El luso, cuya pierna zurda es vital a balón parado, está entre algodones después de que sufriera el miércoles una contractura en el sóleo de la pierna derecha. Lo de Apoño es un caso opuesto. Se ha recuperado de la recaída sufrida tras reaparecer ante el Racing, pero no parece claro si Muñiz se atreverá a hacerle jugar de titular, lo que no se puede descartar, o le introducirá en el campo más tarde. En todo caso, todos cruzan los dedos en torno a la respuesta del medio centro malagueño, con el que no caben ya más contratiempos después de que apenas haya podido participar en lo que va de temporada.
Para colmo, ayer se conoció otro inconveniente, la rotura fibrilar de Manolo. El percance, en los adductores de su pierna derecha, le tendrá de baja cerca de dos semanas. Ante la sobrecarga del calendario inminente, le hará perderse al menos los tres próximos partidos oficiales. Algo no debe de marchar bien en el trabajo de la primera plantilla, cuando el del lateral paleño es ya el séptimo problema muscular de cierta relevancia de la temporada, lo que empieza a ser una cifra alta en el mes de octubre. Los campos de entrenamiento, en especial el deplorable estado de la hierba del Anexo, pueden tener mucho que ver en este asunto, de ahí que la opción de acudir una vez por semana al estadio de atletismo Ciudad de Málaga pueda ser más que necesario.
Larga lista de percances
Apoño, Hélder Rosário, Cuadrado, Stepanov, Baha, Fernando y ahora Manolo ya han sufrido problemas de índole muscular que les han obligado a parar un tiempo, lo que se añade a otras adversidades de la competición, como las sanciones o los traumatismos. Justo cuando Fernando, el último jugador a cargo del readaptador, Rafa Mondragón, se incorporaba el jueves a la disciplina del grupo, la enfermería quedó ocupada con un nuevo inquilino, Manolo. Incluso, Hélder Rosário, que se postulaba como novedad en el once en perjuicio de Cuadrado, sufrió ayer una sobrecarga y se retiró del trabajo.
La realidad es que la mala racha de resultados y las molestias de algunos jugadores convierten en un jeroglífico el equipo que pueda sacar Muñiz en El Madrigal. En la defensa cobra fuerza la opción de que se repita el cuarteto, debido al percance de ayer de Hélder. Incluso, el técnico tampoco puede aplicar la variante de Jesús Gámez como central al no disponer de Manolo como relevo en la banda. En el centro del campo, si el técnico da la alternativa como titular a Apoño el perjudicado podría ser Xavi Torres. Tampoco está claro quiénes jugarán en las bandas. Hoy se determinará si Duda está para jugar (otra cosa es que viaje, porque podría llegar a tiempo para el choque copero del miércoles), y en la derecha Valdo sigue sin convencer y podría darse alguna opción novedosa, como Javi López o Luque. En punta, todo hace pensar que estarán Baha y Edinho, con opciones también para el nigeriano Obinna.
En todo caso, Muñiz tendrá que dar esta mañana una convocatoria extensa, de veinte efectivos al menos, para un viaje con dos partidos, máxime cuando el choque de Copa de La Romareda será una oportunidad en principio para los menos habituales. De los veinticuatro componentes de la primera plantilla, no estarán Edu Ramos (con la selección sub-17) ni el lesionado Manolo, pero Duda y Hélder Rosário están tocados y Fernando está recién salido de una lesión. Además, caso de que el entrenador descarte a uno de los tres porteros (a Roberto Santamaría o Arnau), quedará clara su apuesta para la Copa.
Diario Sur