hay que ganar y punto en boca

Tenemos que ganar a los franceses

ganamos 25 a 15 al final del primer cuarto.

Frente313 escribió:Los franceces todavía se están arrepintiendo de haber quedado primero de grupo

los griegos fueron listos dejandose ganar al final del partido, como ya hablamos ayer en el bar, llegarían invictos y ser irían para casita

Los jugadores de la Selección española de baloncesto tuvieron que dormir en el suelo en la víspera del encuentro de cuartos de final del Eurobasket que disputaron frente a Francia.

Tras derrotar a Polonia en Lodz, último duelo de la segunda fase, la Selección partió hacia Katowice, en un viaje de tres horas por carretera. Al llegar al hotel se dieron cuenta de que las habitaciones no estaban acondicionadas para la estatura de los jugadores y, sin tiempo para buscar otro alojamiento, echaron los colchones al suelo. Anoche, los responsables del hotel solucionaron el problema y los internacionales españoles descansaron en sus camas.

al final habra lamida de huevos colectiva al gomina

Bueno. Espero que estén descansados para mañana la semifinal jejejejejejeje

España jugando a este nivel será el domingo campeona de Europa y con Scariolo en el banquillo

Y hasta yo era el primero que quería echarlo jejejejejejeje

joseca86 escribió:al final habra lamida de huevos colectiva al gomina

ya empezó ayer

Con todo lo que hemos rajado del Scariolo y encima esta escrito

Como nos haga campeones de Europa nos vamos a tragar todos nuestros post

A propósito como va el Turquia-Grecia. ¿Alguien sabe algo?

va empate a 41 en el tercer cuarto.

Va ganando Grecia de 4 en el último cuarto.

Grecia será nuestro rival mañana, ha ganado a Turquia 76 a 74 en la prórroga.

La selección de Grecia será el rival de España en las semifinales del Eurobasket de Polonia después de superar (74-76) a Turquía en un encuentro que necesitó de una prórroga para su resolución, y en el que Spanoulis (23 puntos y 7 asistencias) se convirtió en el héroe heleno.

Tras un duelo agónico, otomanos y helenos se jugaron su pase en el tiempo extra después de que el base turco Ender Arslan evitase sobre la bocina la victoria del cuadro de Kazlauskas. Sin embargo, el jugador del Efes Pilsen no tuvo el mismo acierto en la prórroga, donde tuvo un triple ganador en el último segundo que habría metido a su selección en las semifinales.

Los griegos controlaron el encuentro merced a su humillante dominio de la faceta reboteadora. No obstante, las sensaciones no eran buenas y la distancia en el electrónico no se agrandó a causa de evidentes problemas en el ataque estático, en el que sólo Spanoulis podía actuar como desatascador ante una Turquía agazapada que esperaba su oportunidad.

Y ésta llegó. Turkoglu, el timón turco, no había podido anotar ningún punto en todo el partido por la intensa defensa griega pero justo al entrar en el último cuarto, el decisivo, cambió radicalmente. Sus once puntos le dieron la vuelta a un choque dominado casi de inicio por Grecia.

Turquía acariciaba la victoria, pero sus fallos en los tiros libres permitieron renacer el temible espíritu competitivo de su rival, que no desaprovechó la invitación y acabó haciendo doblar la rodilla al conjunto de Tanjevic en un tiempo extra disputada de poder a poder entre dos de los equipos que mejor baloncesto habían desplegado en la cita de Polonia.

La victoria permitirá a Grecia plantarse en unas semifinales en las que espera cobrarse la revancha de lo sucedido hace dos en Madrid. Y es que España, su verdugo entonces, también aparecerá mañana (18.30 horas) como el último obstáculo entre los helenos y la final.

