Probablemente sea entre los numerosos fichajes del Málaga el que mejor rendimiento ha mostrado en lo que va de campeonato, pero el carácter de Gustavo Munúa también ha generado cierto resquemor en el cuerpo técnico. El charrúa está saliendo casi a tarjeta amarilla por partido. Con tres amonestaciones en cuatro citas, está al borde del partido de suspensión, castigo que muy rara vez suelen sufrir los porteros.
Corría el tiempo de prolongación en Cornellá y Munúa, que había acudido al área rival a rematar una acción a balón parado, obstaculizó el saque de Kameni jugándose la segunda amarilla, pues minutos antes fue castigado por Ayza Gámez tras una tángana en la que numerosos jugadores de ambos equipos (no sólo él) acabaron enredados en la trifulca. Ya en la primera jornada Muñiz se impacientó con su tardanza en algún saque de portería cuando también cargaba con otra amarilla.
Buenas intervenciones
Sin embargo, Munúa sí ha ofrecido una grata impresión en su actuación bajo los palos, que de momento ha silenciado el debate que se prolongó en los últimos meses. De momento juega el uruguayo, y ya nadie parece acordarse ni de Arnau ni del tercer meta contratado poco antes del final del plazo para fichar, el navarro Roberto Santamaría. Pese a la inactividad de las últimas campañas en el Deportivo, ha dejado ya intervenciones de mucho mérito, como la del miércoles a bocajarro ante Corominas o la del primer partido para desviar ligeramente hacia el larguero un testarazo de Simao (que le costó una brecha en la cabeza a Mtiliga).
El punto negro es que Munúa debe serenarse algo más en el campo. La primera amarilla se la sacó Muñiz Fernández al protestar de forma ostensible una decisión, y contra el Deportivo, por pérdida de tiempo en la segunda mitad.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-09-25/munua-tres-amonestaciones-solo-20090925.html