es algo que no sé», indicó el preparador.
«Conozco a mucha gente del club y sé de lo que hemos hablado. Me preguntan muchas veces sobre lo que pienso o lo que opino. Lo hicieron el verano anterior y en el de hace dos años y en el de hace tres. Puede que me hayan preguntado si me veo ahí o no. Pero por cerrar, sólo puedo decir que se han producido conversaciones informales, sin más», explicó Imbroda.
Mientras, horas antes en declaraciones a Punto Radio Málaga reconoció su disposición ante un posible acuerdo con el club de Los Guindos: «Si la opción se plantea la vería con cariño. No es algo que necesite para vivir. Sería volver a mi casa, pero no sé lo que pasará. Ya se verá».
En cualquier caso, quiso dejar claro que se trata de una posibilidad que no tiene certeza de que ocurra, algo que asegura que no le preocupa desde un punto de vista económico. «Mi vida es el baloncesto, pero he procurado tener los recursos suficientes fuera del deporte como para no encontrarme ante la necesidad de arrastrarme», sentenció el que fue entrenador del Unicaja entre 1992 y 1998.
Defensa
Javier Imbroda se mostró un tanto molesto por lo que consideró un tratamiento hostil por parte de este medio al señalar sus dos últimos descensos, y apeló a sus méritos contraídos como entrenador en sus 25 años de carrera: «En mi trayectoria he ganado mucho más de lo que he perdido. No conozco a nadie que haya ganado siempre, porque eso no es posible. Pertenezco a la historia de este club. Lo conozco muy bien por dentro y sé quiénes están en él. Por eso entiendo que desde algunos círculos exista un sentir contrario a que se produzca esa posibilidad».
Aunque ciertamente su experiencia al frente de clubes deportivos es inexistente, Imbroda defiende su capacitación y aptitud para desempeñar un cargo de esta índole, aunque recalca que no surge como fruto de una despedida definitiva de los banquillos. «No he descartado eso, incluso he tenido ofrecimientos recientes como el de la selección del Líbano para el próximo Mundial. Pero no me apetece coger de nuevo la maleta. La gestión es algo que no me disgusta. Y en cuanto a la falta de experiencia, no creo que tenga menos que la que en su día tenían Fernando Sanz cuando accedió a la presidencia del Málaga o Antonio Maceiras (ahora director de la sección de baloncesto del Real Madrid), que fue delegado del Barcelona», se defendió el preparador melillense afincado en Málaga.
El ex entrenador del Unicaja, entre otros equipos, encajó con sorpresa la salida a la palestra de su nombre como candidato a ocupar el cargo. Aunque, según su parecer, la noticia obedece a intereses promovidos desde otras instancias con la intención clara de dinamitar cualquier posibilidad de consumar el relevo en la dirección deportiva, el ex entrenador del Unicaja señaló que sí se han dado «conversaciones informales». «Que pueda producirse o no es algo que no sé», indicó el preparador.
«Conozco a mucha gente del club y sé de lo que hemos hablado. Me preguntan muchas veces sobre lo que pienso o lo que opino. Lo hicieron el verano anterior y en el de hace dos años y en el de hace tres. Puede que me hayan preguntado si me veo ahí o no. Pero por cerrar, sólo puedo decir que se han producido conversaciones informales, sin más», explicó Imbroda.
Mientras, horas antes en declaraciones a Punto Radio Málaga reconoció su disposición ante un posible acuerdo con el club de Los Guindos: «Si la opción se plantea la vería con cariño. No es algo que necesite para vivir. Sería volver a mi casa, pero no sé lo que pasará. Ya se verá».
En cualquier caso, quiso dejar claro que se trata de una posibilidad que no tiene certeza de que ocurra, algo que asegura que no le preocupa desde un punto de vista económico. «Mi vida es el baloncesto, pero he procurado tener los recursos suficientes fuera del deporte como para no encontrarme ante la necesidad de arrastrarme», sentenció el que fue entrenador del Unicaja entre 1992 y 1998.
Defensa
Javier Imbroda se mostró un tanto molesto por lo que consideró un tratamiento hostil por parte de este medio al señalar sus dos últimos descensos, y apeló a sus méritos contraídos como entrenador en sus 25 años de carrera: «En mi trayectoria he ganado mucho más de lo que he perdido. No conozco a nadie que haya ganado siempre, porque eso no es posible. Pertenezco a la historia de este club. Lo conozco muy bien por dentro y sé quiénes están en él. Por eso entiendo que desde algunos círculos exista un sentir contrario a que se produzca esa posibilidad».
Aunque ciertamente su experiencia al frente de clubes deportivos es inexistente, Imbroda defiende su capacitación y aptitud para desempeñar un cargo de esta índole, aunque recalca que no surge como fruto de una despedida definitiva de los banquillos. «No he descartado eso, incluso he tenido ofrecimientos recientes como el de la selección del Líbano para el próximo Mundial. Pero no me apetece coger de nuevo la maleta. La gestión es algo que no me disgusta. Y en cuanto a la falta de experiencia, no creo que tenga menos que la que en su día tenían Fernando Sanz cuando accedió a la presidencia del Málaga o Antonio Maceiras (ahora director de la sección de baloncesto del Real Madrid), que fue delegado del Barcelona», se defendió el preparador melillense afincado en Málaga.