No evitaron el maleficio, aunque algo han sacado de ventaja. En el partido que nadie quiso ganar para no verse las caras con España en cuartos, los helenos le cedieron gentilmente el paso a Francia, que hoy iniciará a la hora del Ángelus su letanía camino de las plazas quinta y sexta que otorgan pasaporte mundialista. Grecia ya lo tiene tras imponerse ayer en la agonía de la prórroga a Turquía en un partido con tanto sopor como emoción por la incertidumbre del resultado. Pero le ha tocado de igual modo la china de cruzarse en el camino hacia el podio con un rival que ha despertado tarde pero con la potencia de su pegada intacta (18.30 horas).
Ayer un grupo de seguidores griegos intercambiaba saludos con los otros fans que se cruzaban. Cuando se toparon con un cuarteto español, les salió de las entrañas la reacción. «España, el diablo», se lamentaron en inglés. Es lo que ha conseguido la 'roja' de la canasta. Intimidar incluso antes de saltar a la pista. Han bastado sus demoledores repasos a Polonia y Francia para que el reconocimiento unánime le devolviera al lugar que, quizá, nunca ha abandonado realmente.
La sobredosis de felicidad, motivación, autoestima y coraje que implicó el repaso dado a los franceses retroalimenta a un equipo que ha aprendido la lección. Serbia le bajó los humos en el estreno y aquel viento provocó un conato de tempestad que, afortunadamente, ha remitido. Saben jugadores y técnicos que Grecia no va a ser un mero 'sparring'. Nunca los hay llegados a tan avanzado punto del calendario.
Rival peligroso
De entrada, está donde muchos dudaban. Jonas Kazlauskas aceptó el papelón de coger las riendas de un equipo que en dos años se ha quedado sin Diamantidis, Papaloukas, Tsartaris, Papadopoulos y Kakiouzis, un quinteto que muchos lo querrían en su álbum. Acuñada como etiqueta la de conjunto trabado y pegón, se ha resarcido siendo el equipo máximo anotador hasta la fecha en la cita continental. También es el más alto (saca de media cinco centímetros a España), aunque el dato que Scariolo incluyó en el telegrama con que escrutó a Grecia fue su talento técnico. Spanoulis es su alma en la cancha y crea lo que parece una excesiva dependencia al juego colectivo.
Pero, más que nunca, lo que se pueda avanzar son palabras que se lleva el viento. Los protagonistas saben que todo depende del día, del 'feeling' de, como dice Mumbrú, mirarse a los ojos y ver que van a ganar, de la capacidad de sacrificio y, por supuesto, de la calidad.
La otra semifinal la disputarán Serbia y Eslovenia, que ganó a Croacia por 67-65.

esta tarde a por los griegos!

esta tardes ganamos de 11

Lástima de partido que nos vamos a perder

Esto bien podria ser una final anticipada, suponiendo que España hubiera quedado primera o segunda en el otro grupo no se hubiera cruzado con Grecia hasta la final.

Mañana contra Serbia la final.

bok1977 escribió:Mañana contra Serbia la final.

Y despues lamida de huevos colectiva al gomina de los periodistas que han largado de el.

Scariolo Renovación ya!

Fue una cuestión de jerarquía, sí, pero también de actitud. La letra con sangre entra y España hizo un cursillo acelerado antes de llegar a los partidos decisivos del Eurobasket. Eso y que el tono físico ha ido también en progresión geométrica en cuanto pasó la racha de molestias y trastornos, y tenemos a una España que sale a jugar con el mono de faena y que pone en la cancha lo mismo que su rival y un poco más. Y como la calidad extraordinaria se le supone, igual que se quitó de delante a Francia apartó de su camino a Grecia, como en 2007, como en el Mundial de Japón, como en Pekín...

Pero sobre todo como en 2007. España juega ya a ritmo de tambores de guerra y avista la hora de la venganza para dejar por fin atrás la afrenta de 2007 ante Rusia. Hay que cambiar todo para que nada cambie, y lo que entonces fue un campeonato jugado de más a menos y terminado con la reserva de gasolina en alerta roja, es ahora todo lo contrario. Viento de cola empuja a la selección hacia el oro. Ha vuelto la actitud, la solidaridad, la humildad, la concentración y la fe. España no dudó nunca a pesar de que navegó casi siempre en un partido perro, que Grecia llevó a la interrupción y el sudor para remar y remar hasta morir, desangrada, avistando la orilla al fondo, un espejismo demasiado lejano.

Golpe de autoridad de salida

Un España - Grecia es, convengamos, un clásico reciente del baloncesto europeo, uno que tiende a sonreír al equipo español. Pero la sombra helena asoma siempre imponente y competitiva. Incluso ahora sin la referencia espiritual de Yannakis y lastrada por las ausencias: Papaloukas, Diamantidis y Vassilopoulos. Es decir, asunto más que serio. Bajo el mando de Kazlauskas y en medio de una transición generacional que promete frutos interesantes a medio plazo, Grecia -hasta hoy- era un equipo más alegre, más anotador, con más ritmo y un sistema basado en la fuerza interior y una referencia que es casi un axis mundi: la clase ilimitada de Spanoulis. Nada le valió ante España, siempre inferior, arañando lo que podía, viviendo de sobras recalentadas y de un esfuerzo titánico en el rebote ofensivo (24 en total para ganar la lucha bajo los aros por 47-29).

