Tienen que existir lazos realmente fuertes en el vestuario del Málaga, como para que las cabezas sigan altas después de un arranque liguero tan complicado. Muestra de ello es que Albert Luque, una de las voces que criticó por primera vez el juego del equipo, le echó esta tarde una mano a Juan Ramón Muñiz en los micrófonos de Canal Sur Radio. Y eso que la sintonía con el técnico asturiano y el futbolista catalán nunca ha sido completa. "Muñiz nos motiva muy bien y él poco puede hacer en el campo.
Es el entrenador que tiene que seguir, estoy convencido de que, entre todos, sacaremos adelante la situación. ¿Mi relación con él? El jugador es feliz cuando juega y yo al principio no contaba. Está claro que no estaba contento. Digo lo que pienso, pero eso no cambia a la hora de que pueda estar enfadado o no. Lo estaba cuando no jugaba, pero él es el que decide. Yo siempre trabajo igual, cualquier otra cosa es falsa. Yo cojo el ritmo cuando tengo continuidad y a partir de ahí me encuentro mejor al esprintar, encarar... Ahora tengo más minutos, me encuentro mejor y espero ir a más. No somos amigos con el entrenador, pero tenemos una relación normal dentro del vestuario. Hubo momentos en los que estaba en desacuerdo con él, el míster tiene una idea de juego que nos exige más a nivel defensivo y me ha costado adaptarme, pero el míster no se puede adaptar a mí, yo tengo que hacerlo a él. Eso intento y en eso estoy", explicó el jugador, que siguió reflexionando sobre su rendimiento y el del equipo: "Sé que puedo dar mucho más de lo que di contra el Valencia. Acusé la inactividad de antes y los tres partidos seguidos de ahora, quiero ayudar en el campo como sea. Cuando no estoy al cien por cien, soy el primero en saberlo. No me hace falta leer la prensa. Puedo dar más de mí y he venido para ser importante. Con Muñiz siempre nos hemos dicho las cosas a la cara, sin problemas, y en este momento puedo estar más o menos de acuerdo, pero la solución no es cambiar el entrenador. Está con el grupo y para salir en estos momentos de donde estamos, nos hace falta".
Es el entrenador que tiene que seguir, estoy convencido de que, entre todos, sacaremos adelante la situación. ¿Mi relación con él? El jugador es feliz cuando juega y yo al principio no contaba. Está claro que no estaba contento. Digo lo que pienso, pero eso no cambia a la hora de que pueda estar enfadado o no. Lo estaba cuando no jugaba, pero él es el que decide. Yo siempre trabajo igual, cualquier otra cosa es falsa. Yo cojo el ritmo cuando tengo continuidad y a partir de ahí me encuentro mejor al esprintar, encarar... Ahora tengo más minutos, me encuentro mejor y espero ir a más. No somos amigos con el entrenador, pero tenemos una relación normal dentro del vestuario. Hubo momentos en los que estaba en desacuerdo con él, el míster tiene una idea de juego que nos exige más a nivel defensivo y me ha costado adaptarme, pero el míster no se puede adaptar a mí, yo tengo que hacerlo a él. Eso intento y en eso estoy", explicó el jugador, que siguió reflexionando sobre su rendimiento y el del equipo: "Sé que puedo dar mucho más de lo que di contra el Valencia. Acusé la inactividad de antes y los tres partidos seguidos de ahora, quiero ayudar en el campo como sea. Cuando no estoy al cien por cien, soy el primero en saberlo. No me hace falta leer la prensa. Puedo dar más de mí y he venido para ser importante. Con Muñiz siempre nos hemos dicho las cosas a la cara, sin problemas, y en este momento puedo estar más o menos de acuerdo, pero la solución no es cambiar el entrenador. Está con el grupo y para salir en estos momentos de donde estamos, nos hace falta".