Pero España puso un mundo de diferencia en la cancha a pesar de que el marcador no fue tranquilizador hasta el último cuarto, cuando el estirón definitivo con un parcial de 9-0 disparó las ventajas por encima de los 20 puntos (73-51). Antes de eso, España había manejado ventajas casi siempre entre los diez o quince puntos, cómodas pero no decisivas ante un rival que dio durante casi tres cuartos un curso de supervivencia. Paró el partido, intentó llevarlo a su terreno y malvivió de forma meritoria. Un ejemplo diáfano es el 49-40 al descanso, muy apretado si se atendía a las sensaciones que emanaban de la pista. Con jerarquía, España dio siempre primero, en cada cuarto, a la mínima ocasión. Abrió el partido con un 7-2, enlazó un 8-0 para abrir el segundo parcial, salió del descanso para dejar con media estocada a Grecia (58-42) y puso la puntilla en el citado arranque del último cuarto, que fue un canto a una segunda unidad que ha crecido de forma exponencial como lo ha hecho todo lo que rodea a la selección.

Individualidades y colectivo

El partido fue otra exhibición de España, una lección de superioridad moral, física y técnica. La defensa fue excelente, esforzada y eléctrica. Con la única laguna de los ajustes en el rebote defensivo, por donde respiró a duras penas Grecia, el trabajo fue extenuante y brillante, especialmente en la línea exterior: otra vez rapidez de piernas y brazos, anticipación a las líneas de pase, robos de balón (12) para poder correr en cuanto había excusa. En la zona Gasol intimidó y recibió una ayuda muy valiosa de Marc y sobre todo Felipe (7 rebotes), rey del trabajo sucio en este equipo. En cuanto Grecia dejó de anotar con Bouroussis /5 puntos en el primer cuarto, 11 en total) se vio abocada a los tiros libres y un errático lanzamiento exterior. Dos días después de anular a Parker, España se aplicó con igual contundencia con Spanoulis (7 puntos en apenas 8 tiros), siempre molesto y asfixiado con la variante de Cabezas, que tuvo muchos minutos como relevo de Ricky y perro de presa de la estrella helena.

En ataque España jugó con sentido común y con la recuperada confianza por las nubes. Buenas opciones y resolución brillante. Gasol, con cara de MVP, capitalizó los primeros minutos y tuvo mucho tiempo de descanso gratis en la segunda parte (18 puntos y 6 rebotes en 21 sólo 21 minutos). Navarro (8) y Rudy (14 puntos) volvieron a estar eléctricos en las alas pero, por encima de todo, fue el día del colectivo. Anotaron todos, aportaron todos, funcionaron todos a la perfección, engranajes de diamantes de una maquinaría que, ahora sí, huele a oro. El último cuarto lo corroboró con minutos para Claver, mates en contraataque de Llull y triples de Mumbrú. Ahora todo funciona y cuesta acordarse de los carruseles de pérdidas, la sangría de tiros mal seleccionados, los pases a ninguna parte, el bote interminable, la incomodidad de Gasol, la falta de ritmo y de rapidez en la transición, las rotaciones desquiciantes... parece la prehistoria tras la deslumbrante aplicación del equipo ante Francia y Grecia. Pero fue en este mismo campeonato, prácticamente ayer, y conviene recordarlo cuando todavía queda el último paso, que es como decir que queda todo el trabajo por hacer.

España ganó, jugará la final y buscará el oro europeo que perpetuará el ciclo virtuoso de una generación de jugadores que necesita añadir este éxito a su currículum. El partido ante Grecia tenía aroma a final anticipada y era un hueso de verdad duro, aunque con el duelo en la retina cueste hacerse cargo. Pero sería un error perder tensión, sentirse campeón. En la final espera peligro balcánico dispuesto a hacer daño si se le presenta la ocasión. Esa puerta es la que tendrá que cerrar esta España que parece perfectamente preparada para hacerlo y para borrar así de un plumazo la sombra de aquel maldito último minuto ante Rusia...

gran partido de cabezas :cheers:

esta noche a ver si ganamos a los serbios, en la primera fase nos ganaron de 9.

bok1977 escribió:esta noche a ver si ganamos a los serbios, en la primera fase nos ganaron de 9.

Miedo me da que ya nos han ganado. Vamos a ver si los chicos no se ponen nerviosos por ello jejejejejee

España ha ido de menos a más y ahora no tiene nada que ver con la España de los primeros partidos.